«Con el dolor de mi corazón, escojo el exilio». Mohammad Rasoulof huye de la cárcel en Irán para presentar su nueva película en Cannes


Poco a poco, el cine iraní ha ido saliendo de su aparente (solo aparente) carcasa de lentitud y preciosismo para centrarse en mostrar al resto del mundo los problemas del régimen en el que están envueltos… Aunque para ello varios directores se hayan tenido que enfrentar a la justicia. De hecho, personas como Saeed Roustayi, Zar Amir Ebrahimi o Jafar Panahi se han visto obligadas a mirar cara a cara a la justicia iraní, y a esos nombres podemos añadir uno nuevo: el de Mohammad Rasoulof, que ha utilizado el Festival de Cannes para huir de Irán.

Irán y no volverán

El director ha presentado como última película de la sección oficial ‘Seed of the sacred fig’ (que, por cierto, ha gustado muchísimo), cuya existencia desconocían en Irán hasta el momento de aparecer en la programación. Según ha declarado a IndieWire, su miedo no es por él mismo, sino el equipo y el reparto de la película, a los que han prohibido salir de Irán y que han sido acosados por las autoridades, que, mientras, llevan meses tratando de presionar al festival para que no la muestre.

De hecho, la película se ha rodado en absoluto secreto (como Panahi hacía las suyas antes de ser detenido), al igual que hizo con ‘La vida de los demás’, que en 2020 ganó el Oso de Oro en Berlín. En aquel momento, de hecho, no pudo asistir porque el gobierno había requisado su pasaporte. Por más que las autoridades iraníes hayan intentado pararle, lo cierto es que Rasoulof se ha jugado su futuro acudiendo a Cannes en persona.

Si vuelve a Irán, le esperan ocho años de cárcel, así que la decisión, según ha desvelado en un comunicado enviado a las agencias europeas, era obvia: «Tenía que elegir entre la prisión y dejar irán. Con el dolor de mi corazón, escojo el exilio. La República Islámica confiscó mi pasaporte en septiembre de 2017, Así pues, tuve que huir de Irán en secreto». Ahora vive en Alemania, donde, en el momento de su huida, se estaba terminando de editar ‘Seed of the sacred fig’.

¿Y cómo huyó? Lo cuenta en The Hollywood Reporter: por una ruta secreta a través de las montañas de la que había oído hablar a sus compañeros de celda cuando le detuvieron en 2022: «En retrospectiva, creo que tuve mucha suerte y un gran privilegio al ir a prisión porque allí es donde conocí gente, gente muy útil, que me ayudó a cruzar la frontera. No podría haberlo hecho de otra manera», asegura.

Seed
Seed

Pero, ¿qué es lo que incomoda tanto al régimen iraní? Pues básicamente que rompe con todas sus normas sobre la censura: muestra a las protagonistas (actrices que han huido de Irán por miedo a las repercusiones) sin hijab, es crítico con el poder y, además, enseña a la policía pegando, arrastrando por el suelo y deteniendo a mujeres y adolescentes que asistieron a la manifestación Women, Life, Freedom. Hay motivos para luchar con una cámara al hombro.

«Claro que el régimen puede llegar a mí si quiere. Al mismo tiempo, intento no pensar en ello. Nunca olvidaré que la República Islámica es terrorista. Y el terror tiene diferentes maneras de aplicarse: pueden reprimir a la gente físicamente, y destruirles a través de sus medios, sus mentiras y su discurso. Es algo que llevo dentro de mí siempre. No me olvido de quién es el adversario.»

Foto de portada | Sameer Al-Doumy

En Espinof | ‘La ley de Teherán’: desde Irán nos llega una de las grandes películas del año, tan complicada de digerir como brillante en términos cinematográficos

En Espinof | Las 13 mejores películas de 2024



Fuente