Artistas sin patronales: Por la pandemia, cientos de presentaciones se caen durante la tradicional festividad de "La Altagracia" en Republica Dominicana.


                                         


Luis Medrano-

mundodelarte rd


Más de 300 presentaciones artísticas quedaron suspendidas en República Dominicana con miras a las fiestas patronales en honor a la Virgen de la Altagracia. Por la pandemia del Covid-19, al menos once comunidades quedaron sin sus tradicionales fiestas que se celebran entre el 11 y el 21 de enero de cada año.

Estos bailes, conciertos o presentaciones fueron suspendidos de manera definitiva este año, lo que significa una pérdida de trabajo para decenas de agrupaciones artísticas. Además, se disminuyen los ingresos de muchas familias comerciantes y se reducen los impuestos para la administración del gobierno.

Durante este primer mes del año, las fiestas patronales en honor a la Altagracia reúnen una multitud de más de un millón de personas en casi todo el país.

Las fiestas patronales de la Virgen de la Altagracia, que son las más conocidas, fueron suspendidas son Higuey, San José de Ocoa, Nagua, Monte Plata, Castañuelas, Arrollo Hondo de Baní, Guananico en Puerto Plata, Villa Altagracia, La caleta de Boca Chica, Las Yayas de Azua y Pedernales.

Los cálculos

En las fiestas patronales por lo general se presentan tres, cuatro y hasta cinco artistas o agrupaciones por noche, ya todas tienen un tiempo de duración de 9 a 10 días.

Si se calcula un promedio de cuatro artistas por noche en los 11 pueblos, sumarían unas 300 presentaciones, sin incluir los talentos musicales locales.

Ponerle número a lo dejado de producir por los artistas, las empresas en ventas de sus productos y el Estado por impuestos se habla de cientos de millones de pesos dejados de generar en estos primeros días del año.

La realización de las patronales en estos once pueblos genera grandes ventas para las empresas de productos de consumo masivo, trabajo para carperos, sonidistas, técnicos, vendedores ambulantes, bares, restaurantes y colmados, hoteles…

Las patronales generan movimiento económico porque la gente consume combustibles, comidas y picaderas frías y calientes, que son parte de la diversidad de negocios que producen estas fiestas culturales por todo el país.

Sonidistas, tarimeros, fuegos artificiales, pantallas gigantes, techos, dueños de plantas eléctricas, choferes de camiones y sus ayudantes, empresas de autobuses y sus choferes, serenos, chiriperos, bartenders, motoconchos, salones de belleza, taxis, todos están perjudicados.

Por igual, empresas productoras, empresarios, animadores, compositores, estaciones de radio y televisión de los pueblos, “las guaguas anunciadoras”, las discolight, las frituras y todo el sistema comercial del pueblo pierde.

Las orquestas dominicanas de merengue, bachata, salsa, grupos típicos, las copy band, los solistas y artistas de fusiones urbanas y reguetoneros están dejando de realizar más de 300 presentaciones artísticas que representaría una altísima suma de dinero.

Junto a ellos, decenas de locutores y comunicadores que son los encargados de animar las festividades.

Castañuelas, en la provincia Montecristi. es uno de los pueblos que sufren la cancelación de sus fiestas en estos días.



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