Alarma en China ante la detección de nuevos brotes de Covid pese a los férreos controles

Las alarmas se han encendido en China. El gigante asiático, que en las últimas semanas parecía mantener a raya la pandemia del coronavirus con pruebas de detección masivas y un férreo control mediante confinamientos localizados, ha visto un crecimiento de los contagios locales que preocupa a las autoridades.

El sábado, China detectó 22 nuevos casos de Covid, 10 procedentes del exterior y 12 de transmisión local —siete en la provincia nororiental de Liaoning y cinco en la capital, Pekín—.

Se trata del mayor número de contagios locales registrados en China en los últimos dos meses, desde que el 28 de octubre se contabilizasen 23 casos de este tipo en el pequeño rebrote que se produjo entonces en la región occidental de Xinjiang.

En la provincia de Liaoning se afronta igualmente un pequeño brote que se detectó el pasado 15 de diciembre en la ciudad portuaria de Dalian y por el que se han realizado ya casi 5 millones de pruebas de ácido nucleico entre su población.

Aunque a priori no parece un gran incremento, los cinco casos registrados el sábado en el distrito residencial de Shuny, en el norte de Pekín, llevaron a confinar dos áreas del mismo y a declarar el nivel de emergencia epidémica de «tiempo de guerra» en esa zona de la capital. 

Asimismo, las autoridades sanitarias municipales prevén realizar más de 800.000 test de coronavirus entre los habitantes de ese distrito de Pekín.

«Tenemos muchos casos esporádicos en Pekín y existe un alto riesgo de propagación de la epidemia«, aseguró el sábado el portavoz del Gobierno de la capital, Xu Hejian.

El portavoz indicó además que tienen que «permanecer vigilantes» y «hacer todo lo posible» para prevenir la propagación del virus, reduciendo el flujo de la población y evitando congregaciones» tanto ahora como de cara a las festividades del Año Nuevo Chino en febrero, cuando se prevé un gran aumento de la movilidad en todo el país.



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