Significado de la Luna llena

La Luna llena, cuyo nombre real es plenilunio, es la fase que la astronomía considera como que su hemisferio es totalmente visible desde la Tierra, es decir, recibe y refleja toda la luz que le llega del Sol. Sin embargo, los humanos hemos creado un buen número de significados al respecto, aunque aquí nos centraremos en su sentido cósmico y meramente natural.

Se produce el fenómeno de Luna llena cuando nuestro planeta se posiciona con exactitud entre el Sol y nuestro único astro natural. Ya que este no tiene luz propia, la que vemos es la que refleja del astro rey, que en ese momento recibe y nos ‘envía’ toda para observarla como un disco casi perfectamente redondo.

El fenómeno del plenilunio se produce cada 27,3 días exactamente. Es decir, que entre uno y otro, se produce lo que se ha dado a conocer como ciclo lunar o mes sideral.

En este fenómeno hemos de recordar la importancia del movimiento de traslación de la Tierra, es decir, el tiempo que nuestro planeta tarda en completar una órbita alrededor del Sol. Durante este tiempo, la Luna siempre orbita a la Tierra, necesitando aproximadamente dos días para posicionarse perfectamente frente a la estrella con nuestro mundo situado en posición óptima, hecho que se produce cada 28,5 días aproximadamente. Este fenómeno se considera como mes sinódico.

Más información sobre la Luna llena

Vemos cada Luna llena casi cada mes, y el fenómeno dura aproximadamente una noche completa, al menos, eso es lo que nuestros ojos reciben.

Junto a esto, sabemos que nuestro satélite pasa por otras fases a lo largo de los meses. Es decir, la Luna nueva, cuando está prácticamente oscura y apenas vemos la luz que refleja, cuarto creciente cuando se acerca a su máximo de Luna llena y cuarto menguante cuando ya ha pasado la llena.

No obstante, nada se ha podido demostrar al respecto de que la Luna llena nos afecta. Desde luego, es evidente que nadie se convierte en hombre lobo. Sin embargo, se considera que aumentan los partos, los accidentes de tráfico o el índice de criminalidad. Aun así, no hay base científica para afirmar nada de ello.

En ciertas épocas se ha considerado que este fenómeno del plenilunio aumenta la propensión a la demencia y el insomnio, de ahí que se haya acuñado el término de lunático. Pero no, nadie es licántropo ni se vuelve más ‘loco’ en estas noches. Son meras supercherías sin base científica alguna.

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