Taylor Swift ha desafiado a la industria y podría marcar un antes y un después, pero la fórmula dista mucho de ser perfecta


Hasta hace cosa de un mes, muchos creímos que las revoluciones cinematográficas de este 2023, al menos en lo que a impacto y taquilla respecta, serían las que componen el tío compuesto por Super Mario, Barbie y Oppenheimer. Pero no hay tres sin cuatro, y a estos tres bombazos indiscutibles debemos sumar una irrupción que, pese a no alcanzar cifras astronómicas como las de los títulos mencionados, se las ha apañado para poner patas arriba —y en duda— la industria.

Por supuesto, me estoy refiriendo a Taylor Swift, cuya película concierto ‘The Eras Tour’ lleva recaudados 123,5 millones de dólares en todo el mundo en el momento de teclear este párrafo —actualizaré más adelante con las cifras del segundo fin de semana—; 92,8 de los cuales han llegado de su estreno en Estados Unidos. Hasta aquí todo correcto pero, ¿qué tiene de especial y revolucionario todo esto?

Desafiando a la industria

Más allá del hecho de que una película concierto haya coronado la taquilla estadounidense y se haya colado automáticamente en el top 30 con lo mejor del año, superando a ‘Gran Turismo’, lo particular del asunto radica en su modelo de producción y distribución, que huye de las dinámicas tradicionales y que, en última instancia, ha costado al proyecto cumplir con las expectativas de recaudación que había puestas sobre él.

La clave de ‘The Eras Tour’ a nivel industrial es que Taylor Swift se ha marcado un Juan Palomo, produciendo bajo su propio sello Taylor Swift Productions y pactando una distribución que huye de intermediarios directamente con la cadena de exhibidores AMC. Esto, según un ejecutivo de estudio anónimo contactado por The Hollywood Reporter, hizo que la cinta «se dejase dinero sobre la mesa al no contar con profesionales para manejarlo».

En la otra cara de la moneda, Havid Herrin, fundador de la firma de investigación y análisis cinematográfico The Quorum, no duda en calificar la cinta de éxito:

«Incluso si la película hubiera tenido todos los recursos de marketing de un estudio, no estoy seguro de que la audiencia hubiera crecido. Es una audiencia limitada, y siento que los atrajo a todos».

Lo que sí ha quedado claro es que la aproximación de Swift al negocio cinematográfico puede marcar un antes y un después. Nada menos que Christopher Nolan ha aportado su punto de vista al respecto durante un evento en la City University of New York en el que, por supuesto, no ha dudado en reivindicar la gran pantalla.

«Taylor Swift está a punto de enseñar a los estudios, porque su película no está siendo distribuida por los estudios, la distribuye una cadena de cines, AMC, y va a ganar una cantidad enorme de dinero. Y esta es la cuestión, [la exhibición en cines] es un ventana y una forma de ver cosas y compartir historias o experiencias que es increíblemente valiosa. Y si [los estudios] no la quieren, alguien más la querrá. Esa es la verdad».

Cuestión de etiqueta

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No obstante, lo que se espera de una proyección en una sala de cine en lo que respecta a etiqueta, sumado a la promoción que tanto Swift como AMC hicieron de ‘The Eras Tour’ instando al público a cantar y bailar durante sus más de dos horas y media de duración, podría haber afectado negativamente a la taquilla. Concretamente, según un ejecutivo de un estudio, «Los adultos más mayores en particular podrían haberse echado atrás por esto y decidido no ir a verla».

Si tenemos en cuenta que sólo el 18% de los espectadores mayores de edad superaban los 35 años, y que según una encuesta de Morning Concert, la generación X y los Baby Boomers componen un 21% y un 23% respectivamente de la fan base de Taylor Swift, la teoría empieza a cobrar sentido; más aún después de ver algunas muestras de lo que ha acontecido en algunas salas durante el fin de semana de estreno.

Slack Imgs
Slack Imgs

Como era de esperar, las redes sociales se han llenado de no pocos vídeos en los que fans celebraban el evento cinematográfico y en los que algunos otros lamentaban haber comprado una entrada. Por ejemplo, ellie —@catchfireswift en X—, publicó un vídeo de tres segundos en el que podía verse a un grupo de gente cantando y bailando con las linternas de sus móviles encendidas, acompañado del texto «Estoy en la peor proyección de la historia, no puedo ni escuchar a Taylor».

Estos casos hicieron que la propia cadena AMC emitiese un comunicado con recomendaciones para los Swifties con más ganas de juerga:

«Animamos a bailar y cantar durante este evento de película concierto, pero por favor, no bailes en nuestros asientos ni bloquees la vista de otros espectadores, el paso, o la salida de la sala de forma segura».

Pese a todo, conociendo cómo funciona Hollywood, es de esperar que este tipo de productos empiecen a proliferar como hongos. Lo dice el sentido común y lo corrobora la fuente de THR relacionada con el negocio de la exhibición:

«Habrá más de estos el año que viene con todo el mundo intentando obtener los mismos beneficios. En términos generales, me alegra que haya sucedido porque fue un regalo con unas grandes cifras de apertura que llevó a la gente al cine. Pero creo que hay mucho que aprender y tener en cuenta durante las próximas semanas y meses».

Por el momento, sólo nos queda esperar para ver si el fenómeno ‘The Eras Tour’ continúa imbatible en su segundo fin de semana frente a ‘Los asesinos de la luna’ de Martin Scorsese o si, por otro lado, su público potencial ya ha fichado y la magia desaparece sin progresión alguna. Las predicciones dicen que Taylor se impondrá a Marty, así que el lunes haremos cuentas.

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