Bolivia, a un mes de elecciones sin Evo Morales ni Jeanine Áñez



Bolivia está a un mes de celebrar nuevamente elecciones en menos de un año, en esta ocasión sin Evo Morales como candidato por primera vez en tres décadas y con Jeanine Áñez retirada de repente de la carrera electoral.

La campaña para los comicios generales del 18 de octubre discurría con un perfil bajo, sin los actos masivos de anteriores citas electorales en el país, tanto por algunas restricciones que siguen por la pandemia como por la ausencia de un candidato que arrastrara masas como Morales.

Hasta que el escenario electoral cambió de rumbo esta pasada noche cuando la presidenta interina Áñez anunciaba que retira su candidatura al frente de la alianza Juntos, un día después de que una encuesta la relegara al cuarto puesto en intención de voto.

La hasta ahora candidata argumenta su renuncia en el temor de que vuelva al poder el Movimiento al Socialismo (MAS) del expresidente, primero en esa encuesta, la más amplia difundida hasta ahora.

Para evitarlo, plantea un candidato de unidad frente al MAS, sin citar quién, algo que si hubiera sucedido en las fallidas elecciones de octubre de 2019, hubiera derrotado al partido de Morales, declarado ganador antes de que aquellos comicios se anularan por un supuesto fraude aún bajo investigación y que él siempre niega.

Este mensaje de todos contra Luis Arce, el candidato del MAS, resonó este viernes desde el Gobierno interino de Áñez, para apoyar ‘al que sea el mejor posicionado’ del resto de candidaturas, en palabras entre otros del ministro transitorio de la Presidencia, Yerko Núñez.

‘No queremos que vuelva el dictador’, sentenció en referencia a Evo Morales, que desde Argentina dirige la campaña de su partido y ya ha dicho que si ganan, al día siguiente regresará a Bolivia.

La alianza Juntos no ha definido aún si retira toda su candidatura, no solo la de Áñez a la presidencia, pues el órgano electoral recuerda que ya no están en plazo para reemplazarla.

Lo que unos y otros sí aseguran es que la renuncia no estuvo condicionada por conversaciones entre algunos de los otros siete candidatos que compiten con el MAS.

El candidato por la alianza Comunidad Ciudadana, el expresidente Carlos Mesa, segundo en las encuestas, subrayó en esta jornada que no hubo ninguna clase de “negociación” vinculada a la decisión de Áñez.

Mesa se presenta como “la única opción” ante el MAS, ante el que ya quedó segundo hace un año y ahora vuelve con opciones quizás de una segunda vuelta contra Arce.

La retirada de Áñez abre otro panorama a un mes de la cita con las urnas, en las que por primera vez desde 1989 no está como candidato Evo Morales, que entró entonces en la carrera política como aspirante a diputado.

El órgano electoral frenó su intento esta vez de postularse a senador, al considerar que incumple un requisito de residencia en el país, del que salió en noviembre pasado denunciando que era forzado por un supuesto golpe de Estado para negarle su cuarta victoria electoral consecutiva.

Hace unos días un tribunal ratificó su inhabilitación y su partido inició la campaña centrado tanto en Arce que parece no inmutarle que tampoco esté Áñez, una senadora que en noviembre relevó a Morales como presidenta interina para convocar unas elecciones que la emergencia por la COVID-19 retrasó de mayo a septiembre y luego a octubre.

Ahora ya pueden cesar las críticas de que intenta prorrogarse en el poder con excusas como la pandemia, derrotada anticipadamente por las encuestas y sin apoyo popular tras diez meses en el poder, como observa la presidenta del Senado, Eva Copa, del MAS.

Su compañero de partido Sergio Choque, presidente de la Cámara de Diputados, coincide con ella en que el MAS está volcado en su campaña, que esta vez se disputa en redes sociales y medios de comunicación más que en mítines en la calle.

“De ninguna manera nos afecta ni nos beneficia, es una decisión que ellos han adoptado’, aseveró, mientras los seguidores de Morales van a ‘seguir trabajando’ por recuperar el poder que tuvieron durante los últimos casi catorce años.

Las papeletas ya están en impresión y no se puede quitar la foto de Jeanine Áñez, advierte el Tribunal Supremo Electoral, que sin demora va cumpliendo el cronograma y en esta jornada fueron sorteados los jurados, los electores que deberán estar en las mesas de votación controlado el proceso.

Un proceso con bioseguridad para evitar el nuevo coronavirus, hasta tal punto que solo se sortearon electores entre 18 y 50 años, para evitar el riesgo de la enfermedad entre los más mayores.

El sorteo es considerado una de las actividades ‘principales’ camino de nuevas elecciones en Bolivia para decidir al presidente, vicepresidente y nuevo Parlamento.



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