Estas son las ciudades abandonadas más impresionantes del mundo


Por diferentes razones, hemos ido abandonando algunas de las miles de ciudades de todo el mundo. Desde catástrofes naturales hasta la simple búsqueda de un espacio mejor para realizarse, y no son pocos los episodios de familias enteras dejando atrás los sitios que habitaban, por decisión propia o factores ajenos. Estas son las ciudades abandonadas más impresionantes del mundo.

Lo interesante del caso es que muchos de esos lugares pueden visitarse si tenemos la oportunidad de acercarnos a ellos, y es realmente una vivencia única el asistir a estas «ciudades fantasma» como las de las películas.

Algún día fueron ciudades habitadas, pero con el paso del tiempo se han ido despoblando por diversas circunstancias. Hay algunas ciudades abandonadas que, quien sabe si en algún momento, vuelven a expandirse o bien queramos ir a conocer su historia.

Ciudades abandonadas más impresionantes del mundo

Empezamos cerca, porque Belchite, en Zaragoza, se destruyó en la batalla de Belchite y entonces Franco no lo reconstruyó. Aunque no han vuelta a habitar personas, sus ruinas y otros encantos sirven actualmente para rodar películas, como El laberinto del Fauno. Edificios sin acabar y muchos deshabitados. Es la viva estampa de Varosia, en Chipre, que en su día fue un  destacado destino turístico en el que hoy no habita nadie. La invasión turca de 1974 lo destruyó y los militares no dejan entrar a nadie.

En Geamana, Rumanía, más 400 familias tuvieron que ser realojadas y actualmente solo se ve parte de su iglesia central.  Hay más ciudades porque en Italia, Craco, fue abandonada en su día a causa de deslizamiento de tierras que se produjo en el casco viejo y con ello los habitantes se marcharon. De igual modo que Belchite también es lugar de rodaje de diversas películas.

Ubicada en el corazón de los montes Apuseni, esta localidad fue transformada en un espacio de desechos mineros. Los cerca de mil ciudadanos que tenía fueron desalojados porque las autoridades de esa región necesitaban un vertedero para los desechos de una mina cercana, su principal generadora de empleo y riqueza.

En Noruega también hay lugares que en su día se habitaron pero actualmente no. En este caso, se trata de Pyramiden, ubicada en el archipiélago ártico de Svalbard. La fundaron los suecos en 1910 para explotar una mina de carbón pero luego fue vendida en 1927. No fue hasta 1998 cuando la gente se fue y todavía pueden verse desde muebles a otros enseres de sus habitantes.

Beichuan, en China, fue una ciudad que empezó a desquebrajarse por el terremoto de Sichuan de 2008. Tal fue el desastre que el Gobierno construyó una nueva ciudad en vez de rehacer la anterior, pero era necesario al ser lugar potente de seísmos continuos. Por su parte, Hashima, Japón, creció rápidamente pero por el desarrollo industrial si bien la naturaleza se encargó de que no fuera así. Pues las causas como las inclemencias del mar provocaron que la estructura de la ciudad se realizara con relevantes fortificaciones. Sobre los años 70 sus habitantes se fueron a otros lugares.

Todavía hay carteles y poco más. Centralia, Pennsylvania, EEUU se destruyó a causa de un fuego por una mina de carbón y por el monóxido de carbono sus habitantes se fueron allá por los años 80.

Pripyat, Ucrania

Cuando en abril de 1986 el reactor IV de la Central Nuclear de Chernobýl falló provocando el accidente nuclear más grande de la historia, el destino de Pripyat quedó sellado. No hay rastros de sus casi 70.000 familias. Muchísimos de esos individuos murieron en el incidente. Los demás se fueron por la contaminación.

Craco, Italia

Localizada en la parte alta de una colina, los constantes desplazamientos de placas tectónicas y deslizamientos de tierra obligaron a los vecinos a marcharse dejando tras de sí una ciudad completa, con todo lo que se esperaría. Varios de los turistas curiosos que transitan la zona de Lucania, en el sur del país, paran para poder visitarla.

Epecuén, Argentina

Pero probablemente el pueblo abandonado más famoso sea la antigua villa turística Epecuén, en Buenos Aires. Espacio de veraneo de los ciudadanos de la cercana Carhué y el resto de la provincia, en 1985 una inundación sumergió a la localidad varios metros. Al retroceder el agua, nació este atractivo turístico argentino excepcional.



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