Agresión ambiental, una «bomba de tiempo» para la salud global – el Nacional

Agresión medio ambiente, “bomba de relojería” para la salud global


Madrid, 6 de octubre EFE.- Los científicos y médicos consultados por EFE coinciden en señalar que la dinámica actual de agresión al medio ambiente y por tanto la crisis climática es una «bomba de tiempo» para la salud global. A mitad de camino de la Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático COP26, en Glasgow (Reino Unido), y con la pandemia de covid aún presente, el ecólogo español y profesor investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Fernando Valladares nos recuerda que si protegemos la biodiversidad, protegemos la salud.

Así de sencillo, porque una rica biodiversidad «ayuda a distribuir la carga viral entre las distintas especies y entre los individuos de esas especies y por tanto se atenúan los contagios».

En definitiva, sirve como vacuna natural contra todo tipo de virus y la zoonosis representa hoy en día «el 70% de las enfermedades emergentes», refiere este investigador del CSIC de España. Se estima que en la naturaleza existen unos 800.000 virus con la capacidad potencial de saltar a los humanos e infectar a la población y «Naciones Unidas -concluye- no sabe dónde ni cuándo puede aparecer el próximo patógeno». También la neumóloga y directora de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), Cristina Martínez, coincide en que es una bomba de relojería.

El cambio climático, comenta, ya está provocando fenómenos meteorológicos extremos, inundaciones, olas de calor y sequías, extinción de especies, derretimiento del hielo polar y aumento del nivel del mar. «Y la suma de todos estos factores afecta la salud».

Desde esta sociedad científica explican que respiramos alrededor de 2.800 veces al día y en cada inspiración además de oxígeno y nitrógeno gaseoso, nuestros pulmones inhalan otras sustancias y partículas de contaminación de automóviles, industrias, construcción y otras fuentes relacionadas con la actividad humana. Por lo tanto, las personas que viven con un alto nivel de contaminación son más propensas al deterioro prematuro de los pulmones y al desarrollo de enfermedades respiratorias crónicas.

Los altos niveles de contaminación del aire también pueden causar exacerbaciones en personas con asma o enfermedad pulmonar obstructiva crónica.

Además, las enfermedades pulmonares relacionadas con la contaminación del aire aumentan el riesgo de trastornos cardíacos y de los vasos sanguíneos y pueden aumentar el riesgo de cáncer de pulmón. “Hay otros aspectos que se consideran o se habla menos, como, por ejemplo, el mercurio que acaba en el mar, que los peces ingieren y luego nos los comemos”, añade Joan Grimalt, director del Instituto de Diagnóstico Ambiental. y Estudios del Agua (IDAEA) de España. También apunta a toda una gama de plagas que pueden reaparecer cuando aparecen especies en territorios que no son los suyos, como el mosquito tigre, que transmite el dengue.

Las zonas árticas también son áreas de alto riesgo potencial, debido al peligro de derretir el permafrost o la capa de suelo permanentemente congelada. En esta capa, advierte, puede haber bacterias y virus retenidos que quedaron atrapados en el pasado y al descongelarse existe la posibilidad de que contaminen a los humanos.

Con motivo de la COP26, la OMS ha publicado un informe sobre cambio climático y salud, en el que se recuerda que existe un creciente cuerpo de investigación que establece los múltiples e inseparables vínculos entre clima y salud.

En su presentación, Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS, afirmó que las mismas decisiones insostenibles «que están matando nuestro planeta están matando gente».

Por todos estos motivos, la organización de salud de Naciones Unidas ha pedido a todos los países que se comprometan a tomar medidas decisivas en la cumbre de Glasgow para limitar el calentamiento global a 1,5 grados centígrados. EFE

Por: Pilar González Moreno

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