Incontinencia Urinaria: Como Prevenirla y Revertirla


La incontinencia urinaria hace referencia a la pérdida involuntaria de orina. Esta condición es muy común entre las personas mayores, pero también se presenta en adultos más jóvenes. Esta anomalía podría afectar tanto la salud como la calidad de vida de quienes la padecen.

Afortunadamente existen algunos mecanismos, que permiten su prevención e incluso su reversión.

De este problema, que afecta a una gran cantidad de mujeres, les voy a hablar a solicitud de Debbie, una seguidora de Carolina del Sur. Ella es una mujer de setenta y dos años, que desde hace unos veinte años vive sola con su esposo, pues sus hijos se mudaron tan pronto se casaron.

Ella se describe como una mujer hogareña, que suele congregar frecuentemente a su familia para compartir con hijos y nietos.

Debbie me comentaba, que desde inicio de la primavera empezó a sentir ciertas molestias al momento de realizar algún esfuerzo en su casa e incluso cargar a sus nietos.

Lo que ella notaba era la pérdida de pequeñas cantidades de orina de forma involuntaria. Al acudir al especialista, fue diagnosticada con cierto tipo de incontinencia relacionada con la cantidad de esfuerzo o peso levantado.

El especialista le mencionó, que lo ideal para contrarrestar esta indisposición era el empleo de cierto dispositivo en la uretra, a fin de evitar la cirugía.

No obstante, este dispositivo no le funcionó adecuadamente y se comunicó conmigo a fin de solicitarme algunas alternativas para tratar su problema de incontinencia.

Al considerar su solicitud, le redacté un informe contentivo de algunas estrategias y remedios naturales para combatir esta anomalía. Dado que, este problema afecta a un amplio porcentaje de la población, decidí compartir esta información con vosotros.

Generalidades acerca de la incontinencia urinaria

De acuerdo a los especialistas, la incontinencia urinaria se refiere a la pérdida involuntaria de orina. Se ha establecido, que esta condición suele presentarse de forma muy frecuente en la población anciana. Sin embargo, también afecta a la población adulta más joven.

En muchas ocasiones su prevalencia puede pasar desapercibida o ser infravalorada. Ello se debe principalmente a que cierta cantidad de pacientes no informan al médico, que sufren de esta anomalía.

Existen diversos tipos de incontinencia urinaria. El tratamiento a realizar en cada caso dependerá del tipo y gravedad de la incontinencia que se presente.

Muchas veces no hace falta realizar una evaluación ginecológica o urológica inicial, sin embargo, es importante descartar las causas reversibles.

De acuerdo a un estudio publicado en American Journal of Obstetrics and Gynecology, se pudo determinar algo interesante respecto a la edad e incontinencia.

Así se estableció, que las mujeres de 50 a 54 años presentaban casi el doble de probabilidad de padecer incontinencia grave, en comparación con las mujeres menores de 40 años.

Dentro de los tipos de incontinencia que se han detectado hasta ahora, destacan:

  • Incontinencia urinaria de esfuerzo

Según la ciencia, se trata de la pérdida involuntaria de orina ocasionada por efecto del incremento de la presión intraabdominal. Se ha determinado, que esto se debe a una debilidad del suelo pélvico y esfínter de la uretra.

Este tipo de incontinencia suele presentarse en mujeres deportistas jóvenes. Además, las embarazadas y aquellas que han dado a luz (vaginal o por cesárea), poseen mayor probabilidad de padecer este tipo de incontinencia que las que no han tenido bebés.

No obstante, las mujeres sometidas a cesárea presentan un menor riesgo de padecer incontinencia o prolapso pélvico. El prolapso hace referencia al estiramiento y debilitamiento de los músculos, y ligamentos del suelo pélvico.

Según los expertos, los problemas de control de la vejiga pueden presentarse después de meses o años después del parto. Por ello, las mujeres que han dado a luz exhiben una alta propensión a la incontinencia urinaria de esfuerzo.

  • Incontinencia urinaria de urgencia

Se refiere a la pérdida involuntaria de orina, la cual por lo general suele ir precedida o asociada a una sensación de urgencia urinaria.

Aunque también puede ser asintomática a causa de la hiperactividad del detrusor (la vejiga está formada por tres capas entretejidas de músculo liso conocidas como músculo detrusor).

Se cree, que las contracciones podrían ocurrir a consecuencia de la pérdida del control neurológico o a causa de la irritación de la vejiga.

  • Incontinencia urinaria mixta

En algunas ocasiones la pérdida involuntaria de orina es ocasionada por una combinación de incontinencia urinaria de esfuerzo y urgencia.

En este caso, la pérdida de orina es ocasionada debido a la hiperactividad del músculo detrusor, acompañada de un trastorno que impide el adecuado funcionamiento de los esfínteres.

Se ha determinado, que en este tipo de incontinencia el desequilibrio a nivel del cuello vesical, ocasiona la entrada de orina en la uretra proximal. A consecuencia de ello el músculo detrusor pierde su capacidad, y permite el reflejo que produce su contracción.

  • Incontinencia urinaria por rebosamiento

Hace referencia a la pérdida involuntaria de orina a causa del exceso de distensión de la vejiga urinaria.  Por lo general, esto ocurre por el deterioro de la contractilidad del músculo detrusor. Sin embargo, puede también ocurrir por efecto de la obstrucción de la salida de la vejiga.

Existen algunas patologías neurológicas, que pueden estimular este tipo de incontinencia. Dentro de ellas destacan, la esclerosis múltiple y lesiones de la médula espinal.

Puede también ocurrir a consecuencia de la diabetes, compresión externa de las masas pélvicas o abdominales y al prolapso pélvico. Vale destacar, que los hombres que padecen hiperplasia benigna prostática son propensos a padecer este tipo de incontinencia urinaria.

Este tipo de incontinencia hace referencia a la presencia de impedimentos físicos, o bien problemas para hablar o pensar.

Por ejemplo, las personas con discapacidad que utilizan silla de ruedas pueden encontrar barreras físicas para acceder al baño.

Ello impide, que en muchas ocasiones no puedan llegar a tiempo. Esto no ocurre solo en personas discapacitadas, también puede ocurrir en personas con artritis que presenten problemas para retirar sus prendas a tiempo para poder orinar adecuadamente.

Incluso, puede presentarse en personas con Alzheimer quienes posiblemente no tienen la capacidad de programar sus visitas al baño.

Prevención y reversión de la incontinencia urinaria

Según los expertos, existen ciertos hábitos y suplementos, que podrían ayudar a prevenir y revertir la incontinencia urinaria.

Dentro de los hábitos destacan:

Muchas personas dejan de ingerir las cantidades adecuadas de agua diarias por temor a la incontinencia. Se recomienda no esperar a sentir urgencia para ir al baño.

De hecho, de acuerdo al Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos, es importante que las personas tomen suficiente líquido para que tengan la necesidad de orinar cada 2 a 3 horas. Si la ingesta de agua es la adecuada, la orina debe ser de color amarillo pálido.

Se ha establecido, que la ingesta adecuada de líquido coadyuva al desempeño adecuado de los riñones y evita la inflamación del tejido de la vejiga.

Por ello, consumir suficiente agua ayuda a controlar la incontinencia urinaria. La Clínica Mayo sugiere unos 3,7 litros de líquidos diarios para los hombres y 2,7 litros para las mujeres.

Se debe considerar, que aproximadamente el 20% de estos líquidos debe provenir de los alimentos y bebidas diferentes al agua.

  • Evitar ciertos irritantes de la vejiga urinaria

De acuerdo a la Clínica Mayo, existen ciertos alimentos y bebidas que tienen la capacidad de irritar la vejiga. Muchos de ellos poseen efectos diuréticos, y otros afectan la percepción con respecto al llenado de la vejiga, falseando la necesidad de orinar. Dentro de ellos destacan:

  • Alcohol
  • Café
  • Chocolate
  • Bebidas carbonatadas
  • Algunas frutas cítricas (limón, lima, naranja y toronja)
  • Zumos de frutas
  • Jugo de tomate y otros productos del tomate.

Según los expertos, es importante evitar los irritantes de la vejiga por una semana y observar si se producen mejorías. Luego de ello, se pueden ir incorporando gradualmente (cada dos días) en la dieta, y observar si se producen cambios en la frecuencia, incontinencia y urgencia urinaria.

  • Combatir el estreñimiento

Se ha determinado, que el estreñimiento induce la producción de un mayor volumen de líquidos eliminados mediante la orina. Esto se debe al aumento de la absorción de agua a nivel intestinal. El estreñimiento además, posee un efecto sobre el incremento de la presión abdominal.

  • Emplear ciertos alimentos y suplementos

De acuerdo a los especialistas, existen algunos alimentos y suplementos dietéticos que son capaces de fortalecer los músculos del sistema urinario. Además de ello, pueden coadyuvar en el control del reflejo de los nervios y equilibrar el funcionamiento hormonal.

Dentro de ellos destacan:

Mi fórmula Urinary Tract  SOS

Esta fórmula ha sido formulada con D-Manose, que  al tomarla con regularidad puede promover el funcionamiento normal del tracto urinario al limpiar y mantener la salud del revestimiento de la vejiga.

Mi fórmula Urinary Tract  SOS

El URINARY TRACT SOS permite desactivar la capacidad invasiva de las bacterias causantes de la infección urinaria.  Este es un mecanismo completamente diferente a los antibióticos, ya que combate la infección y protege las células epiteliales de la vejiga.

Magnesio

Este importante mineral se considera esencial para una adecuada absorción de calcio. Además de ello, participa en el metabolismo de la vitamina D.

Por ello se considera, que el magnesio favorece contribuye el adecuado funcionamiento del sistema nervioso, la mineralización del tejido óseo y óptimo desempeño de los músculos. Una forma inteligente de incorporarlo es mediante mi exclusiva fórmula MAGNESIUM CITRATE.

Esta vitamina pose la particularidad de coadyuvar en el mantenimiento de una adecuada función neurológica. Se ha comprobado, que incluir esta vitamina y el magnesio en la dieta podría ser de gran ayuda cuando la incontinencia está asociada a un desequilibrio de los nervios

  • Colágeno y silicio orgánico

Estos compuestos, fortalecen los músculos, tendones y tejido conjuntivo. Todos ellos relacionados con diversas estructuras de soporte, incluido el suelo pélvico. La ingesta de ciertos alimentos como carne magra de pavo, pollo o conejo, pescado azul y huevos ayudan en su aporte de colágeno.

Asimismo, existen alimentos que estimulan su producción. Entre ellos destacan pimientos, tomates, cebolla, frutos secos, leche, queso y yogurt. El silicio puedes incorporarlo vía suplementos o a través de algunos alimentos.

Entre ellos se mencionan: los cereales integrales como arroz integral, avena, centeno, mijo y quínoa. Destacan también los frutos secos, soja, patatas, legumbres y algas.

  • Semillas de calabaza (pipas)

De acuerdo a los expertos, el extracto de semillas de calabaza inhibe una enzima (aromatasa), que posee la capacidad de convertir la testosterona en estrógeno en las mujeres. Como se sabe la falta de estrógenos luego de la menopausia, acarrea la atrofia del epitelio de la uretra, descontrolando la función urinaria.

Además de ello, posee efectos relajantes, esto coadyuvaría en el funcionamiento más adecuado de la vejiga urinaria, reforzando además músculos del suelo pélvico y del esfínter.

De acuerdo a un estudio realizado sobre incontinencia urinaria en mujeres, se observó que las que perdieron 5% o más del Índice de Masa Corporal (IMC) mostraron un 53% menos de propensión a la presencia de episodios de incontinencia urinaria de esfuerzo.

A su vez, las que lograron disminuir un 5% de su grasa corporal presentaron un 47% menor propensión de episodios de pérdida de orina.

Igualmente se observó, que las mujeres jóvenes que ganaron masa muscular (5% o más) mostraron un 83% de menor propensión al padecimiento de incontinencia urinaria de esfuerzo.

Se ha detectado además, que quienes poseen sobrepeso y obesidad, por lo general muestran mayor vulnerabilidad para presentar incontinencia urinaria más tempranamente en la vida. Ello se debe, a que se produce un incremento de la presión sobre la vejiga y músculos circundantes.

  • Incluir ejercicios para reforzar el suelo pélvico

Es también muy importante la realización de ejercicios, que permitan fortalecer el suelo pélvico. En especial durante la etapa del embarazo, y posterior al parto de forma preventiva.

Dichos ejercicios, permitirán la recuperación del tono del suelo pélvico, sobre todo cuando su debilitamiento esté ocasionando la incontinencia urinaria.

El ejercicio muscular del suelo pélvico también se conoce como entrenamiento muscular del suelo pélvico, fisioterapia del suelo pélvico, rehabilitación del suelo pélvico o ejercicios de Kegel.

¿Cómo ejercitar el suelo pélvico?

Estos ejercicios poseen la particularidad de ser tan discretos, que posiblemente nadie de tu entorno note que los estás haciendo.

Antes de empezar, es importante que sepas localizar donde se encuentran estos músculos. Para ello, siéntate lo más cómodo posible e imagina que estas orinando.

Seguidamente imagina, que detienes el flujo de orina. Muy bien, te quiero destacar que los músculos que empleaste para hacer lo anterior, corresponden a los del suelo pélvico

Tan pronto localices fácilmente cuales son los músculos del suelo pélvico, existen una serie de ejercicios que puedes realizar. La gran ventaja de ello, es que puedes implementarlos casi en cualquier momento y lugar.

A manera de ejemplo, puedes hacerlo cuando estás en tu cama, sentada frente al computador, en el vehículo o simplemente cuando estas caminando hacia el supermercado.

Ejemplos sencillos de ejercicios para el suelo pélvico:

Ejercicio con lentitud (contracciones lentas)

  • Aprieta y suelta lentamente los músculos del suelo pélvico. Es importante, que emplees toda la fuerza que puedas, tratando de mantenerlo el mayor tiempo posible
  • Descansa unos cuatro segundos y repite nuevamente
  • Es crucial, que vayas incrementando el número de contracciones lentas, hasta lograr realizar diez de ellas
  • Debes además procurar mantenerlas durante unos diez segundos, descansando cuatro segundos entre una contracción y otra.

Ejercicio rápido (contracciones rápidas)

Este tipo de ejercicio permite, que puedas reaccionar rápidamente cuando realices esfuerzos repentinos tales como reír, toser o hacer ejercicio.

  • Sigue las indicaciones anteriores, solo que esta vez las contracciones solo las mantendrás un segundo antes de relajar los músculos del suelo pélvico
  • Se sugiere la realización de diez contracciones rápidas continuas.

Concluyendo

Como se pudo observar, la incontinencia urinaria es un problema generalizado que afecta a hombres y mujeres.

Es importante resaltar, que los tratamientos farmacológicos (especialmente los anticolinérgicos) incrementan la tolerancia del llenado de la vejiga, y evitan las contracciones no neurológicas del músculo detrusor.

No obstante se ha observado, que inducen ciertos efectos secundarios como taquicardia, excitación y sequedad bucal.

De allí la importancia de incluir algunos tratamientos no farmacológicos, que permitan corregir y prevenir la incontinencia. Dentro de ellas destacan ingerir cantidades adecuadas de agua, evitar irritantes de la vejiga urinaria, sobrepeso, combatir el estreñimiento, e incluir ciertos alimentos y suplementos.

Estas medidas deben reforzarse con ejercicios, que permitan reforzar el suelo pélvico.

Debbie se sintió muy contenta con la información recibida, la cual comparto en el post. Ella me comentó, que no perdió tiempo y se dedicó a reforzar su suelo pélvico, además de ello, incluyó las semillas de calabaza y mi fórmula especial de magnesio.

Luego de tres meses de ejercitar a diario su suelo pélvico, y sin abandonar los suplementos ella notó cierta mejoría a pesar de que realmente era relativamente poco tiempo.

Ello me indica, que su organismo comenzó a responder a este tratamiento que ha sido sugerido por muchas instituciones y profesionales con competencia. Realmente me sentí feliz por Debbie, quien ahora puede disfrutar de sencillos placeres como cargar a sus nietos sin ningún temor.

“Entre el 9% y el 39% de las mujeres mayores de 60 años declaran tener incontinencia urinaria diaria. El mayor riesgo de incontinencia urinaria se asoció con el embarazo, el parto, la diabetes y el aumento del índice de masa corporal. Entre el 11% y el 34% de los hombres mayores declaran incontinencia urinaria y entre el 2% y el 11% declaran que la padecen a diario.”

Dra. Yana Puckett

Escuela de Medicina de la Universidad de Virginia Occidental

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