Lo que necesitas saber sobre los alimentos en conserva


No es nueva la preocupación que existe alrededor de los alimentos presentados en latas de conserva que podemos encontrar en cantidad de supermercados y también, de forma demasiado común, en el fondo de las despensas de muchos hogares. Por esto te nombramos lo que necesitas saber sobre los alimentos en conserva.

Son productos que suelen tener una fecha de caducidad tardía y, que en la mayoría de los casos, ¡no hace falta cocinar! son cómodos, rápidos de consumir.

Aun así, precisamente por su envase y por la cantidad de elementos artificiales que suelen incluir para que duren durante mucho tiempo, si no los guardamos debidamente, esta clase de productos pueden resultar peligrosos de digerir o pueden provocar que pierdan sus beneficiosas propiedades nutricionales, las cuales son muy recomendables introducir a nuestra dieta habitual si sabemos hacerlo de la manera adecuada.

Cuáles son las más saludables

Si te gusta tener conservas en casa y encuentras útil este tipo de alimentos, lo primero que debes saber es qué tipo de conservas son las mejor consideradas por los nutricionistas. En primer lugar, sin tener en cuenta cuales son tus sabores favoritos, lo que siempre deberías mirar es que en la lata se indique que el producto ha sido envasado al natural, cosa que se suele respetar en el caso del atún, los moluscos, y los demás productos de origen marino.

En el caso de conservas vegetales, no es tan común de encontrar y debemos tener cuidado, sobre todo si padecemos de alguna condición médica relacionada con la presión sanguínea elevada. Las conservas no envasadas al natural contienen un alto contenido en sodio muy desaconsejable para este tipo de pacientes.

Así pues, al igual que siempre será más recomendable escoger conservas envasadas al natural, debemos también decantarnos por aquellas que se encuentren en el interior de botes de cristal. De forma recurrente, las latas de aluminio pueden desprender ciertos metales que se integran en los alimentos.

¿Dónde se guardan?

Lo aconsejable es guardar los envases e un lugar fresco, seco y alejado de la exposición a la luz solar. Una vez abiertos, deben ir a la nevera con su líquido de origen para conservar su salubridad durante 3 o 4 días; si por algún motivo descubrimos un envase que ha superado ese tiempo abierto dentro de la nevera, lo más indicado sería desecharlo.



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