El truco definitivo para saber si un huevo está fresco


Los huevos de gallina son uno de los alimentos más básicos que tenemos en nuestra dieta, una solución absolutamente versátil que podemos incorporar tanto a los almuerzos y cenas, como a los desayunos y meriendas, y que suelen ocupar siempre un sitio en la nevera. Te desvelamos el truco definitivo para saber si un huevo está fresco.

Y es que muchas veces el problema es que no sabemos si un huevo se encuentra en buen estado o, como se denomina habitualmente, si “está fresco”, apto para su consumo.

Es entonces cuando conviene preguntarse si, al cabo de un par de semanas de permanecer dentro de la nevera, ese producto no se habrá echado a perder y es mejor tirarlo que intentar ingerirlo. Por suerte, existen algunos trucos que podemos tener en cuenta.

Tres trucos para reconocer si un huevo está fresco

Si flota en agua

Puedes coger un vaso o similar lleno de agua, agregarle un poco de sal hasta que se disuelva, e introducir el huevo dentro de este recipiente. Debes esperar un par de segundos, y si notas que flota, eso quiere decir que no está fresco y que podría ser una buena idea evitarlo. Si tarda en sumergirse, deberías darte prisa y comerlo cuanto antes.

Si hace ruido

También puedes corroborar esa primera teoría con una segunda, que consiste en tomar ese mismo huevo, sacudirlo un poco, y escuchar el sonido que produce, que debería ser nulo. Mientras tanto, si llegas a distinguir cómo en el interior los elementos se mueven, eso significa que está pasado, y que deberías dejarlo de lado, reemplazándolo por otro.

Romperlo y ver la yema

Si todavía tienes algunas dudas al respecto, nuestra recomendación es que procedas a romper el huevo y, una vez roto, sobre una superficie plana dejes caer su contenido, para observar cómo se distribuye encima de ella. Si todo está bien, la yema debería quedar en el centro, retenida por la clara. Si esto no pasa, es síntoma de que deberías descartarlo.

Dicho esto, creemos que es fundamental aclarar que otros factores como el color de la cáscara o el tamaño del huevo no son indicativos de su buen estado, por lo que no es aconsejable tomar esas características como parámetros fiables para consumirlos.

Por lo demás, no hay diferencias nutricionales tampoco entre los huevos blancos y los huevos marrones, así que puedes escoger cualquiera de ellos por igual, con la certeza de que te darán las propiedades que esperas de un alimento tan completo como éste.



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