¿Qué es la oferta y la demanda?

Mucha gente no tiene claro cómo es la oferta y la demanda. Sin embargo, es un concepto de economía que es importante conocer bien, ya que tiene una clara influencia en nuestra vida real.

Una definición asequible y fácilmente comprensible incidiría en el concepto de que la oferta sería un servicio o un bien que un vendedor pone a la venta. Dicho bien puede ser cualquier cosa, desde comida hasta servicios como clases de matemáticas o acompañamiento a personas mayores, por hablar de ejemplos sencillos y fácilmente comprensibles.

Mientras tanto, podemos definir la demanda como la cantidad de servicio o bien que una persona o un grupo de ellas desean adquirir. Si seguimos en ejemplo anterior, la gente puede demandar X kilos de naranjas al día, siete horas de clases de matemáticas a la semana o jornadas completas en días laborables de acompañamiento a mayores durante un mes.

Cómo interactúan la oferta y la demanda

Ya conocemos ambos conceptos por separado. Ahora bien, ¿cómo interactúan ambos? Esta es la parte interesante. Y es que, oferta y demanda de un bien pueden variar ambas según el precio. Por ejemplo, si alguien quiere comprar una mesa porque la necesita para trabajar, puede estar dispuesto a pagar bastante dinero por ella.

El comprador se dirigirá a uno o varios centros y, si observa buenos precios, tal vez decida adquirir dos mesas. ¿Qué es lo que ha pasado? Que ante la bajada del coste, la demanda ha aumentado.

Este mismo ejemplo que hemos visto puede considerarse al revés. Si el señor hubiese visto que las mesas están muy caras, tal vez hubiera comprado solo una. Es decir, la demanda habría bajado. O sea, que los precios son los que definen la citada demanda.

Y de la misma forma podemos considerar la oferta. Si se reduce el precio de mercado, también puede suceder igual con la oferta. Por ejemplo, si una sala de cine decide bajar los precios y el número de proyecciones para que el lugar esté más lleno y se ahorre costes en luz, en horas extra para los empleados, en plus por nocturnidad, etc.

Obviamente, oferta y demanda son vitales en el mundo actual, ya que ambas interactúan para fijar precios de bienes y servicios. Por eso los gobiernos intervienen según sus necesidades, pues es posible que en ciertos momentos interese un mayor consumo de ciertos productos, como gasolina, por lo que se aumentan impuestos que soportan. También se puede incentivar la demanda a base de subvenciones, como en educación, transporte público, compra de vehículos, etc.

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