¿Cuál es el origen del bocadillo de calamares típico de Madrid?


Uno de los platos más típicos de la gastronomía de Madrid es el bocadillo de calamares. Pero, ¿de dónde viene esta tradición? Es algo de lo más curioso, teniendo en cuenta que se trata de un plato compuesto de calamares rebozados a la andaluza entre dos panes que se ha hecho popular en una ciudad de interior.

Podemos hacernos una idea de lo difícil que era hace varios siglos que el pescado llegara fresco a Madrid ya que el viaje desde las zonas costeras duraba entre 11 y 12 días. Sin embargo, había una gran demanda de este alimento porque la Iglesia prohibía el consumo de carne en numerosas fechas a lo largo del año. Por lo tanto, se hacía todo lo posible porque en Madrid hubiera pescado fresco.

Llegaba a la ciudad en recipientes con hielo, aunque no siempre en condiciones idóneas para su consumo. El besugo era el pescado que mejor soportaba los viajes, así que se convirtió en un alimento muy demandado.

Como resulta lógico, los pescados secos y ahumados, así como los salazones, se convirtieron en la forma más segura de comer pescado en «buenas» condiciones. La llegada del ferrocarril a España en el siglo XIX mejoró de forma notable la comunicación de Madrid con las zonas costeras.

Fiestas de La Paloma 2020: cómo hacer un bocata de calamares
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También en el siglo XIX se produjo un hecho que podría explicar el origen del bocadillo de calamares en Madrid: la influencia gastronómica y cultural llegada desde Andalucía. También llegaron a la ciudad muchas cocineras del norte de España que fundaron muchos restaurantes. Estaban acostumbradas a trabajar con productos del mar, como el calamar.

Los calamares son perfectos para tomarlos en bocadillo porque no tienen espinas. Se les añadió pan para darle más sabor y aporte calórico al plato.

Fue en el siglo XX cuando el bocadillo de calamares vivió su época dorada en Madrid. En la década de 1950 era un clásico en la ciudad, y empezó a popularizarse la venta de estos bocadillos en bares situados en los alrededores de la Plaza Mayor.

Actualmente el bocadillo de calamares es todo un símbolo de la capital, y forma parte de la cultura madrileña. ¡Todos los turistas se animan a probarlo!



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