Las frases con enseñanza de Ernest Hemingway en 60 aniversario de su muerte
El escritor Ernest Hemingway se suicidó un 2 de julio de 1961, y hoy le recordamos con las frases con enseñanza de Ernest Hemingway en 60 aniversario de su muerte. Se dedicó al periodismo y por toda su obra recibió el premio Nobel de literatura en 1954.
Entre sus obras tenemos hitos como «Adiós a las armas», «Por quién doblan las campanas» y «El viejo y el mar». Fue amante de nuestro país donde pasó largas temporadas.
Las citas de Ernest Hemingway
El hombre que ha empezado a vivir seriamente por dentro, empieza a vivir más sencillamente por fuera.
Para un auténtico escritor, cada libro debería ser un nuevo comienzo en el que él intenta algo que está más allá de su alcance.
La primera cura para una nación mal administrada es la inflación de la moneda; la segunda es la guerra. Ambas aportan una riqueza temporal; las dos traen una ruina permanente. Pero ambas son el refugio de políticos y económicos oportunistas.
Escribieron en los viejos tiempos que es dulce y apropiado morir por el país de uno. Pero en la guerra moderna, no hay nada dulce ni apropiado en tu muerte. Morirás como un perro sin una buena razón.
Cuanto más viejos estamos, más difícil se nos hace tener héroes, pero es una especie de necesidad. frases con enseñanza de Ernest Hemingway en 60 aniversario de su muerte
Un idealista es un hombre que, partiendo de que una rosa huele mejor que una col, deduce que una sopa de rosas tendría también mejor sabor.
Si tienes la suerte de haber vivido en París de joven, entonces donde sea que vayas por el resto de tu vida, se queda contigo, ya que París es una fiesta movible.
¿Nunca te da la sensación de que toda tu vida está pasando y no la estás aprovechando? ¿Te das cuenta de que has vivido casi la mitad del tiempo que tienes para vivir?
La decadencia es una palabra de difícil uso ya que se ha convertido en poco más que un insulto aplicado por los críticos a todo aquello que todavía no entienden o que parece diferir de sus conceptos morales.
Desde un punto de vista moralmoderno, es decir, cristiano, la corrida es completamente indefendible; hay siempre en ella crueldad, peligro, buscado o azaroso, y muerte.
Preocúpate un poco cada día y en la vida perderás un par de años. Si algo está mal, arréglalo si puedes. Pero prepárate para no preocuparte: la preocupación nunca arregla nada.