La apasionante serie de Netflix que ha unido a la crítica con una puntuación perfecta y nos ha pillado a todos por sorpresa


Nos guste más o menos, vivimos bajo la dictadura de Rotten Tomatoes y el consabido epíteto de «La serie del año». Es normal, de hecho, tener la impresión de que cada semana tenemos tres o cuatro «series del año imprescindibles». Sin embargo, la que hoy os mostramos no solo estará seguro en muchas listas de fin de año (en la mía os puedo asegurar que sí), sino que, además, es una de estas maravillosas sorpresas que uno no espera y que acaban enamorándote. ¿Habéis empezado ya en Netflix con ‘Mi reno de peluche’?

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De la risa al llanto

En su primer episodio, parece que ‘Mi reno de peluche’ va a ser una comedia amarga sobre una acosadora que persigue a un cómico fracasado que trabaja poniendo copas en un bar. Sin embargo, el piloto es solo un caramelito envenenado para, al igual que ya pasaba en ‘Fleabag’, contar otra historia muchísimo más dura y dolorosa: la de la vida repleta de errores de un protagonista con un pasado que solo se desvelará a su debido tiempo

‘Mi reno de peluche’ habla del trauma, del dolor, de nuestra incapacidad para ser felices, de la violencia sexual (hacia los hombres, en este caso) y de una sociedad en la que la falta de salud mental campa a sus anchas sin que nadie se lo tome realmente en serio. Es una auténtica maravilla que me ha tenido pegado al sillón (al menos hasta el cuarto episodio de los siete que tiene) y, francamente, me parece la primera gran serie del año más allá de efectismos high-concept.

Y, claro, se ha llevado el premio crítico: actualmente tiene un 100% en Rotten Tomatoes (junto a un más que increíble 87% de público), y en Metacritic la crítica le concede un 86% (o sea, un notable alto). Puede que no os apetezca una historia como la de ‘Mi reno de peluche’ después de un día duro en el trabajo, buscando simple entretenimiento, pero si estáis preparados para una serie británica profunda, inteligente, editada con maestría y que os deje la sensación de no haber visto nunca nada igual, esto es lo que estáis buscando.

Porque, al final, incluso cuando menos lo esperamos, siempre aparece algo que nos recuerda por qué amamos la televisión.

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