Bomba atómica: ¿Cómo funciona?


Cada vez que se produce un conflicto armado entre países, una de las primeras preocupaciones de la comunidad internacional tiene que ver con la posibilidad de que alguno de los involucrados acabe lanzando una bomba atómica, y más aún con los trágicos antecedentes de la II Guerra Mundial.

No obstante, es cierto que la mayoría de las personas no tenemos idea acerca de cómo funcionan realmente, y por eso resulta interesante repasar cómo es el desencadenamiento de esa energía.

Cómo funciona una bomba atómica

Hay que aclarar que nada tiene que ver con otras, como las bombas nucleares o termonucleares, ya que, si bien todas coinciden en que liberan una gran cantidad de energía al ambiente, la forma en la que explotan es diferente, por lo que es un error compararlas o usar los términos como sinónimos.

El proceso físico detrás

Si alguna vez has leído u oído acerca de la ecuación E=mc2, una de las más famosas de la historia, es precisamente esta teoría de Einstein la que cimenta las bases de las explosiones atómicas.

Su ecuación define la relación entre la masa y la energía, y si bien eso le valió que se le asociara al desarrollo de las bombas atómicas como tales, la verdad es que hicieron falta más ensayos y descubrimientos para que los EE.UU. acabaran lanzándolas sobre Japón allá por 1945.

Esta hipótesis científica dice que la energía es igual a la masa por la velocidad de la luz al cuadrado. En otras palabras, si pesamos un átomo y luego medimos su masa experimentalmente, veremos que el número que se obtiene es apenas distinto. Esa diferencia es, precisamente, la energía nuclear.

La energía nuclear es la encargada de mantener unidas las partículas subatómicas, dándoles estabilidad, manteniendo los protones y neutrones en el núcleo, y los electrones a su alrededor.

En 1938 Otto Hahn y Fritz Strassmann, dos científicos alemanes, descubrieron la fisión nuclear. Mediante este procedimiento, un átomo compuesto por diversos núcleos se deshace en átomos con núcleos más simples. En ese momento, libera gran cantidad de energía, muchas veces en cadena, generando las explosiones que hemos visto en vídeos, como las de Hiroshima y Nagasaki.

Al descomponerse los átomos complejos en más sencillos, hay una pérdida de masa, energía que se libera durante la división. Por eso, a mayor tamaño del átomo original, mayor es la reacción.

Es por esas razones que, si bien en la actualidad existen numerosos países que poseen armas nucleares, incluso este tipo de bombas, hay tratados que pretenden comprometer a los políticos a no usarlas.



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