Qué es una enterobacteria
La etimología del nombre enterobacteria o bacterias entéricas se debe a que son típicas de la flora intestinal de los animales, incluyendo al ser humano. Aunque también se pueden encontrar viviendo sobre vegetales y de forma libre en el agua y en el suelo de cualquier parte del planeta.
Las enterobacterias son una familia de bacterias gram negativas de la familia Enterobacteriaceae, entre las que se cuentan numerosas especies de simbiontes no perjudiciales. También existen especies patógenas muy conocidas como la Salmonella, Escherichiacoli, Klebsiellapneumoniae, Yersinia pestis o el género Enterobacter.
La enterobacteria
La enterobacteria se considera un tipo de proteobacteria y da negativo en la tinción de Gram. Tiene una morfología típica de bacilo con células alargadas que varía entre 1 y 5 μm de longitud. Existen también algunas especies con forma de cocobacilo.
La mayor parte de las enterobacterias son organismos anaerobios facultativos, es decir, utilizan oxígeno para su metabolismo, si es que está disponible y a su alcance. Aunque también pueden vivir sin oxígeno realizando distintos tipos de fermentación, particularmente fermentación láctica.
La gran mayoría de especies participan en el ciclo biogeoquímico del nitrógeno, ya que reducen nitratos y nitritos inorgánicos agregando nitrógeno en las moléculas orgánicas. Existen algunas excepciones como por ejemplo las del género Photorhabdus.
Algunos tipos de enterobacterias son móviles y presentan gran cantidad de flagelos, aunque también existen géneros inmóviles que no los tienen. Su temperatura óptima de crecimiento está entre los 22 y 37º Centígrados y no forman esporas de resistencia.
Una de sus características más importantes es que forman parte de la flora intestinal normal de los seres humanos y de otros animales.
Por su capacidad anaeróbica facultativa pueden colonizar el intestino y sobrevivir fermentando hidratos de carbono, que llegan a través de la dieta.
En estas zonas, las enterobacterias viven de forma simbionte y sin perjudicar a su hospedador. Suelen presentar fimbrias tipo I, un tipo de apéndice proteico parecido a los cilios, que usan para adherirse a la mucosa del hospedador y que determina, en muchos casos, la patogenia potencial.
Las enterobacterias no son exclusivas del intestino y se pueden encontrar en diferentes cavidades y conductos que están en contacto con el exterior como la faringe, las fosas nasales, el tracto respiratorio en general, la uretra o la vagina.
No son patogénicos porque las poblaciones se autolimitan y aquí es cuando juega un papel destacado la especie Escherichiacoli, que controla el crecimiento de otras especies, así como también el de otros tipos de bacterias y hongos.