Pueden Las Frutas y La Vitamina B6 Prevenir La Depresión y La Ansiedad


Según las estadísticas de la OMS del año 2020, más de 264 millones de personas a nivel mundial padecen depresión. Ciertos estudios han demostrado, que los tipos de alimentos y suplementos dietéticos consumidos son determinantes sobre la depresión.

Dentro de ellos destacan la vitamina B6 y frutas. De hecho, estudios recientes han logrado corroborar que pueden ayudar a prevenir tanto la depresión como la ansiedad.

De este tema, que afecta a muchas personas, voy a hablar a solicitud de Layla, una seguidora de Maryland. Ella es una joven universitaria, que a mediados de verano sufrió un desengaño amoroso. Desde entonces, Layla optó por aislarse de sus amigas, dejar de socializar y autocompadecerse.

Asimismo, utilizó antidepresivos porque se sentía anímicamente muy mal, sin embargo al poco tiempo le produjeron dolor de cabeza y problemas para conciliar el sueño.

A raíz de estos inconvenientes ella decidió comunicarse conmigo a los fines de solicitarme algunas estrategias para combatir la depresión. Ella quería principalmente, que fuesen alternativas naturales o farmacéuticas.

Las estrategias naturales para tratar la depresión y ansiedad han sido una práctica común en diversos lugares del mundo. Por ello, consideré importante compartir esta información en mi página.

Generalidades acerca de la depresión y la ansiedad

La depresión es considerada un trastorno cerebral originado po múltiples causas. A saber, factores psicológicos, ambientales, biológicos y genéticos. Sin embargo, es común que comience a presentarse desde la adolescencia y en adultos jóvenes.

Según los expertos, la edad adulta emergente es considerada la etapa donde aparecen con frecuencia ciertos problemas de salud mental. Es frecuente, que en esta etapa de la vida del 30 al 40% de las personas de los países de altos ingresos realicen estudios universitarios.

Ello implica, que se encuentren inmersos en una serie de situaciones estresantes relacionadas con las exigencias académicas. Entre ellas destacan horarios extendidos de clases, extensos planes de estudio, una gran carga de trabajo y evaluaciones frecuentes.

A esto se suman ciertos factores psicosociales como el miedo al fracaso, planificación del futuro como adulto, además de la presión para tener éxito en un mercado laboral competitivo.

Este trastorno posee una variedad de causas, incluyendo factores genéticos, biológicos, ambientales y psicológicos. Se ha observado, que la depresión puede presentarse a cualquier edad, siendo más frecuente entre las mujeres.

Incluso, algunas mujeres pueden sufrir depresión posparto tras el nacimiento del bebé. Ciertas personas llegan a padecer de trastorno afectivo estacional durante la estación de invierno. Asimismo, se ha observado que la depresión forma parte del trastorno bipolar.

Cuando los elementos detonantes del estrés se combinan pueden acarrear diversos problemas de salud mental. La depresión es considerada una enfermedad médica grave. De hecho, va más allá de sentir tristeza o melancolía de forma frecuente a lo largo de algunos días.

Síntomas más frecuentes de los procesos depresivos

Cabe destacar, que la depresión suele estar acompañada de sentimientos persistentes que afectan negativamente la vida cotidiana. Por lo general, los síntomas de la depresión suelen ser complejos, además de variar significativamente entre una persona y otra.

Síntomas más frecuentes de los procesos depresivos

De acuerdo a los expertos, los síntomas pueden permanecer incluso hasta meses. Se ha observado, que sus efectos interfieren negativamente en las relaciones familiares, vida social y ámbito laboral.

La depresión es el resultado de interacciones complejas entre factores sociales, psicológicos y biológicos. Quienes han pasado por circunstancias vitales adversas (desempleo, luto, eventos traumáticos) tienen más probabilidades de sufrir depresión.

Dentro de los síntomas de depresión más comunes destacan:

Sociales

  • Problemas relacionales en el trabajo, hogar y vida familiar
  • Disminución de las actividades sociales
  • Desmotivación por los hobbies y asuntos de interés
  • Distanciamiento de las amistades.

Físicos

  • Disminución o incremento excesivo del apetito
  • Ralentización del movimiento y el habla
  • Dolores generalizados inexplicables
  • Reducción o pérdida del deseo sexual (líbido)
  • Procesos de estreñimiento
  • Bajos niveles de energía
  • Presencia de trastornos de sueño (problemas para conciliar el sueño o despertarse muy temprano).

Psicológicos

  • Falta de ánimo y tristeza permanente
  • Baja autoestima
  • Desesperación e impotencia
  • Llantos sin razón aparente
  • Sentirse culpable
  • Mostrar irritación e intolerancia con las personas
  • Alto nivel de indecisión
  • Dificultad para concentrarse
  • Bajo disfrute de las situaciones cotidianas de la vida
  • Elevados niveles de preocupación y ansiedad
  • Conducta suicida.

¿Cómo se clasifica la depresión?

Por lo general, la depresión es un proceso que suele aparecer de forma gradual. La mayoría de las veces quienes la padecen no logran percibirlo, sino hasta que alguien cercano se los comunica. Por lo general, los médicos suelen diagnosticar distintos tipos de trastornos de índole depresivo.

Vale destacar, que el término depresión es empleado principalmente para indicar la presencia de algún trastorno depresivo. La quinta edición del Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (DSM-5), especifica ciertos trastornos considerando síntomas específicos. Dentro de ellos destacan:

  • Depresión mayor (trastorno unipolar): quienes lo padecen presentan un aspecto triste, ojos llorosos, postura encorvada, ceño fruncido, realizan poco contacto visual y presentan las comisuras de los labios caídas. Además, pierden la expresión facial, emplean muchos monosílabos al hablar y disminuyen su movilidad corporal
  • Trastorno depresivo persistente: es denominado también distimia y se refiere  a la depresión que posee una duración de al menos un par de años. Los síntomas por lo general inician de forma insidiosa (sigilosa) durante la adolescencia, pudiendo durar muchos años o décadas.
  • Trastorno disruptivo de la regulación del estado de ánimo: es una afección consistente en arrebatos frecuentes e intensos de ira, mal temperamento e irritabilidad, experimentada por niños y adolescentes
  • Trastorno disfórico premenstrual: se caracteriza por la presencia de problemas graves del estado de ánimo antes de la menstruación. Generalmente ocasionan molestias más intensas que el típico síndrome premenstrual
  • Depresión periparto: es la presencia de episodios depresivos menores o mayores que ocurren durante la gestación. También suelen presentarse durante el primer año posparto
  • Trastorno del estado de ánimo inducido por sustancias: se consideran cambios mentales (síndromes psicóticos temporarios) producidos por el uso o la abstinencia de sustancias (fármacos anticolinérgicos, corticosteroides y alcohol).

Vitamina B6 y depresión

Una investigación reciente demostró, que ingerir suplementos de vitamina B6 (piridoxina) en dosis elevadas, podría disminuir la ansiedad y depresión.

Dicho estudio fue publicado en la revista Human Psychopharmacology: Clinical and Experimental. Por medio de él se aportan pruebas fehacientes, que apoyan el empleo de suplementos que modifican los niveles de actividad cerebral para prevenir o tratar desequilibrios del estado de ánimo.

Vitamina B6 y depresión

El Dr. David Field, autor principal, afirmó que el funcionamiento cerebral se asocia a un delicado equilibrio entre las neuronas transportadoras de información y las inhibidoras, evitando una actividad descontrolada.

Asimismo, de acuerdo a teorías formuladas recientemente, se ha logrado asociar una elevada actividad cerebral con afecciones neuropsiquiatricas. Ello incluye, algunos trastornos del estado de ánimo.

De acuerdo a los especialistas, la vitamina B6 juega un papel determinante en la producción de un mensajero bioquímico específico, que posee la capacidad de inhibir los impulsos cerebrales. De acuerdo al estudio mencionado se observó un efecto de este compuesto sobre la reducción de los niveles de ansiedad.

Específicamente, este compuesto es conocido como ácido gamma-aminobutírico o GABA y posee la capacidad de bloquear los impulsos producidos entre las neuronas.

La vitamina B6 y su derivado piridoxal-5-fosfato (PLP) son esenciales en más de cien enzimas involucradas en el metabolismo de las proteínas. Se sabe además, que la vitamina B6 y el PLP, participan en procesos biológicos esenciales.

Entre ellos destacan, la biosíntesis de la hemoglobina y amino ácidos. Igualmente, juegan un papel destacado en el metabolismo de los ácidos grasos y carbohidratos.

Incluso el PLP también estimula la producción de una enzima, que cataliza la liberación de la glucosa a partir del glucógeno. Diversos estudios han demostrado, que la vitamina B6 influye en la reducción de la ansiedad y depresión.

Beneficios de las frutas

Un estudio publicado recientemente en el British Journal of Nutrition, mostró las bondades de la ingesta regular de frutas. De acuerdo a los investigadores, comer más fruta podría incidir en la mejoría de la salud mental y el alivio de la depresión.

De hecho, el consumo elevado de aperitivos salados se vinculó con incrementos de la ansiedad. Para los científicos, este tipo de investigación serviría para respaldar programas divulgativos para implementar una alimentación saludable.

Beneficios de las frutas

Este importante estudio contó con la participación de 428 adultos sanos de todo el Reino Unido. De acuerdo al resultado de las encuestas realizadas, se obtuvo una relación directa entre el consumo de fruta y los niveles de depresión.

Es decir, el consumo regular de fruta se relacionaba con menores niveles de depresión y una mejor salud mental.

Los investigadores lograron detectar, que el consumo habitual de alimentos salados, estuvo asociado con la aparición de mayor cantidad ansiedad y de lapsos mentales.

Dentro de los lapsos mentales destacaban la desmemoria acerca de tareas planificadas, pérdida de objetos e inconvenientes para recordar nombres.

Cabe destacar, que los resultados de esta investigación podrían servir de modelo para que los servicios de salud pública logren mejorar el desempeño a nivel físico y mental.

Según los científicos participantes se demostró, que la ingesta frecuente de frutas promueve una mayor salud psicológica. En cambio, cuando se ingieren frecuentemente bocadillos salados y pobres en nutrientes, se produce una menor salud psicológica y bienestar.

De acuerdo a este estudio, al ingerir alimentos con elevados contenidos de vitaminas y minerales, el cuerpo tiene mayor equilibrio y energía para enfrentar las exigencias diarias.

No obstante, al optar por ingerir alimentos procesados se mitiga el hambre, pero no se obtienen los micronutrientes necesarios. Este desequilibrio genera cansancio, ansiedad y depresión.

El secreto de las frutas y su efecto cerebral positivo

Según el Centro de Nutrición Humana del USDA en la Universidad de Tufts, ingerir ciertas frutas produce un efecto positivo a nivel cerebral.

Asimismo, podrían combatir diversas alteraciones cerebrales, incluyendo la pérdida de la memoria. Muchas frutas poseen diversos fitoquímicos con poderosos efectos antiinflamatorios, ansiolíticos y neuroprotectores.

Se ha establecido igualmente, que poseen diversas propiedades capaces de combatir los efectos nocivos del estrés oxidativo. Ello se debe a sus contenidos nutricionales como azúcares, fibra, vitaminas , minerales y diversos fitonutrientes.

Dentro de los más estudiados en diversos frutos con efecto nutracéutico destacan:

  • Naranjas: rutina y luteína
  • Granada: elagitaninos, delfinidina, cianidina, glucósidos de pelargonidina, catequinas, galocatequinas y prodelfinidinas
  • Fresas: Kaempferol, fisetina, matairesinol, secoisolariciresinol, ácido gálico, ácido elágico y ácido clorogénico
  • Cerezas: limoneno
  • Uvas rojas: proantocianidinas
  • Moras: ácido elágico
  • Arándanos: ácido clorogénico, secoisolariciresinol y pterostilbeno
  • Frambuesas: ácido elágico, quercetina, ácido gálico, cianidina, pelargonidinas, catequinas, kaempferol y ácido salicílico
  • Ciruela: luteína, cianidina
  • Ciruelas pasas: luteína, ácido ursólico
  • Plátano: dopamina y catequinas.

Concluyendo

De acuerdo a lo que se visualizó, la nutrición juega un rol determinante sobre la presencia de ciertos desequilibrios a nivel mental, que ocasionan episodios de estrés y ansiedad.

Según los especialistas en neurociencia, si deseamos mantener un estado mental saludable debemos vigilar lo que incluimos en nuestra dieta.

Estudios muy recientes han logrado establecer, que la ingesta de ciertas frutas posee efectos neuroactivos. Ello, además de mantener un estado cerebral adecuado, coadyuva a combatir ciertos procesos negativos como la depresión y la ansiedad.

Según los investigadores, esto se debe a la enorme riqueza de vitaminas, minerales y fitonutrientes contenidas en los frutos.

Asimismo, otros estudios han logrado determinar que la suplencia de vitamina B6 o piridoxina, estimulan la producción de un compuesto con capacidad de inhibir los impulsos cerebrales.

Dicho compuesto es conocido como ácido gamma-aminobutírico o GABA. Así, mediante una investigación reciente se demostró, que ingerir suplementos de vitamina B6 en dosis elevadas podría disminuir la ansiedad y depresión.

Para Layla la información recibida, la cual comparto en el post, le proporcionó mucho entusiasmo. Ella se comunicó conmigo y me expresó, que a lo largo de su vida no fue muy aficionada a la ingesta de frutas.

Aunque al observar que se han realizado diversos estudios, que demuestran su importancia decidió incluirlas en su dieta. Igualmente, decidió también emplear suplementos de vitamina B6.

Ella comprende, que el efecto de los nutrientes que ahora introduce en su dieta son graduales. Sin embargo, me comentó que luego de unas seis semanas de estarlos ingiriendo notó que podía dormir mucho mejor, y su estado de ánimo comenzaba a recuperarse.

Esto realmente me alegró mucho, y me hace admirar cada día a quienes luchan investigando incansablemente por hacer de mundo un lugar más humano y natural.

“La vitamina B6 ayuda al cuerpo a producir un mensajero químico específico que inhibe los impulsos en el cerebro y nuestro estudio relaciona este efecto calmante con la reducción de la ansiedad entre los participantes”

Dr. David Field

Universidad de Reading, Reino Unido

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