▷ 4 Remedios Caseros Para Eliminar Las Quemaduras


Las quemaduras son consideradas unas de las lesiones más frecuentes, que se producen en los hogares. Existen diversos grados de quemaduras y en función de ello es posible emplear una serie de alternativas caseras para tratarlas. Esto permite evitar algunas consecuencias negativas de ciertos accidentes producidos en casa o quemaduras ocasionadas por la exposición solar.

De este tema, que suele ser frecuente a nivel doméstico, les voy a hablar a solicitud de Leticia, una seguidora de Florida. Ella es madre de gemelos en edad adolescente y me comentaba, que ellos tienen un grupo de amigos del vecindario que les encanta practicar surf y ciclismo.

Leticia considera a sus hijos como muy dinámicos y emprendedores, además de ello les encanta socializar. Así, me decía que ellos a finales del otoño organizaron una fiesta en casa. En la misma, además del compartir en la piscina, incluyeron barbacoa, pero no aceptaron el apoyo de los padres.

Todo transcurría normalmente, pero uno de sus hijos al mover la carne rozó descuidadamente la superficie caliente con un brazo. Esto le causo enrojecimiento y dolor, incluso aparecieron algunas ampollas, las cuales no empeoraron gracias al tratamiento. Ella y su esposo le trataron la herida en casa y afortunadamente el joven sanó muy bien.

Sin embargo, Leticia consideró que el proceso fue muy lento, puesto que los medicamentos empleados no lograban regenerar rápidamente la zona afectada. Por ello decidió consultarme, a fin de que le asesorara sobre algunas estrategias naturales que permitieran sanar las heridas y regenerar el tejido de forma rápida.

Dada esta importante solicitud de una madre preocupada, preparé para Leticia cierta información donde resalté algunas estrategias empleadas frecuentemente. A sabiendas de que las quemaduras en el hogar suelen ocurrir con mucha frecuencia, decidí compartir esta información con vosotros.

Generalidades acerca de la piel

Se ha establecido, que la piel es el órgano de mayor extensión que posee el cuerpo humano.  Aunque posiblemente se piense que esto suene como algo insólito, la piel cumple exactamente con los requisitos que definen cualquier órgano. Es decir, es una parte del cuerpo humano con autonomía, que desempeña una función vital específica.

En el caso de la piel, su función primordial es la de proteger contra los factores ambientales externos. Principalmente, debido al daño potencial que dichos factores pudieran causar sobre los órganos internos. De acuerdo a la Biblioteca Nacional de Medicina, la piel y sus derivados (cabello, uñas, glándulas sebáceas, sudoríparas y mamarias) integran el denominado sistema tegumentario.

Las funciones de este importante sistema, son:

  • Cubrir o revestir el cuerpo para protegerlo del exterior
  • Mantener el balance de temperatura
  • Ofrecer vigilancia y dar respuesta como la primera línea de defensa inmunológica de nuestro cuerpo frente a agentes externos
  • Producir algunos productos biológicos y participar en su metabolismo.

Cabe destacar, que el sistema tegumentario posee la capacidad de renovarse constantemente. Esta puede ser continua como el caso del crecimiento de uñas y cabello o cíclicas como el recambio que ocurre a nivel de la epidermis.

De acuerdo a los estudios anatómicos se ha logrado identificar, que la piel está constituida por tejidos superpuestos a manera de capas. El más externo se denomina epidermis, la capa interna dermis y la más profunda se denomina tela subcutánea o hipodermis.

La función más relevante de la piel es proteger nuestro organismo de agentes fisicoquímicos y radiación ultravioleta. Incluso, la piel logra conformar una barrera que impide la pérdida de agua y de líquido extracelular.

Profundizando ciertos aspectos acerca de las quemaduras

Una quemadura es una lesión en la piel u otros órganos, que ocasiona la desnaturalización de las proteínas. Estos daños afectan los tejidos por efecto del calor, radiación solar u otro tipo de radiaciones. También pueden ocurrir a causa del contacto con ciertas sustancias químicas, frío o descargas eléctricas. Esto produce la pérdida de líquidos, calor y acción protectora de la piel.

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Existen diferentes sistemas de clasificación de las quemaduras. Así, destaca el método de clasificación por profundidad:

  • Primer grado (superficiales)
  • Segundo grado (superficiales y profundas)
  • Tercer grado (hipodérmicas).

Cabe destacar, que existe también una forma de clasificación que considera la superficie corporal afectada. Una superficie corporal quemada(SCQ) inferior al 15% se considera leve, y por encima de este valor se considera grave.

La localización y la gravedad del daño ocasionado por la quemadura condicionará la forma en la cual ellas deban tratarse. Por ejemplo, las quemaduras solares y escaldaduras producidas por líquidos calientes puedan tratarse en casa. Sin embargo, en una gran mayoría de casos, las quemaduras profundas o generalizadas requieren atención médica urgente.

Incluso, algunas lesiones solo pueden ser tratadas en centros especializados en quemaduras y su seguimiento puede tardar meses y hasta necesidad de injertar piel.

Por lo general, la gran mayoría de las quemaduras son atendidas en atención primaria. Dentro de ellas podemos ejemplificar pacientes con quemaduras de:

  • 3° grado y SCQ inferior al 2%
  • 2º grado superficial y SCQ inferior al 15% en adultos e inferior al 10% en niños
  • 2º grado profundas y SCQ inferior al 2%
  • Primer grado.

¿Qué ocurre en el cuerpo al producirse una quemadura?

Cuando se produce una quemadura, el organismo pone en funcionamiento una serie de mecanismos locales y sistémicos. Dicho proceso consta de cuatro fases bien establecidas, y por medio de ellas se busca solventar el daño recibido. Dichas fases son las siguientes:

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  • Coagulación: mediante esta fase el organismo busca proteger el sistema vascular, propiciando la formación de coágulos para evitar las hemorragias. Se ha establecido, que su duración puede ser de unos quince minutos
  • Inflamación: se produce autolisis o degradación celular, buscando eliminar los agentes que puedan afectar la producción y formación de nuevo tejido. Esta fase puede durar aproximadamente unos seis días
  • Proliferación: en esta fase ocurre una migración de fibroblastos o células especializadas que producen proteínas de colágeno. Por medio de este proceso se logra proteger las heridas, evitando la entrada de agentes infecciosos. Además de ello, se logra promover la migración celular, así como la formación de matriz extracelular. Se calcula que esta fase posee una duración de quince a veinte días
  • Maduración: en esta fase es donde se produce la formación de la cicatriz, lo que confiere resistencia al tejido. Se estima, que esta fase puede dura entre uno y dos años.

La ciencia ha logrado establecer, que las quemaduras generan una serie de alteraciones a nivel sistémico. Esto ocasiona pérdidas de la integridad de la piel e inestabilidad hemodinámica (presión inestable o anormal). Asimismo, produce insuficiencia respiratoria y renal, incluyendo también alteraciones hormonales e inmunológicas.

De hecho, cuanto más grave es la quemadura se presentan una mayor cantidad de alteraciones. Entre ellas destacan, insuficiencia respiratoria, alteraciones inmunológicas e infecciones bacterianas. Este tipo de infecciones puede transformarse en una infección sistémica, que puede afectar diversos órganos. Esto está condicionado por la extensión de la quemadura y la edad del paciente.

4 Remedios caseros para el tratamiento de quemaduras

1. Aloe

Desde hace siglos, el Aloe ha sido empleado en la medicina tradicional para tratar diversas dolencias. Ello incluye entre otras cosas, heridas y quemaduras. Incluso a nivel de las terapias occidentales, es empleado en el tratamiento de diversos problemas de la piel, quemaduras y acné.

En el gel de la hoja se han identificado más de 75 compuestos bioactivos, considerándose que su efecto se debe a la acción conjunta de ellos. Cabe destacar, que muchos de los beneficios para la salud asociados al empleo del Aloe, se han asociado con diversos polisacáridos contenidos en el gel de sus hojas.

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Todas estas actividades biológicas, involucran efectos antiinflamatorios, inmumoduladores, antifúngicos, anticancerígenos y gastroprotectores.

Según algunos estudios, su efecto beneficioso sobre las quemaduras de primer y segundo grado está relacionado con su efecto regenerador. Además de ello, se han detectado efectos antiinflamatorios, antimicrobianos y cicatrizantes.

Hasta ahora, la ciencia ha propuesto diversos mecanismos que explican su efecto curativo. Ellos incluyen el mantenimiento de la humedad de la herida, una recomendación clínica muy empleada en las quemaduras.

Asimismo, se menciona la reducción de la inflamación y el incremento de la migración de las células epiteliales. También se plantea, que el aloe favorece una maduración más rápida del colágeno, acelerando el proceso de cicatrización.

 ¿Cómo realizarlo?

  • Luego de lavar y secar apropiadamente una hoja de aloe orgánico, extraer el gel y preservarlo en un recipiente perfectamente limpio con tapa
  • Tomar pequeñas porciones de gel y aplicarlas uniformemente en la zona afectada
  • Distribuir el gel en capa fina a fin de facilitar su absorción
  • Realizar este procedimiento unas tres veces al día para observar resultados favorables.

Nota

No debe emplearse en niños menores de 16 años ni en mujeres embarazadas.

2. Cebolla

Este conocido acompañante culinario posee además de sus propiedades nutricionales, ciertos atributos farmacológicos. De acuerdo a registros antiguos acerca de su empleo en el antiguo Egipto, destacan sus efectos antimicrobianos y antiinflamatorios.

De acuerdo a los estudios esta conocida hortaliza posee una serie de compuestos, que pueden calmar el efecto del dolor causado por las quemaduras. Dentro de ellos destacan el agua, carbohidratos, vitaminas, minerales, proteínas, lectina, grasas, flavonoides y compuestos fenólicos.

Muchos de estos compuestos, en especial la lectina, posee efectos sobre la proliferación celular. Además de ello, sus compuestos fenólicos exhiben propiedades antioxidantes y antisépticas.

Se ha establecido, que la cebolla posee ciertos químicos con la capacidad de aliviar el dolor. Asimismo, puede favorecer el control de los procesos infecciosos.

Para utilizarla, solo debes cortar una porción de cebolla, extraer el zumo y colocarlo con una gasa estéril sobre la quemadura. Esto te proporcionará alivio del dolor, ayudará a restablecer el tejido dañado y evitará la proliferación de infecciones.

3. Miel

La miel es un alimento ancestral muy empleado por sus diversos efectos terapéuticos. De acuerdo a los estudios se sabe, que posee más de doscientos compuestos bioactivos. Además de ello, contiene diversos aminoácidos, minerales, vitaminas y enzimas.

Cabe destacar, que la miel orgánica contiene también flavonoides, entre ellos kaempferol, quercetina, galangina y apigenina. También posee ácidos fenólicos, niveles importantes de ácido ascórbico, tocoferoles y glutatión reducido (GSH). Todos ellos al interactuar logran un potente efecto antioxidante.

Asimismo, la miel es reconocida como un antiséptico muy eficiente. Según diversos estudios posee la capacidad de controlar más de sesenta especies de bacterias, muchas de las cuales son resistentes a los antibióticos.

Por ello, en algunos entornos clínicos se emplea la miel. De hecho, la aplicación de la miel como apósito para heridas permite curarlas, eliminando de forma muy rápida la infección. Incluso se cree que favorece la regeneración de los tejidos y reduce los procesos proinflamatorios.

¿Cómo realizarlo?

  • Solo se debe tomar una pequeña porción de miel orgánica y aplicarla sobre la zona afectada
  • Puede ser realizada preferiblemente con un disco de algodón estéril o una gasa
  • También se puede colocar compresas impregnadas de miel. Esto actúa como un apósito tisular no adhesivo.

4. Centella asiática

Esta conocida planta posee más de 3.000 años de uso en Asia y África, especialmente por sus propiedades cicatrizantes, analgésicas, antimicrobianas, digestivas y antivirales.

De acuerdo a diversos estudios se sabe, que contiene flavonoides, alcaloides, saponinas y compuestos fenólicos. Todos ellos, facilitan la cicatrización de las heridas producidas por las quemaduras.

Asimismo, esta planta contiene glucósidos muy potentes dentro de los que destacan el madecassoside y asiaticoside. Estos compuestos presentan ciertas propiedades comprobadas, dentro de las que destacan, antiinflamatorias, antioxidantes, cicatrizantes y calmantes.

Existen algunos productos comerciales dirigidos al tratamiento de las quemaduras, que contienen los principios activos de esta planta. La centella asiática es capaz de estimular la síntesis de colágeno al regular la proliferación de fibroblastos. Mediante este efecto se incrementa la producción de tejido conjuntivo a nivel de las paredes vasculares y la piel.

¿Cómo realizarlo?

Se recomienda el empleo del extracto tópico estandarizado sobre la zona con la quemadura. 

Nota

No debe emplearse en personas con hipersensibilidad a la planta de centella asiática. Tampoco en quienes padezcan de eccema, quemaduras o úlcera graves en extensas zonas de la piel. Es importante no emplearlo en niños y tampoco aplicarlo por períodos muy largos. Se sugiere además no utilizarlo sobre heridas infectadas.

Concluyendo

Ciertamente, que en muchas ocasiones surgen algunas emergencias a nivel del hogar. Entre ellas se encuentran los daños ocasionados por quemaduras, que provocan la desnaturalización de las proteínas y son producidas a causa de sustancias químicas, descargas eléctricas o diversos tipos de radiación.

Las quemaduras son clasificadas tomando en cuenta la profundidad de daño o de acuerdo a la superficie corporal quemada o SCQ. De acuerdo a la profundidad del daño pueden clasificarse en quemaduras de primer grado, segundo o tercer grado.

Las quemaduras pueden ser de primer grado cuando solo causan daños en la capa más superficial de la piel y no provocan ampollas. De segundo grado, al producir daños en la capa externa e intermedia de la piel. Y de tercer grado, aquellas que producen daño a nivel de todas las capas de la piel e incluso en los nervios, impidiendo la sensación de dolor.

Existen algunos medicamentos específicos y lugares habilitados especialmente para el tratamiento de quemaduras graves. No obstante, la gran mayoría de las quemaduras ocurridas en el hogar son de primer y segundo grado. Esto permite tratarlas en casa empleando remedios de fácil acceso y de comprobada eficacia. Entre ellos destacan, la centella asiática, aloe, cebolla y miel.

Para Leticia el material recibido, el cual comparto en el post, le causó muy buena impresión. Esto se debió, a que pudo comprender de forma más precisa la importancia de la piel y el cuidado que se le debe brindar.

De hecho, durante el tiempo que compartimos y hasta hace unas dos semanas, sus hijos no presentaron ninguna contingencia. Sin embargo, pudo notar como una de mis plantas favoritas (el aloe) combinada con miel, borraron las cicatrices que habían quedado de la última quemadura.

“El efecto notablemente rápido de la miel en la limpieza de las heridas se debe a una combinación de la salida osmótica y un efecto bioactivo. La acidez de la miel contribuye además a la actividad antibacteriana. La presencia de una amplia gama de aminoácidos, vitaminas y oligoelementos también tiene un efecto nutritivo directo en la regeneración de los tejidos”

Dra. Tahereh Eteraf-Oskouei

Universidad de Ciencias Médicas de Tabriz, Irán

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