Barbra Streisand: “A veces sentía que mi nariz obtenía más prensa que yo mísma” | Gente

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Barbra Streisand lleva seis décadas posicionada en lo más alto de la cúspide de la fama mundial. Ahora, los 81 años de su vida los ha registrado en su libro autobiográfico, que llega a las librerías este martes 7 de noviembre. Mi nombre es Barbra, título que recibe la publicación, es una pieza culmen de casi 1.000 páginas que recorre su histórica carrera, de su escape de Broadway a California a su célebre vida amorosa en Hollywood. Hace pocas horas que el volumen reposa en las estanterías y ya se han convertido en titulares algunos de los extractos que contiene. Por ejemplo, el motivo por el que la cantante y actriz nunca se ha operado la nariz a pesar de haberse sentido presionada en múltiples ocasiones para hacerlo, como tampoco quiso ocultar sus dientes para “tener más éxito en el mundo del espectáculo”. “A veces sentía que mi nariz obtenía más prensa que mi propio talento artístico”, lamenta en sus escritos. A pesar de todo, Streisand se enorgullece de poder revelar sus recuerdos, pues “es la única manera de tener cierto control sobre mi vida”. “Este es mi legado”, habla en declaraciones para el canal de televisión británico BBC. “Escribí mi historia, no tengo que hacer más entrevistas después de esto”.

Después de soportar una batería de críticas por su físico, algo que se ha mantenido hasta la actualidad, la cantante y actriz estadounidense ha aprovechado las páginas de su libro para explicarse y afirmar con desvergüenza que siempre le gustó la forma de su nariz. “Me gustaban las narices largas… la actriz italiana Silviana Mangano tenía una, y todos parecían pensar que era hermosa”, sentencia en sus memorias. La actriz llegó seriamente a plantearse la operación estética, pero desechó la idea rápidamente por las complicaciones que podrían haber perjudicado a su salud y a su carrera. “Era demasiado arriesgado. ¿Y quién sabía lo que podría haberle hecho a mi voz? Una vez el médico me dijo que tenía el tabique desviado… tal vez por eso hablo como hablo”, escribe.

En las 992 páginas, Streisand, recordada por sus papeles en películas como Chica rara, Nace una estrella o Tal cómo éramos, también ha aprovechado para hablar de algunas de las presiones que vivió dentro de la industria del cine y la doble moral para los artistas. “Desearía poder decir que nada de esto me afectó, pero sí lo hizo. Después de estos años, todavía me duelen los insultos y ni siquiera creo que los elogios que he recibido a lo largo de mi carrera sean reales”.

En 1964 la revista Time publicó en portada una foto de perfil que definía la nariz de la artista como “un santuario” que le daba a su rostro la “esencia de perro”, decía la publicación. “Supongo que cuando te vuelves famoso te conviertes en propiedad pública. Eres un objeto para ser examinado, fotografiado, analizado, disecado… y la mitad de las veces no reconozco a la persona que retratan. Nunca me he acostumbrado y trato de evitar leer algo sobre mí”, admite en su libro.

Barbra Streisand posa para un ‘photocall’ en Londres, en 1968.Andrew Maclear (Getty Images)

La estrella, que ha ganado la famosa combinación EGOT (Emmy, Grammy, Oscar y Tony), se sumerge en las décadas de su trabajo artístico en la industria de entretenimiento. Pero también en sus relaciones sentimentales y laborales, que van de la mano en la historia de su vida. En el libro comparte las anécdotas de las grabaciones de sus películas, donde compartió momentos con Marlon Brando; e incluso los primeros coqueteos con James Brolin, quien se convirtió en su tercer esposo en 1998. “James y yo nos conocimos en un punto de mi vida en el que básicamente ya me había dado por vencida en el amor. Y, francamente, estaba bien sola. Tenía mi hijo, grandes amigos que me daban compañía, mi trabajo era significativo, y amaba mi nueva casa en Malibú con vista al océano”, escribe.

Además, múltiples curiosidades sobre la artista han salido a la luz con la publicación de sus memorias. La cantante revela cómo pidió personalmente al director de Apple, Tim Cook, que el asistente virtual Siri pronunciara correctamente su apellido. “Mi nombre no se escribe con ‘Z’ sino con ‘S’, como arena de la playa en inglés ‘sand’. ¿Puede ser más sencillo?”. En pocos días, Cook hizo que cambiaran la pronunciación del robot virtual. “Es una de las ventajas de la fama”.

“No me he divertido mucho a lo largo de mi vida, y quiero divertirme más”, sentenció después de ser preguntada por su futuro en la presentación del libro, este lunes en Londres. “Quiero vivir mi vida. Quiero subirme a la camioneta de mi marido y simplemente pasear, dar vueltas, con suerte, con los niños en algún lugar cerca de nosotros, cuando vengan. Les encanta jugar con los perros, nos divertimos”, concluye.



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