¿Quién fue el inventor del bolígrafo?

La historia del bolígrafo podríamos decir que se remonta a 1880, momento en el que la primera patente sobre un bolígrafo la emitió John Loud. Este hombre era un curtidos de cuerpo que quiso hacer un objeto de escritura en el que pudiera escribir sobre el cuero que iba bronceando. El bolígrafo que inventó tenía una bola de acero giratoria que tenía la punta sostenida en un zócalo.

El bolígrafo fue fruto de una evolución

El resultado fue el previsto por Loud, pues podría escribir en el cuero. Este invento para otros fue demasiado grueso y sucio, especialmente para escribir cartas, por lo que se desaprobó en lo comercial. La patente original terminó caducando al fracasar la invención por motivos prácticos y de usabilidad.

El bolígrafo debía dar el siguiente paso y fabricarse en serio. Todo volvió a empezar con la famosa pluma estilográfica. Fue un invento de Cross y a la pluma estilográfica se la identifica como el padre de los bolígrafos.

El que tiene la patente del bolígrafo a su nombre es Laszlo Jozsef Biro, un nativo de Budapest. Lo que inventó fue una pluma de bola que contaba con un cartucho de tinta que estaba en forma presurizada.

Biro, un periodista no tardó en darse cuenta de la capacidad para el secado rápido que tenía la tinta usada en los periódicos, por lo que pensó que si esa tinta se usaba en un bolígrafo, el problema de las letras manchadas iba a poder resolverse. Al ser un corrector de prueba, Biro tuvo que ir rellenando su pluma estilográfica de una botella de tinta sin cesar y esto a veces le suponía grandes molestias.

El invento del bolígrafo como conocemos hoy

A principios de los años 30 del siglo pasado, Biro, junto con su hermano Georg, experimentó con una pluma que no necesitaba ser rellenada y que tampoco manchaba las páginas. El concepto giraba sobre una bolsa que usó en la punta de la pluma y esta se movía en el papel, tirando de la tinta del cartucho.

Esta vez si era práctico, usando los dos hermanos un depósito sellado, el cual almacenaba la tinta en el interior de la pluma. Se cambió también la tinta a una más rápida.  En 1938 se emitió la patente. Podríamos decir que, aunque Laszlo no fue el primer inventor del bolígrafo, si que diseñó el que es conocido universalmente.

Al final esta mejora fue la que terminó siendo la definitiva y realmente la que respondió a las necesidades.

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