Activismo en Honduras: Cuando defender los derechos humanos es caro | 3.500 millones | Planeta futuro

Hace unas semanas se celebró el Día Internacional de los Derechos Humanos (10 de diciembre), pero cada vez es más necesario que cada dos días del año se visibilice la labor de las personas que los defienden, junto con el medio ambiente y los recursos naturales.

El conflicto en torno a la defensa del agua, los alimentos o el medio ambiente conlleva una violación sistemática de los derechos de las personas que lo cuidan; que son asesinados, perseguidos o amenazados, Este riesgo se agrava en el caso de las mujeres y comunidades indígenas.

El último informe de Testigo mundial refleja cómo, a medida que la crisis climática se ha intensificado, la violencia ha aumentado contra quienes protegen y defienden sus hogares, tierras y medios de vida, los ecosistemas y la biodiversidad. El resultado ha sido una media de más de cuatro personas muertas cada semana en todo el mundo en 2020 (un total de 227).

También Michel Forst, Relator Especial de las Naciones Unidas para los Defensores, ha reiterado su preocupación por el “asombroso número de asesinatos, amenazas y casos de hostigamiento e intimidación” de personas defensoras de derechos humanos vinculadas al medio ambiente y el territorio.

Junto a las acciones de despojo de los recursos naturales, se ponen en marcha mecanismos y estrategias de persecución judicial y criminalización que tratan de desactivar y desacreditar los movimientos colectivos en un marco de impunidad de las empresas detrás y, en muchos casos, complicidad de las instituciones del Estado. como lo defienden varios activistas. DY, hondureño, critica que la justicia no se aplica a todos con el mismo estándar y se refiere al juicio que enfrentan varias personas para proteger los ríos San Pedro y Guapinol, en Honduras.

El reciente caso conocido como Guanipol es un claro ejemplo de violación del derecho humano al agua y su defensa. Actualmente hay ocho integrantes del Comité Municipal de Defensa de los Bienes Públicos y de Tocoa (CMDBCP) que llevan más de dos años en prisión por oponerse a un proyecto minero de la empresa Inversiones los Pinares en un área ambientalmente protegida que afectará gravemente los ríos San Pedro y Guapinol. Ya en 2018, cuando comenzaron los trabajos preliminares y la construcción de un camino que facilitaría el acceso a la zona, el agua del afluente ya no era aprovechable por la comunidad, que se movilizó organizando un campamento de resistencia y fue desalojada con violencia.

Hoy son ocho los defensores integrantes del Comité Municipal de Defensa de la Ciudadanía y la Propiedad de Tocoa que llevan más de dos años presos por oponerse a un proyecto minero

El encarcelamiento de estos activistas responde a una estrategia de intimidación y criminalización de todos aquellos que se oponen al proyecto, un encarcelamiento injusto y arbitrario -así también ha sido calificado por el Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias de Naciones Unidas- que ha llevado a la movilización de numerosos organizaciones sociales relacionadas con el medio ambiente y el derecho al agua.

Tal y como sostiene la campaña de apoyo a estos defensores, y con las consignas #GuapinolResiste, #LibertadparaGuapinol o #Aguaesvida, la lucha de Guapinol es una lucha por “la vida de los ríos y montañas que nos dan la vida. También es la vida de ocho activistas encarcelados ilegalmente por tener el coraje de unirse a su comunidad para proteger a sus familias y a las generaciones futuras”.

Es urgente insistir en la contribución que hacen los ambientalistas al disfrute de los derechos humanos, a la protección del medio ambiente y al desarrollo sostenible y debe hacerse sin perder de vista que sus actividades de protección son reconocidas internacionalmente.

Enmarcar el derecho a salvaguardar el agua o el territorio implica que debe garantizarse un entorno seguro y propicio que les permita realizar su trabajo sin trabas ni inseguridades. Este entramado de obligaciones es responsabilidad de los Estados, pero también de las empresas. Nada está por encima de la vida.



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