Hábitos para mantener salud cardiovascular


De acuerdo a los CDC, durante el 2019, 659.041 estadounidenses fallecieron a consecuencia de patologías cardíacas. Estas cifras han alarmado a los profesionales de la salud, en función de lo cual se han realizado ciertas recomendaciones que deben observarse y mantener los hábitos para una adecuada salud cardiovascular.

De este tema, que enciende muchas alarmas voy a hablar a solicitud de Edith, una seguidora de Vermont. Ella es una abuelita, que disfruta mucho de compartir con sus nietos por las redes sociales. Para Edith, ello constituyó una forma de estar conectada con su familia e informarles acerca de su salud y la de su esposo.

Ella me comentó, que todos sus hijos viven en lugares distantes de la ciudad donde ella vive. Sin embargo, su enorme afán de permanecer comunicada con toda su familia le llevó a utilizar la tecnología actualmente existente. Ello incluye el monitoreo permanente de su tensión arterial, y de los valores de lípidos en sangre.

No obstante, aunque ella procura mantener su salud estable, siente muchas veces que su esposo no la acompaña. Según Edith, él generalmente se muestra renuente a monitorear sus valores sanguíneos generales. Incluso, la simple medición de la tensión arterial no es una actividad que acostumbre a realizarla sin refunfuñar.

Al considerar lo riesgoso de esta situación, ella decidió comunicarse conmigo. Su interés, principal consistía en obtener información acerca de cómo mantenerse saludable, sobre todo, a nivel del sistema cardiovascular.

Dado lo trascendental de este tema para la salud, estimé conveniente compartir este tema acerca de las generalidades sobre el sistema cardiovascular, la importancia de su cuidado y los hábitos que permiten mantener su óptimo funcionamiento.

Estilo de vida saludable favorece adquirir hábitos de una buena salud cardiovascular

El estilo de vida saludable con hábitos y acciones diarias consecutivas aleja el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular, entre ella un accidente cardiovascular.  Ha sido demostrado científicamente que una buena alimentación con los nutrientes requeridos, realizar actividades físicas,  dormir con un sueño reparador, mantener un peso adecuado, evitar el estrés y el tabaco tienen un resultado significativo en la reducción de esos riesgos.

Según la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association) se estima que solo el 5%  de las personas siguen estos factores de estilo de vida saludable para lograr tener una buena salud cardiovascular.

Las actividades y hábitos diarios que las personas realicen pueden afectar la probabilidad de desarrollar condiciones crónicas entre ellas enfermedades cardiovasculares.  Son muchos los estudios y evidencias que respaldan la necesidad de tener un estilo de vida saludable para reducir este tipo de enfermedades.

Según el Colegio Americano de Cardiología (ACC – American College of Cardiology)   y la Asociación Americana del Corazón (AHA – Asociación Americana del Corazón) el estilo de vida saludable es indispensable para reducir las enfermedades cardiovasculares.  Sin embargo, según ellos mismos apuntan, ha sido un poco difícil que mucha gente pueda incorporar esos hábitos en la vida diaria.

Muchos son los estudios que la literatura médica ha publicado en relación a los factores del estilo de vida, lo que creó el concepto de  “Medicina del Estilo de vida”, con el fin de concienciar  a las personas y poder reducir o tratar las enfermedades caridovasculares.

Los hábitos y acciones diarias deben forman parte de un estilo de vida saludable, que aporta beneficios al cuerpo humano y  reducen riesgo de desarrollar enfermedades.   Este estilo de vida saludable debe ser adquirido por personas desde temprana edad. Es una ganancia poderosa para cuando lleguen a periodos de mayor edad  y vejez.

Generalidades acerca del sistema cardiovascular

De acuerdo a los especialistas, el sistema cardiovascular es denominado ocasionalmente, sistema sanguíneo-vascular, o simplemente circulatorio. El mismo, está conformado por el corazón (considerado un dispositivo muscular de bombeo), y un conjunto de vasos, como los capilares, venas y arterias.

La sangre que se encuentra en este sistema, es impulsada por el corazón alrededor de un circuito cerrado de vasos. Este mecanismo se repite cada vez que la sangre circula por los distintos sectores del organismo.

Según la ciencia, la supervivencia del cuerpo humano (incluyendo la de un feto), está muy asociada a la homeostasis ,y el propicio entorno celular producido por la circulación sanguínea.

Por ello, el sistema cardiovascular aparece en una fase temprana del desarrollo del bebé, logrando un estado funcional con mayor anterioridad que el resto de otros sistemas orgánicos clave. De hecho, asombrosamente el corazón primitivo comienza a latir con regularidad a principios de la cuarta semana después de la fecundación.

Se ha determinado, que el sistema cardiovascular puede mantener la homeostasis gracias al flujo sanguíneo continuo y controlado. Ello supone el traslado de sangre a través de los miles de kilómetros de vasos capilares que irradian todos los tejidos y células del cuerpo.

De hecho, en estas estructuras microscópicas ocurre el proceso de intercambio de nutrientes a los fluidos circundantes de las células.

De esta forma se logra garantizar un entorno equilibrado en cada una de las células. Esto implica, la satisfacción de las demandas de nutrientes y movilización de los productos de desecho. Dentro de ellos resaltan los residuos alimenticios, subproductos del metabolismo y dióxido de carbono.

Tipos de vasos sanguíneos

  • Arterias: se caracterizan por presentar una forma de tubos delgados y musculosos. Ellas son las responsables de movilizar la sangre oxigenada desde el corazón al resto de nuestro cuerpo. La arteria principal y la que posee un mayor tamaño, es la arteria aorta.
  • Venas: este tipo de vasos, son responsables de devolver la sangre sin oxígeno al corazón. Ellas en su origen son muy pequeñas (vénulas), tornándose de mayor dimensión cuando están más cerca del corazón. Así, la vena cava superior transporta la sangre desde los brazos y la cabeza al corazón.
  • Capilares: este tipo de vasos sanguíneos se encargan de unir las arteriolas y las vénulas. Ello se logra gracias a la presencia de paredes muy finas. Ello posibilita, que los nutrientes, productos de desecho, dióxido de carbono y el oxígeno entren y salgan de las células.

Una mirada en profundidad sobre el sistema circulatorio

Es denominado también sistema cardiovascular y presenta tres circuitos, por donde fluye la sangre de forma continua. Dichos circuitos son los siguientes:

  • Pulmonar: mediante este circuito, se envía la sangre sin oxígeno desde el corazón hacia los pulmones. Una vez allí, las venas pulmonares devuelven la sangre oxigenada al corazón
  • Sistémico: este circuito favorece el traslado de sangre oxigenada, hormonas y nutrientes desde el corazón hacia todo el cuerpo. Una vez que el organismo los utiliza, los productos de desecho son recogidos en las venas
  • Coronario: mediante este circuito se proporciona sangre oxigenada al corazón. A su vez, la sangre con poco oxígeno se traslada a la cavidad superior derecha (aurícula) del músculo cardíaco. Luego, es transportada a los pulmones para repetir el ciclo de oxigenación

Vale destacar, que este sistema consta de un solo órgano: el corazón. Él es responsable de bombear la sangre a los pulmones para oxigenarla, y luego enviarla al resto de nuestro organismo.

Afecciones más frecuentes del sistema circulatorio

Como se mostró anteriormente, el sistema cardiovascular está conformado por el corazón y vasos sanguíneos. En este sistema, pueden surgir diversos problemas. Dentro de ellos destacan, ciertas anomalías del sistema de conducción, cardiopatía reumática y endocarditis.

Vale destacar, que la enfermedad cardiovascular (o cardiopatía) hace referencia a las siguientes patologías: arteriopatía periférica (AP), aterosclerosis aórtica, enfermedad cerebrovascular y enfermedad arterial coronaria (EAC).

De acuerdo a los expertos, la EAC es ocasionada por una disminución de la perfusión miocárdica (flujo sanguíneo del corazón). Este efecto negativo ocasiona la presencia de angina de pecho ocasionada por la isquemia.

Ello puede ocasionar un infarto de miocardio (IM), además de un proceso de insuficiencia cardiaca. Ello constituye del 30 al 50% de todos los casos de enfermedad cardiovascular.

A su vez, la enfermedad cerebrovascular ha sido asociada a los accidentes cerebrovasculares (ictus) y a los accidentes isquémicos transitorios. Por su parte, la enfermedad arterial periférica (EAP) constituye una patología que afecta en gran medida a las extremidades.

Por lo general, esto ocasiona claudicación o dolores musculares, que se presentan luego del ejercicio físico. La aterosclerosis aórtica por su parte, se refiere a una patología vinculada con los aneurismas torácicos y abdominales.

Enfermedades y anomalías que afectan la salud del sistema cardiovascular

Dentro de las patologías y afecciones destacan:

  • Hipertensión arterial: ocasionada principalmente por la pérdida de elasticidad de las arterias. Ello conlleva, un menor aporte de sangre y oxígeno al músculo cardíaco
  • Aneurismas: esta anomalía es ocasionada por el debilitamiento y agrandamiento de las paredes arteriales. Este efecto podría desencadenar un desgarramiento potencialmente mortal. De acuerdo a los expertos, los aneurismas pueden provocar daños en cualquier arteria. Sin embargo, son más comunes los aneurismas cerebrales, aórticos y abdominales.
  • Depósitos de placa: según los estudios se ha logrado establecer, que los niveles elevados de colesterol y diabetes propician la acumulación de grasa y otros compuestos a nivel sanguíneo. Estas sustancias forman depósitos denominados placas en las paredes arteriales.
  • Dicha afección es denominada aterosclerosis, que no es otra cosa, que el estrechamiento o endurecimiento a nivel de las arterias.
  • Enfermedad venosa: por lo general, esta patología afecta mayormente las venas de la parte inferior del cuerpo. Determinados procesos, como las várices e insuficiencia venosa crónica, se presentan cuando la sangre no puede volver al corazón, tendiendo a acumularse en las venas de las piernas.

Hábitos cardiosaludables que pueden ayudar a preservar la salud cardiovascular

La modificación de los factores de estilo de vida como la alimentación, el ejercicio, sueño reparador, dejar de fumar continúan siendo los medios más simples y potentes para preservar la salud cardiovascular.  Adquirir hábitos cardiosaludables  puede ser la mayor defensa que la persona pueda tener contra las enfermedades cardíacas, ayudándoles a prevenir infartos y accidentes cardiovasculares.

Estas son algunas de los hábitos que pueden ayudar a tener un corazón más sano:

1. Conocer los indicadores o cifras vinculadas a la salud cardiovascular

Cuando se ejercita el hábito de monitorear los niveles de glucosa, tensión arterial colesterol total y colesterol malo, indica una ventaja para combatir las enfermedades cardiovasculares.

Según las directrices de los organismos de salud, todos los estadounidenses mayores de 21 años deberían conocer su perfil lipídico. El perfil lipídico muestra los niveles de colesterol del organismo.

Ello incluye el Colesterol total, HDL (colesterol bueno) LDL (colesterol malo) y triglicéridos. Vale destacar, que el nivel alto de triglicéridos podría elevar el riesgo de arteriopatía coronaria, ataque cardíaco y ataque cerebral.

De acuerdo a los especialistas, cuando las personas tienen información de lo que hay que cambiar, es más fácil hacerlo. Es decir, si sabe que el nivel de triglicéridos  se encuentra por encima del rango normal, se debe centrar más en los hábitos que favorecen una reducción de nivel de dichos triglicéridos.  Por ejemplo, mantener una alimentación saludable.

2. Incluye alimentos cardiosaludable en el régimen dietético

De acuerdo al Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre (NHBLI, por sus siglas en inglés), es de vital importancia elegir alimentos saludables para el corazón. Ello implica incluir los siguientes alimentos:

  • Hortalizas de hoja verde como kale, berza, espinaca, repollo y brócoli
  • Hortalizas de raíz: remolacha y zanahoria
  • Frutas antioxidantes, cardioprotectoras, con contenidos importantes de minerales, fibra y pectina:  manzana, naranjas, peras, ciruelas, uva, papaya y kiwi
  • Alimentos con elevados contenidos de proteína: pescados con altos niveles de Omega-3, denominados pescados azules o grasos, destacan entre ellos, la trucha, atún y salmón. Carnes magras (carne de vaca molida 95% magra, pavo o pollo sin piel y lomo de cerdo). Legumbres (lentejas, habas de Lima, frijoles y garbanzos). Huevos, frutos secos y semillas
  • Aceites y alimentos con altos niveles de grasas saludables:  aceite de oliva, aceite de coco, aceite de aguacate puro. Nueces, piñones, almendras, tofu, mantequillas de frutos secos y de semillas, aguacate, semillas de sésamo, calabaza, lino y girasol

Es importante, que limites ciertos alimentos, entre ellos destacan: los que contienen elevados niveles de sodio, azúcares añadidos, alcohol, harinas refinadas  y grasas trans.

3. Realizar actividades físicas

De acuerdo a los expertos, la actividad física regular de intensidad moderada y vigorosa, fortifica el músculo cardíaco. Este efecto puede optimizar el desempeño del corazón, mejorando su capacidad de bombeo sanguíneo.

A consecuencia de este efecto positivo, se incrementa la cantidad de oxígeno a nivel de la sangre, y a nivel muscular se incrementa el flujo sanguíneo.

Se ha observado además, que el ejercicio favorece el ensanchamiento de los vasos capilares. Ello permite que, se mejore el transporte de oxígeno a las diversas células de nuestro organismo y se optimice la recolección de los productos de desecho.

Vale destacar que, la actividad física también reduce la propensión al padecimiento de cardiopatía isquémica. Sobre todo, al mantener un peso saludable de forma estable, una vez que se ha bajado de peso.

4. Conservar un peso adecuado

A pesar de la existencia de diversos criterios para clasificar la obesidad en adultos, el más empleado es el índice de masa corporal (IMC), propuesto por la OMS.

Según el criterio de la OMS, un IMC entre 25 y 29,9 kg/m2 indica sobrepeso y un IMC igual o superior a 30 kg/m2 indica obesidad. Es fácil obtener este valor, solo debes dividir tu peso en kilos entre tu altura en metros elevada al cuadrado. Sin embargo, también es importante, considerar que este valor no toma en cuenta la distribución de la grasa corporal.

Para medir el perímetro abdominal, la persona solo debe ponerse de pie, manteniendo los pies juntos, los brazos a los lados y el abdomen relajado. A continuación, empleando una cinta métrica medir su cintura a la altura del ombligo, sin presionar, inspirar profundamente y medir al espirar el aire.

La OMS, considera que un perímetro de 88 cm, es el valor máximo saludable en las mujeres. En los hombres, este valor es de 102 cm.

5. Mantener controlados los niveles de glucosa en sangre

Se ha observado, que cuando se coadyuva en el manejo de la glucosa e insulina corporal, se disminuye el riesgo de padecer diabetes tipo 2. Asimismo, se logra disminuir la proteína C reactiva (CRP). Este parámetro es un potente indicador de inflamación y además eleva el riesgo de enfermedad cardíaca.

Se debe tener claro, que la mayoría de los alimentos que se ingieren se transforman en glucosa. Esta se libera en la sangre, y representa la principal fuente de energía del organismo.

Como se sabe, la diabetes es una afección en la que los niveles de azúcar en la sangre están demasiado altos. Por ello, si alguien padece diabetes tipo 1 o tipo 2, es importante que logre mantener los niveles de glucosa dentro del rango normal. Para ello, posiblemente sea necesario valorar los niveles de azúcar sanguíneo en varias ocasiones al día.

6. Evitar el tabaco porque afecta la salud cardiovascular

Se ha establecido, que el tabaquismo constituye el principal factor de riesgo para la enfermedad vascular. De hecho, se considera la principal causa de muerte evitable, a nivel mundial.

Se ha determinado, que un 50% de las personas que fuman morirán debido a esta causa. Incluso se ha establecido, que perderán en promedio de 20 a 25 años de su expectativa de vida.

Cabe destacar, que existen más de 50 enfermedades ocasionadas por el tabaquismo. Entre ellas destacan, enfermedades respiratorias, cardiovasculares y diversos tipos de cáncer. De allí la importancia de alejarse del tabaco, pues aun fumando pocos cigarrillos al día, se multiplica el riesgo de padecer ataques cardíacos o accidentes cerebrovasculares.

Concluyendo

Según lo presentado, un cierto porcentaje de las enfermedades que ocasionan problemas cardiovasculares, se originan debido a conductas inadecuadas. De allí, la importancia de asumir la responsabilidad de las consecuencias de ciertos actos que pueden definir nuestra salud en el mediano y largo plazo.

Estos desequilibrios ocasionados por conductas inapropiadas pueden favorecer la presencia de la obesidad, y con ella diversas enfermedades cardiovasculares. Entre ellas resaltan accidentes cerebrovasculares, insuficiencia cardíaca, cardiopatía isquémica, arritmias ventriculares y muerte de origen cardíaco

Ahora bien, eso es posible de cambiar mediante algunas sugerencias realizadas por diversos organismos, entre ellos la OMS y los CDC. Dentro de ellas destacan: manejar los indicadores de salud cardiovascular, ingerir alimentos cardiosaludables, practicar ejercicio, controlar el peso, evitar el tabaco y controlar los niveles de glucosa sanguínea.

Para Edith la información recibida, la cual comparto en el post, representó una estrategia muy interesante. De hecho, ella me comentó que se dedicó a compartir pausadamente cada uno de los puntos de esta información con su esposo, y logró afortunadamente llamar su atención.

Incluso, su asombro fue muy grande cuando su esposo (quien también fumaba eventualmente) decidió dejar el cigarrillo. Además de ello, actualmente mide que sus niveles sanguíneos estén en los rangos y  monitorea su presión arterial. Esto me alegró muchísimo, por ella y por su familia.

“Las enfermedades cardiovasculares (ECV) son la principal causa de muerte en el mundo. (…) Teniendo en cuenta que la ECV sigue siendo en gran medida una enfermedad prevenible, es necesario dar prioridad a las medidas preventivas a través de comportamientos de estilo de vida saludable (HL) para disminuir la carga de ECV. Los comportamientos de HL, como el ejercicio regular, los hábitos alimentarios saludables, un sueño adecuado y dejar de fumar, pueden influir en una serie de factores de riesgo de ECV tradicionales, así como en un factor de riesgo menos comúnmente medido, la aptitud cardiorrespiratoria”

Dr. Leonard A. Kaminsky, PhD

Facultad de Salud, Ball State University

Muncie, Indiana

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