¿Qué son los baños de bosque y cómo tomarlos?


El estrés es una de las principales enfermedades del siglo XXI, tal y como advierten los expertos, lo que afecta de forma notable a la calidad de vida. Pues bien, los baños de bosque son una práctica muy recomendada para relajarse y conectar con uno mismo. Varias investigaciones han demostrado que el contacto estrecho con la naturaleza conlleva un menor riesgo de sufrir trastornos emocionales, así como enfermedades mentales, neurológicas y respiratorias.

Cualquier persona puede disfrutar de los beneficios de los baños de bosque. Las primeras veces conviene llevarlos a cabo de la mano de un guía certificado. Luego puedes hacerlo solo.

¿Cómo practicar los baños de bosque?

Lo primero es elegir el bosque adecuado. Por lo general, se recomienda un parque frondoso y tranquilo, que ofrezca diferentes ambientes. Las mejores rutas son las circulares, de entre uno y dos kilómetros. Por supuesto, deben estar poco transitadas.

En los baños de bosque las prisas no tienen cabida. Hay que caminar despacio, despertando todos los sentidos: tocar una piedra, escuchar el canto de los pájaros, oler la tierra… Debes ser tú mismo y escuchar únicamente a tu «yo interior», dejando los problemas de lado.

Si haces esta actividad con un guía experimentado, a mitad de camino te invitará a detenerte, sentarte y compartir la experiencia. Debes abrirte y explicar qué es lo que sientes.

Una vez finalizada la ruta, muchos guías preparan una infusión con plantas. La ceremonia del té es estupenda porque integra el bosque en ti y ayuda a cerrar la experiencia.

Los baños de bosque tienen multitud de beneficios a nivel físico y psicológico. Tu estado de ánimo mejorará y te encontrarás mucho más tranquilo y relajado. Además, pasar tiempo en la naturaleza mejora la creatividad.



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