Las 5 especies de animales autóctonos de la Antártida


Sabemos que la Antártida, o continente antártico, es el sitio más frío del planeta y aunque pueda parecer que no es más que un vasto territorio cubierto de hielo, lo cierto es que son varias las especies de animales que allí viven. Conozcamos a continuación, las 5 especies de animales autóctonos de la Antártida.

Las 5 especies de animales autóctonos de la Antártida

Aunque los pingüinos son quizás la especie animal más popular en la Antártida (de las 18 especies de pingüinos que existen en el mundo, cinco de ellas se reproducen únicamente en la Antártida), lo cierto es que no es la única. De hecho hay otras cuatro especies de animales que son autóctonos de la zona y que tal vez te sorprenda conocer. ¡Descubramos cuáles son!.

Pingüinos

Como ya hemos mencionado, el animal más reconocido en la Antártida es el pingüino. Esta ave buceadora no voladora vive exclusivamente en el hemisferio sur, pero solo cinco de las dieciocho especies conocidas son residentes de la Antártida que son endémicas como criadoras en el continente, el hielo adyacente o las islas vecinas. La especie más conocida es el pingüino emperador (Aptenodytes forsteri), el ave buceadora más grande de la Tierra y el único habitante permanente de la Antártida. Las otras cuatro especies de pingüinos de la Antártida y las islas subantárticas son el pingüino de barbijo (Pygoscelis antarctica), el pingüino papúa (Pygoscelis papua), el pingüino macaroni (Eudyptes chrysolophus) y el pingüino Adelia (Pygoscelis adeliae). Debido a la corriente fría del océano, las otras especies de pingüinos viven en islas subantárticas.

Focas

De la misma manera que ocurre con los pingüinos, varias son las especies de focas que viven en la Antártida. En concreto, hay seis especies de focas: la foca cangrejera (Lobodon carcinophagus), la foca elefante del sur (Mirounga leonina), la foca de Weddell (Leptonychotes weddelli), la foca de Ross (Ommatophoca rossii), la foca fina (Arctocephalus spec.) y la foca leopardo (Hydrurga leptonyx). El número de focas es mucho mayor en la Antártida que en el Ártico. La población mundial total de foca cangrejera antártica, por ejemplo, se estima entre once y doce millones.

Esta vasta población de focas, como muchas otras especies, prospera principalmente debido a las enormes reservas de krill antártico.

Ballenas

De las 80 especies de ballenas del mundo, 14 son endémicas de la Antártida y suelen estar presentes en el verano antártico. Incluyen seis ballenas barbadas: la ballena azul, el mamífero más grande de la Tierra; la ballena de aleta, el segundo mamífero más grande del mundo; la ballena sei; la ballena jorobada; y la ballena minke y ballenas comunes, además de siete ballenas dentadas como la orca, el cachalote o las ballenas nariz de botella. La caza de ballenas y focas a principios del siglo XX diezmó sus poblaciones. Si bien algunas especies se han recuperado bastante bien, las poblaciones de otras, como la ballena azul, aún están lejos de ser ideales y todavía están clasificadas como en peligro de extinción.

Págalos

Los págalos (Catharacta skua o Stercorarius skua) son aves marinas que tienen unas grandes alas las cuáles se originan, viven y se reproducen en la costa de la Antártida. A pesar de ello, suelen vivir en zonas de mar abierto. Un ave imponente de un color marrón grisáceo, que además de sus grandes alas tienen un tamaño de medio metro.

Suelen anidar junto a las colonias de pingüinos, de modo que puedan encontrar más fácilmente comida. Se alimentan de peces pero también de las crías de otras aves. Cuando llega el invierno migran al océano Pacífico Norte.

Krill

A pesar de que los animales mencionados son de sobras conocidos y siempre les vemos sobre capas de hielo de la Antártida, lo cierto es que el mayor número de especies animales superiores presentes en la Antártida es relativamente pequeño. Se trata del krill antártico (Euphausia superba) cuyo hábitat se limita a las zonas costeras estrechas y sin hielo y al océano, del que dependen para su alimentación. De hecho, se trata del eslabón más importante de la cadena alimentaria del Océano Austral. Un crustáceo parecido a un camarón que mide entre cuatro y seis cm de longitud. Se alimenta principalmente de diatomeas planctónicas y zooplancton.

Con una incidencia total estimada de mil millones de toneladas en la Antártida, el krill es el recurso alimenticio básico para muchas criaturas vivientes como calamares, peces óseos, así como los antes mencionados pingüinos y aves marinas, focas y ballenas.



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