la escondida maravilla en el sur de Andalucía


En España hay lugares maravillosos que todo el mundo debería visitar al menos una vez en la vida. Se trata de un país con una gran diversidad geográfica: bosques, desiertos, selvas, volcanes… Y, por supuesto, calas que son un auténtico paraíso terrenal para tomar el sol y darse un baño. Si todavía no tienes plan para este verano, ¿por qué no te animas a visitar una de las maravillas naturales del sur de Andalucía?

Cala de San Pedro

Hablamos de Cala de San Pedro, una de las playas más bellas del Parque Natural Cabo de Gata, en la provincia de Almería. Entre las colinas de este paisaje semidesértico se abre una cala de aguas turquesa y arena blanca. ¡Un paraíso tropical perfecto para desconectar de la rutina!

La playa tiene 250 metros de longitud, aunque también se puede entrar al agua por los laterales rocosos. Tiene varias zonas de fondo rocoso que son excelentes para bucear. La arena es blanca y muy fina.

Una de sus principales características es el color turquesa de las aguas, así que en Cala de San Pedro te sentirás como si hubieras viajado al Caribe. Además, la entrada al agua es progresiva, lo cual es un gran punto a favor.

La dificultad del acceso es parte de su encanto, porque esto hace que la playa no esté masificada, ni siquiera en los meses de verano. A esto hay que sumar que Cala de San Pedro no tiene ningún tipo de servicio.

¿Cómo llegar?

Hay dos formas de llegar a la playa situada en el sur de Andalucía:

  • Ruta de senderismo: el camino comienza en Las Negras y tiene una longitud de aproximadamente 2 kilómetros. Es estrecho y buena parte transcurre cerca de acantilados, así que para los niños es peligroso.
  • Barco: también existe la posibilidad de llegar a Cala de san Pedro en barco desde Las Negras. El paseo dura entre 10 y 15 minutos.

Castillo de San Pedro

En la misma cala del del Parque Natural Cabo de Gata puedes visitar las ruinas del Castillo de San Pedro, cuyo origen se remonta a finales del siglo XV, tras la reconquista de los reyes Católicos. Desde el siglo XIX está en desuso, y actualmente se encuentra en ruinas. Sólo se puede ver el exterior ya que el interior está precintado por el peligro de derrumbe.

Justo al lado del Castillo de San Pedro hay una fuente natural del agua. No está recomendada para el consumo.



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