Las frases de Mary Shelley, autora de Frankenstein, en el día de su nacimiento


Un 30 de agosto de 1797 nacía la escritora​ dramaturga, ensayista y biógrafa británica​ Mary Shelley, que entre otras, se hizo famosa por la novela gótica Frankenstein o el moderno Prometeo. Veamos las frases de Mary Shelley, autora de Frankenstein, en el día de su nacimiento.

Frankenstein ha sido un éxito que todavía perdura a día de hoy. Una novela góticas de su período, mezcla una temática visceral y marginal con una especulativa , donde se destacan las luchas mentales y morales del protagonista, Victor Frankenstein.

Las citas de Mary Shelley en su cumpleaños

Desde el principio de mis recuerdos, había sido como era entonces en estatura y proporción. Hasta ahora, nunca había visto a un ser que se pareciese a mí ni pretendiese contacto alguno conmigo. ¿Qué era yo? La pregunta me surgía una y otra vez, sólo para contestarla con gemidos.

Yo, como el archidemonio, llevaba un infierno en mis entrañas; y, no encontrando a nadie que me comprendiera, quería arrancar los árboles, sembrar el caos y la destrucción a mi alrededor, y sentarme después a disfrutar de los destrozos.

Busca serenamente la felicidad y evita la ambición, aunque ésta sea en apariencia tan inofensiva como la que persigue el camino de la ciencia.

Si nuestros instintos se limitaran al hambre, la sed y el deseo, seríamos casi libres. Pero nos conmueve cada viento que sopla, cada palabra al azar, cada imagen que esa misma palabra nos evoca.

Las frases de Mary Shelley, autora de Frankenstein, en el día de su nacimiento

Los hombres necesitan hasta tal punto aferrarse a algo que son capaces de plantar las manos sobre una lanza envenenada.

De las manos de Dios había salido una criatura perfecta, próspera y feliz, protegida por el especial cuidado de su Creador; se le había permitido conversar con seres de naturaleza superior y adquirir de ellos su saber; en cambio, yo era desdichado, estaba desamparado y solo.

La contemplación de la grandiosidad de la naturaleza siempre confirió nobleza a mis pensamientos, haciendo que olvidara las preocupaciones cotidianas. Son frases de Mary Shelley, autora de Frankenstein,

¡Quisiera pisotearte hasta convertirte en polvo, si con ello, con la abolición de tu miserable existencia, pudiera devolverles la vida a aquellos que tan diabólicamente has asesinado!

Sé que usted busca el conocimiento y la sabiduría, como yo lo hice una vez; y espero vivamente en que la satisfacción de sus deseos no resulte ser una serpiente que le muerda, como ha sucedido en mi caso.

No desesperaremos. No somos cobardes ni fatalistas; creemos que Dios ha puesto en nuestras manos los medios para nuestra supervivencia y vamos a sacarles el máximo provecho.



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