Animales escapados, muertes… El zoo que ha acabado convirtiéndose en una pesadilla

20MINUTOS.ES

  • Dean y Tracy Tweedy vieron cómo dos de los linces del zoo fallecieron en diversas circunstancias.
  • El testimonio de un exempleado sobre el trato que recibían los animales comprometió su imagen pública.

Borth Zoo

La familia Tweedy —Dean Tweedy y su mujer Tracy— abrieron un zoológico en Borth (Gales) tras vender su casa de Kent (Reino Unido). El negocio comenzó con el nombre de ‘Borth Animalarium’ en la década de los 80, aunque cambió para ser ‘Borth Wild Animal Kingdom’. En la actualidad, acoge alrededor de 300 animales, entre los que se encuentran leones y pitones birmanas de más de 6 metros, según publicó el diario ‘The Guardian’.

Ambos esperaban de Borth que fuera, no solo un lugar donde emprender su negocio con los animales, sino también un sitio idílico para criar a sus hijos. «Sería un santuario para los animales y para la gente», afirman al diario inglés. Sin embargo, pronto comenzaron los problemas.

Un lince, de nombre Lillith, se escapó del recinto en octubre del pasado 2017 —hecho que fue recogido por medios internacionales como el propio ‘The Guardian’—, desencadenando indirectamente una serie de malas noticias para el zoológico: deudas, un conflicto familiar, y muertes. «Demasiadas cosas para lo que supone la compra de un pequeño zoo en una ciudad costera», afirma Tracy.

Dos animales fallecidos

Después de 10 días y varios intentos fallidos a la hora de dar con el animal, los Tweedy recibieron una llamada desde el condado de Ceredigion que les informaba de que el animal había muerto tras un disparo. La fatal noticia fue  «devastadora» para ambos. Según sus propias palabras, «nuestro mundo comenzó a colapsar a partir de ese momento».

A partir de este hecho, las sucesivas inspecciones provocaron que la familia llevara a cabo hasta 120 nuevas mejoras en el zoo. Algunas de ellas, fundamentales para que el negocio mantuviera su licencia de tipo uno.

Durante las dos primeras semanas de trabajos de mejora, otro lince resultó muerto. Se trataba de Nilly, quien fue estrangulado de manera involuntaria cuando intentaban moverla del recinto. Dean lamentó este hecho y ha alegado que «era un método legítimo en determinados casos».

Los antiguos dueños afirmaron que la pareja estaba «destruyendo» el zoo. A su vez, un colectivo de granjeros realizaron una campaña a nivel nacional para reintroducir al lince en la naturaleza a partir de la huida y muerte de Lillith, el primero de los linces. Desde esa sociación, cuyo nombre es ‘Lynx UK trust’se afirmó que «los niveles de incompetencia e ineptitud» de los Tweedy eran «impresionantes».

El dinero fue otro de los problemas que golpearon a la familia. Tras cinco meses de cierre, en los que se terminaron de llevar a cabo las numerosas mejoras, los ingresos bajaron considerablemente.

Testimonio comprometedor

Uno de los cuidadores, llamado Mark Anthony, confesó a la prensa que otros animales habían muerto por negligencia y malas condiciones. Según él, murieron un mono ardilla, de nombre Dana; un mono africano y un emú. Este último, como el lince Lillith, se había fugado con anterioridad, según la versión que Antohny dio a la prensa. Por su parte, Tracy Tweedy confirma estas muertes, pero niega las acusaciones de maltrato.

Ahora el zoo se prepara para afrontar el invierno mientras que trabajan para solventar sus deudas. Tracy no desiste y espera revitalizar el zoológico. Ante la pregunta de si se arrepiente de haberlo adquirido, ella responde que «no». Más aún, afirma que todavía ve «futuro» y cree que el zoo puede acabar siendo un espacio «donde la gente pueda relajarse y estar con los animales en un entorno aceptable».

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