buscando a Cristiano Ronaldo y otros momentos de comedia involuntaria que nos deja la temporada 2 del reality más esperpéntico de Netflix


Si la temporada 1 de ‘Soy Georgina’ ya era un compendio de «ricos haciendo cosas de ricos» (o «ricos alardeando», también se podría aplicar), la temporada 2 del reality de Netflix es más de lo mismo (y peor… si es que eso es posible). Solo apto como meme andante porque, al igual que la temporada anterior, está llena de momentos en los que el chiste se cuenta solo.

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Dubái, ciudad de vacaciones, ¿dígame?

¿Que no se respetan los derechos humanos? Eso será para los que no pueden permitirse alquilar un edificio entero y proyectar el reality de ‘Soy Georgina’ en él, mientras te hinchas a comer en un buffet libre montado en la azotea. «Intenté no llorar porque, si no, los niños se asustan» (igual se asustan de otra cosa, también te digo).

¿Dónde está Cristiano?

Soy Georgina Cristiano

Si las entrevistas de Cristiano Ronaldo hablando en español macarrónico eran cada vez más escasas en la primera temporada, aquí directamente ni le vemos en ningún capítulo. La única forma de que aparezca en cámara es aquella vez en la que justo coincide que estaba por el chalet con sus amigos cuando es el cumple de uno de sus hijos (aunque él sigue a lo suyo, claro).

Virgen Santísima

Soy Georgina Fatima

Uno de los plot twist de la temporada es descubrir que Georgina se define como «muy religiosa». La influencer se lía el pañuelo (de Chanel) a la cabeza, se desplaza hasta Fátima para rezar por su alma y volver a casa cargada de estampitas y con una virgen a cuestas.

Rosalía BFF

Soy Georgina Rosalia

Según Georgina, Rosalía es muy amiga suya porque «es una de las que ha vivido su reality con tanta ilusión». Para demostrarlo, se lleva a sus hijos a su concierto y luego los deja sueltos por el camerino de la cantante. Rosalía pone su mejor sonrisa y les regala unas sudaderas con su cara para ver si así se van pronto. «¿Quién es esta?» pregunta extrañado uno de los retoños.

«No soy derrochadora»

Soy Georgina Compras

Al igual que cuando dice que sus hijos «están educados con amor» y en el plano siguiente le está dando a Cristianito un fajo de billetes de 50, Georgina juega al despiste con el dinero que se gasta en ir de compras. «Compro poco» zanja poco antes de «hacer el esfuerzo» de no comprarse un chándal de 2.500 euros… para después dejarse 27.500 euros en ropa en una tienda de ropa de Milán.

Tatúame como a tus chicas francesas

Soy Georgina Tatuaje

Como buena hija de vecino, Georgina le pide al primo de una amiga suya que la tatúe (y se lo trae hasta su casa en jet privado desde España, obviamente). En un principio, solo quería tatuarse el nombre de su hijo pero luego la cosa se lía y acaba tatuándose también la palabra «mamá» y las iniciales que le escribió Cristiano, para «recordar la primera vez que se alojó en un hotel tan caro».

Discusiones de pega

Soy Georgina Ramon

Los ricos también lloran… y por asuntos «tan graves» como si Georgina debe traerse un estilista o no. Su amigo Ramón (que aprovecha cada plano para aburrir a las piedras) protagoniza la única trifulca de todo el reality y casi se lía a tortazos con otra amiga de Georgina, que sale a defender «su honor» en el asunto.

Danzando, danzando

Soy Georgina Danza

Georgina visita el Royal Ballet de Londres para recordar sus años como bailarina. Charlando con una de las bailarinas, le dice que perdió los juanetes cuando dejó la danza y a la mujer se le escapa: «Claro, de estar parada». Luego intenta arreglarlo diciendo lo mucho que admira que «todavía siga tan presenta la danza en su vida», justo después de que Georgina confiese que tiene sus zapatillas cogiendo polvo en algún armario.

Los Grammy Latinos

Soy Georgina Grammy

La temporada acaba con el momento en que Georgina debe entregar unos de los Grammy Latinos. Las pasa canutas para memorizar dos frases y media pero al final le sale. También le ofrecen un papel en una película, haciendo de Sara, «cuyo objetivo en la vida es ser influencer». «Es estupendo que te ofrezcan papeles tan alejados de ti» concluye una de sus amigas.

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