Las mejores frases y reflexiones de Cristóbal Colón


La figura de Cristobal Colón es una de las más importantes de la historia de nuestro país. A pesar de que, hasta la fecha, todavía nadie sabe realmente dónde nació ni cuál es su verdadera procedencia, a Colón le une una enorme vida en España y con los Reyes Católicos. 

Sin ellos, Fernando e Isabel, el navegante no habría podido iniciar su viaje hasta oriente que, finalmente, le conduciría hasta un nuevo continente que dio a Europa nuevas fronteras de exploración, intercambio y colonización.

El navegante logró, casi sin quererlo, descubrir un continente al que nadie había podido llegar todavía comenzando una nueva etapa en el mundo que se conoció como la época de los navegantes y que se desarrolló durante los siguientes cien años en todo el mundo.

Hoy recordamos algunas de sus mejores frases, y otras, aunque se desconoce realmente la procedencia, están atribuidas a Cristobal Colón.

Frases de Cristóbal Colón

  • No les conozco secta ninguna, y creo que muy presto se tornarían cristianos, porque ellos son de muy buen entender.
  • Algunos de ellos traían algunos pedazos de oro colgados de la nariz, que de buena gana daban por un cascabel de estos de pie de gavilano y por cuentecillas de vidrio: mas es tan poco, que no es nada: que es verdad que cualquiera poca cosa que se les dé ellos también tenían a gran maravilla nuestra venida, y creían que éramos venidos del cielo.
  • Encuentra la felicidad en tu trabajo o nunca serás feliz
  •  Aquí fallaron que las mueres casadas traían bragas de algodón, las mozas, no, sino salvo algunas que eran ya de edad de 40- diez, y ocho años.
  • El mar dará a cada hombre una nueva esperanza, como el dormir le da sueños
  • Tengo mucha esperança en Nuestro Señor que Vuestras Altezas los harán todos cristianos, y serán todos suyos
  • A tresientas et setenta leguas de las islas del Cabo Verde, hacia la parte del poniente
  • Nunca tan hermosa cosa vido
  • Ellos aman a sus próximos como a sí mismo, y tienen una habla la más dulce del mundo, y mansa y siempre con risa
  • Muy bien hechos, de muy fermosos cuerpos y muy buenas caras
  • Creo que debe ser Çipango, Japón según las señas que dan esta gente
  • No les conozco secta ninguna, y creo que muy presto se tornarían cristianos, porque ellos son de muy buen entender
  • Crean vuestras Altezas que es esta tierra la mejor y más fértil, y temperada, y llana, y buena que haya en el mundo
  • Traía esta mujer un pedacito de oro en la nariz, que era señal que había en aquella isla oro
  • La gente ya no lo podía çufrir: quexávase del largo viaje
  • Y como sea esta gente de muy franco corazón que cuanto le piden dan con la mejor voluntad del mundo, les parece que pidiéndoles algo les hacen grande merced



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