Pie De Atleta: Qué Es, Síntomas y Cómo Evitarlo


El pie de atleta es una afección muy común, que generalmente no suele causar problemas graves, sin embargo ocasiona escozor, agrietamiento y un aspecto poco atractivo de la piel. Muchas veces esta afección puede tratarse eficazmente con fármacos de venta libre e incluso con ciertos productos naturales.

Este problema es más frecuente en los hombres, aunque suele producirse también en las mujeres. Este es el caso de Adeline, una seguidora de Alabama. Ella es una joven muy dinámica, que desde niña fue afecta a la práctica de los deportes, en especial la natación y excursionismo.

Ella me comentaba, que muchas personas le criticaban abiertamente por su permanente empleo de sandalias. No obstante, ella lo hace porque detrás de esto se encontraban razones de peso. La principal es, que cuando empleaba zapatos cerrados la transpiración de sus pies favorecía la presencia de hongos.

Al conocer su situación logra solventarla con ciertos productos farmacéuticos tópicos. A pesar de ello, prefiere no estar atada a su empleo de por vida, y es allí cuando decidió contactarme. Ella me comentó que le encanta todo lo natural, por eso quiso mi asesoría con relación a ciertos tratamientos alternativos.

Así, a fin de honrar la solicitud de Adeline, preparé para ella un dossier acerca de esta infección. Allí incluí sus agentes causales, sintomatología y tratamientos empleados más frecuentemente, por supuesto haciendo énfasis en ciertos tratamientos naturales.

Dado que el pie de atleta es una afección muy recurrente, decidí compartir este artículo en mi página.

Generalidades acerca del pie de atleta

Esta infección, también denominada tiña del pie afecta la zona de la planta, hendiduras interdigitales de los dedos y uñas. La misma es ocasionada por un hongo dermatofito, que parasita los tejidos con alta presencia de queratina. Por esta razón pueden encontrarse en la piel, uñas y cabello.

Según los especialistas:

  • El 70% de las infecciones se producen por la especie Trichophytum rubrum.
  • Este hongo era endémico en diversos sitios de Australia, Asia y África. Actualmente se encuentra en América y en Europa.
  • Cerca del 10% de la población podría estar afectada por infecciones ocasionadas por hongos a nivel de las hendiduras de los dedos del pie.
  • Se puede atribuir esta infección al empleo de calzado oclusivo (impide la entrada de aire) durante un tiempo prolongado.

Asimismo, cuando se comparten las instalaciones de lavado de ropa, piscinas, duchas y baños comunitarios se eleva el riesgo de infección.

Se cree, que la oclusión de las hendiduras de los dedos del pie, además de la maceración y el incremento de las condiciones de humedad y temperatura favorecen la infección. Esto se debe a la producción de queratinasas por parte del hongo. Por medio de estas enzimas se desintegra la queratina de la piel, acelerando la infección.

En condiciones normales estas infecciones no producen casos de gravedad en personas sanas. Sin embargo, ocasionalmente ciertas bacterias oportunistas producen celulitis. Esto puede ser una condición grave en pacientes diabéticos o inmunodeprimidos.

Principalmente porque estas personas podrían llegar a presentar infecciones atípicas y localmente muy agresivas. Ello puede incluir extensas zonas con dermatitis, además de la presencia de abscesos subcutáneos.

Síntomas del pie de atleta

Los síntomas dependerán del tipo de infección, que padezca la persona. Entre ellas se puede mencionar:

  • Infección ulcerosa: este tipo de infección, es la condición menos frecuente que se produce. Se suelen observar llagas abiertas en las membranas de los dedos o planta de los pies. Esto puede ocasionar la presencia de extensas zonas con dermatitis, incluso la formación de abscesos subcutáneos
  • Infección de tipo vesicular: esta infección es la forma que ocurre con mayor frecuencia en la planta del pie. Sin embargo, puede presentarse en cualquiera otra zona del mismo. La característica común de este tipo de infección es la presencia de ampollas llenas de líquido (protuberancias o vesículas)
  • Infección de la membrana del dedo del pie: esta es considerada la infección más común producida por el pie de atleta. El daño suele ocurrir en la piel que se encuentra entre el cuarto dedo (anular) y quinto dedo (meñique). Por lo general la piel suele agrietarse, descamarse o cambiar de color
  • Infección de tipo mocasín (tinea hiperqueratósica crónica): esta infección manifiesta sus efectos en las plantas, bordes y talones de los pies, causando dolor que puede prolongarse durante días. Además de ello, la piel tiende a engrosarse y agrietarse
  • En contadas ocasiones ocurre infección en las uñas, pero cuando se produce acarrea su engrosamiento, ruptura en pequeños trozos y caída.

La infección ocasionada por estos hongos dermatofitos puede presentarse tanto en uno como en ambos pies. Y existen algunas condiciones generales, que también suelen presentarse. Entre ellas destacan:

  • Erupción de color rojo, que provoca un sarpullido pruriginoso entre los dedos
  • Presencia de pequeñas ampollas rojas localizadas mayormente en la planta y la membrana interdigital
  • Plantas y sectores laterales de los pies con resequedad y descamación permanente
  • Ulceraciones rojizas, que supuran líquido y presentan mal olor.

¿A quiénes afecta el pie de atleta?

El pie de atleta afecta a todo el mundo y el riesgo de contraer esta infección se incrementa con la edad. De acuerdo a los especialistas, entre el 3 y 15% de la población presentan pie de atleta. Además de ello, se estima que el 70% de la población lo padecerá en algún momento de su vida.

No obstante, afecta con mayor frecuencia a los hombres y a personas de cualquier edad, aunque es menos común en niños y mujeres.

Dentro de los factores de riesgo más frecuentes del pie de atleta se mencionan:

  • Presencia de diabetes
  • Sobrepeso y obesidad
  • Funcionamiento inadecuado del sistema inmunológico
  • Presencia de tejidos dañados o heridas a nivel de los pies
  • Habitar en lugares de clima cálido y húmedo
  • Padecer de pies sudorosos
  • No secarse adecuadamente los pies después de tomar un baño o ducha
  • Emplear de forma frecuente zapatos cerrados y apretados
  • No utilizar calzado de protección (chanclas o sandalias) en piscinas públicas y vestuarios
  • Ser una persona con el sistema inmunológico operando de forma deficiente
  • Presentar diabetes
  • Haber tenido esta infección en ocasiones anteriores.

¿Cómo evitar el contagio de pie de atleta?

De acuerdo a los especialistas de la Clínica Mayo existen algunas recomendaciones que pueden evitar contagiarte o impiden, que otras personas contraigan esta infección. Dentro de dichas recomendaciones destacan:

Permitir que los pies se aireen. Siempre que se pueda, emplear sandalias para que los pies “respiren” y logren mantenerse frescos y secos. Ello impide el crecimiento de los hongos

  • Asear los pies a diario, procurar emplear agua tibia y jabonosa. Es importante luego de lavarlos, enjuagarlos y  sequerlos adecuadamente, haciendo mucho hincapié en la zona interdigital. Es importante emplear polvos medicinales si la persona es propensa al padecimiento de pie de atleta
  • Mantener la disciplina en el cambio regular de calcetines. Es decir al menos una vez al día, sobre todo si se tiene tendencia a tener pies sudorosos. Cabe destacar, que los calcetines de algodón poseen un mayor poder de absorción que los de fibras sintéticas. De esta forma se puede también mantener los pies más secos
  • Es necesario alternar los zapatos a diario. Si se adopta esta disciplina, se evitará el pie de atleta. Recordar, que el  zapato mantiene la humedad, por ello al rotarlos tienen el tiempo suficiente para secarse adecuadamente
  • Al emplear lugares públicos como piscinas, duchas y baños es importante proteger los pies.  Se puede realizar empleando sandalias o bien zapatos impermeables
  • Es importante estar atento a los factores de riesgo de la propagación de esta infección. Por ello, es primordial no compartir zapatos, toallas, calcetines y ropa de cama con otras personas.

Tratamientos frecuentes empleados para el pie de atleta

De acuerdo a los especialistas, esta infección puede ser tratada con antifúngicos tópicos u orales, incluso combinando ambas presentaciones. Los fármacos tópicos suelen emplearse entre una y seis semanas.

El tratamiento más recomienda para este tipo de infecciones son los antimicóticos, que se emplean directamente sobre la zona afectada. El luliconazol (una formulación tópica de imidazol) se aplica una vez al día a lo largo de dos semanas.

Cuando la persona presenta la infección común entre los dedos se debe aplicar el tratamiento en las zonas interdigitales y en las plantas de los pies. Esto a los fines de evitar el contagio en la zona plantar. A su vez, quienes tienen infección tipo mocasín, debe aplicarse el tratamiento a ambos lados del pie y también en la planta.

Usualmente la naftifina en gel o crema al 2% está indicada para la infección interdigital en adultos y adolescentes.

Lamentablemente muchas veces ocurren recaídas, y el empleo de los antimicóticos debe prolongarse por un largo tiempo. De acuerdo a los especialistas, ciertos antimicóticos orales como el itraconazol y terbinafina son eficaces. Sin embargo, pueden ocasionar hepatoxicidad y reacciones de fotosensibilidad.  Es imprescindible buscar la causa del problema y enfocarse.

No deben emplearse durante el embarazo porque afectan el proceso reproductivo. Se ha sugerido, que a los fines de evitar las recidivas se tomen simultáneamente fármacos antifúngicos tópicos y orales.

Tratamientos alternativos empleados para combatir el pie de atleta

Aceite del árbol del té

El aceite del árbol del té (TTO) es un aceite esencial ampliamente reconocido. El mismo se extrae de una planta originaria de Australia cuyo nombre botánico es Melaleuca alternifolia. Se ha empleado como agente antiséptico tópico desde principios del siglo XX, especialmente para el tratamiento de diversas afecciones cutáneas.

El aceite del árbol del té ocasiona la destrucción de las membranas del hongo, evitando que produzca esporas. De acuerdo a un estudio, las soluciones de TTO en concentraciones del 25 y 50% funcionaron mejor, que el placebo para aliviar la infección de pie de atleta interdigital.

Asimismo, el TTO logró sanar la infección en el 64% de quienes lo emplearon. A su vez, solo el 31% de los que utilizaron un placebo se curaron. Incluso se logró determinar, que el TTO se comportaba con mayor eficacia que ciertos fármacos antifúngicos.

El empleo del aceite de árbol de té debe realizarse siempre con un aceite portador (oliva virgen extra, almendras o de coco virgen). Por lo general se emplea una cucharada de aceite portador de tu preferencia y se añaden cinco gotas de TTO, para luego masajear muy bien en los espacios interdigitales luego del baño y dejar actuar.

Se puede también hacer baños de pies con agua caliente agregando diez gotas de TTO, al agua de inmersión.

Es importante realizar una prueba de parche antes de realizar el tratamiento. El tratamiento debe abandonarse si se observan reacciones adversas como erupciones e inflamación.

Ajo

Un estudio publicado en Mycoses mostró, que el ajo posee importantes efectos antimicóticos. Se cree, que el mismo se debe a la presencia de ciertos compuestos organosulfurados, en especial un trisulfuro orgánico denominado ajoene.

De acuerdo a los resultados de este estudio una crema al 0,4% de ajoeno logró combatir y curar de forma clínica y micológica completa a 27 de 34 pacientes. Es decir, un 79% de efectividad en tan solo una semana de tratamiento tópico.

El resto de los participantes logró sanar el pie de atleta luego de una semana adicional de tratamiento. De acuerdo a los científicos esta alternativa puede prepararse de forma sencilla en extracto alcohólico. Esta condición es ideal, sobre todo para emplear esta alternativa en países de bajos ingresos.

Para acceder a este tratamiento solo debes añadir dos litros de agua tibia en un recipiente empleado exclusivamente para realizar el pediluvio. A esta agua le añades cuatro dientes grandes de ajo orgánico triturados y lo mezclas. Luego remoja tus pies por media hora.

Es importante realizar este procedimiento dos veces al día durante una semana para obtener resultados favorables.

Concluyendo

Como se pudo observar,  la infección denominada pie de atleta es causada por ciertos tipos de hongos, que son afines a la queratina encontrada en nuestros pies. Estos hongos denominados dermatofitos poseen formas de infección muy eficientes, y pueden permanecer mucho tiempo sobre ciertas superficies.

Por ello es vital caer en cuenta, que gran parte del problema del pie de atleta proviene de una higiene inadecuada.

Así, al pisar con el pie descalzo ciertos lugares públicos, enseguida, hay contagio con el hongo causante del pie de atleta. Además de ello, ciertas condiciones como la alta humedad y el calor de los pies en espacios cerrados como los zapatos, son la ecuación perfecta para su proliferación.

Muchos medicamentos farmacológicos cuando se emplean de forma combinada han demostrado mejores resultados, que empleados aisladamente. Vale destacar, que la asociación de dos antifúngicos orales ha sido incluso considerada de alto riesgo.

Ello debido a la posibilidad de que potencie la hepatotoxicidad y nefrotoxicidad. De allí la importancia de utilizar terapias alternativas, que permitan evitar daños a nuestro organismo en el mediano y largo plazo.

Dentro de las alternativas mostradas figuran el ajo y aceite esencial de árbol de té. Ambas han sido empleadas desde hace mucho tiempo, en especial el ajo, cuyo uso es milenario para el combate de diversas afecciones de índole interna y externa.

Para Adeline la información recibida, la cual comparto en el post, fue de gran ayuda. Cuando me volvió a contactar me expresó, que gran parte de sus infecciones por pie de atleta se debían a la costumbre de mantener los pies “encerrados” en el zapato.

De hecho me mencionó, que las recomendaciones para ahuyentar el hongo, además de los tratamientos propuestos, lograron devolver la salud a sus pies.

“Se ha demostrado que el aceite del árbol del té tiene actividad contra los dermatofitos in vitro. Hemos realizado un estudio aleatorizado, controlado y a doble ciego para determinar la eficacia y la seguridad del aceite del árbol del té al 25% y al 50% en el tratamiento de la tinea pedis interdigital. La tasa de curación micológica fue del 64% en el grupo del 50% de aceite del árbol del té, en comparación con el 31% en el grupo del placebo”

Dr. Andrew C. Satchell

Royal Prince Alfred Hospital, Camperdown

Nueva Gales del Sur, Australia

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