“Aportaré todo lo que tengo”

“Aportaré todo lo que tengo”


Las mejores temporadas de la carrera de José Ureña fueron cuando Juan Nieves era su coach de pitcheo en Miami, incluyendo la vez que el dominicano ganó 14 juegos en el 2017. Cuando Ureña estaba en búsqueda de una nueva oportunidad en este receso de temporada, tras pasar toda su carrera de seis años con los Marlins, ver a Nieves como el nuevo coach de pitcheo auxiliar de Detroit fue un alivio.

“Influyó mucho”, dijo Ureña, al hablar con los periodistas de Detroit en una video conferencia, tras pactar por un año y US$3.25 millones con los Tigres la semana pasada. “La manera en la que trabajamos en esos años, cada que salíamos queríamos mantener el mismo ritmo, dar la pelea y atacar a mi manera”, narra Jason Beck en las páginas de MLB.com.

Nieves no fue el factor principal en su decisión, pero lo ayudó a sentirse más cómodo con mudarse a la Liga Americana.

“No tengo nada en mente sobre a dónde quiero llegar”, dijo. “Lo más importante era buscar una oportunidad y poder ayudar. Incluso con todos esos chicos ascendiendo, aportaré todo lo que tengo. Podemos ayudarnos los unos a los otros y seguir adelante”.

Un aspecto positivo de la temporada pasada, a pesar de los resultados, fue la ampliación de su arsenal, luego de que los contrarios comenzaran a esperar su sinker

Ureña tuvo 1.9 victorias por encima del reemplazo (según Baseball-Reference) en el 2019 y 2018, ambas campañas con Nieves como coach de bateo, convirtiéndose en el abridor del Día Inaugural antes de que las lesiones e inconsistencias lo plagaran en los dos últimos años. Los Marlins no le ofrecieron contrato a Ureña en este receso de campaña, tras tener registro de 4-13 con efectividad de 5.25 entre el 2019 y 2020. Los Tigres no sólo le ofrecieron una oportunidad para convertirse nuevamente en abridor, sino también de recuperarse.

La acortada temporada del 2020 fue una pesadilla para Ureña, quien no pudo hacer su primera apertura por seguir protocolos del COVID-19, y no debutó hasta septiembre. Sólo hizo cinco aperturas y salió de su última tras un tercio de entrada tras recibir un pelotazo que le fracturó el antebrazo derecho.

El antebrazo del dominicano ya está recuperado y actualmente está cumpliendo un programa para lanzar. Ahora, buscará retomar su antigua forma.

“Si miras el 2017 y 2018, es una idea de cuando estoy saludable y completo. En el 2019 y 2020 ocurrieron muchas cosas. Para mí, si puedo salir y estar en salud, mientras más tiempo esté en el terreno, jugando y compitiendo mejor”.

Un aspecto positivo de la temporada pasada, a pesar de los resultados, fue la ampliación de su arsenal, luego de que los contrarios comenzaran a esperar su sinker ubicada a mediados de las 90 mph. Cuando Ureña ganó 14 encuentros en el 2017, utilizó sus rectas de cuatro y dos costuras casi con la misma frecuencia que su slider. En los dos años próximos, la de dos costuras ocupó casi el doble de sus pitcheos, en un intento por atacar más a los bateadores y generar más roletazos, para ir más lejos en los juegos. Los contrarios le batearon la sinker con un promedio de .320 y slugging de .495 en el 2019.

La temporada pasada se trató más de un regreso a su forma. Aunque su sinker seguía siendo su pitcheo dominante, su slider ganó más importancia y desempolvó su recta de cuatro costuras.

“Abrimos un poco más la zona, atacándola con la recta de cuatro costuras en la esquina de afuera de la zona, y vimos una gran diferencia cuando utilizamos la slider”, dijo Ureña. “Eso nos ayudó mucho”.



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