¿Cómo guardar, conservar y recalentar las sobras de la comida?


Las sobras de comida es algo habitual en prácticamente todas las casas. Muchas son las personas y familias que suelen cocinar de más para poder aprovechar esas sobras para una cena o para el día siguiente, pero todavía vivimos en una sociedad en la que se tira mucha comida. De hecho son más de 1.700 millones de toneladas de comida la que se desperdicia cada año en todo el mundo, algo que traducido en dinero supone 728 billones de euros.

¿Qué es lo que nunca deberías hacer con las sobras de la comida?

Desde nuestra posición como ciudadanos podemos tomar conciencia e intentar como decimos, aprovechar las sobras de comida pero además, es importante saber cómo guardarlas correctamente de modo que al final la comida sobrante no se estropee y acabe en la basura, o nos siente mal en caso de que nos la comamos.

La clave con las sobras de comida es dejar que se enfríen un poco y entonces, guardarlas bien tapadas en la nevera o también en el congelador para que la comida no esté demasiado rato en «zona de peligro», es decir, a una temperatura de entre 4 y 65 grados. De este modo si por ejemplo has hecho mucha pasta o mucho arroz, puedes comer el plato que te apetezca y el sobrante lo guardas cuando notes que ya está a temperatura ambiente (es decir, que no haya pasado más de una hora o dos). En caso de querer comerlo por la noche o al día siguiente puedes guardar la comida en un plato tapado con un poco de papel film o transparente, o mucho mejor dentro de un «tupper» con su tapa correspondiente. En caso de que te lo vayas a comer en día venideros o la próxima semana, quizás sea mejor opción congelarlo.

Si dejas las sobras encima de la mesa o del mármol de la cocina, lo más normal es que al quedarse a temperatura ambiente, acaben proliferando microorganismos que no solo estropearán la comida, sino que en el caso de comer esa comida es posible que afecte a nuestra salud. 

Cuidados especiales con determinadas sobras

En el caso de alimentos crudos, y en especial las preparaciones con huevo, proteína o líquido, es de suma importancia que nunca se queden fuera de la nevera ya que en este tipo de sobras, la aparición de microorganismo nocivos es mayor. De hecho incluso a veces es imposible que ni guardando estas sobras en la nevera, las podamos consumir. Es el caso de por ejemplo la tortilla de patata poco hecha ya que si además le sumamos que estemos en verano o que en casa haga mucho calor, será difícil que el alimento se pueda conservar o que no sea un riesgo para nuestra salud si lo comemos días después de haberlo cocinado.

¿Cuándo puedo meter las sobras de la comida en el frigorífico?

Pero ¿si meto las sobras en la nevera y todavía están calientes pueden estropearse otros alimentos? Ya hemos dicho lo ideal es esperarse a que las sobras estén a temperatura ambiente ya que en efecto si guardas comida caliente en la nevera o la pones a congelar, afectará tanto al electrodoméstico como al resto de alimentos dentro. Como dijimos, mejor que esperes una hora, y si ya no quema puedes guardar tus sobras sin problema. Y si tienes prisa existe un truco muy sencillo para enfriar las sobras: las metes en un recipiente con tapa y colocas este bajo el chorro del agua fría, verás como se enfrían rápidamente.

¿Cómo guardar las sobras?

Además de guardar las sobras en recipientes con tapa como también hemos mencionado, debes saber que es mejor colocar estos en los estantes de arriba de la nevera y así, evitarás que otros alimentos crudos goteen encima. Para no confundirnos y si eres de las personas que guardan varios recipientes con sobras, puede ser además buena idea etiquetarlo todo con la fecha de preparación, de modo que sabrás también cuánto hace que lo guardaste en el frigorífico, aunque por norma general, se recomienda no tardar más de tres días en consumir las sobras, aunque va a depender mucho del tipo de alimento que sea y el tipo de preparación.

¿Cómo recalentar las sobras?

A la hora de consumir las sobras, solo las puedes recalentar una vez. Es decir, cuando vayas a comerte las sobras puedes calentarlas sin problema en el microondas, o mucho mejor, en una olla o una sartén, pero si de esas sobras todavía te sobra comida, ya no vas a poder volver a meterla en la nevera y tampoco volver a calentarla, ya que en caso de hacerlo aumentamos el riesgo de que aparezcan bacterias. De hecho con cada proceso de guardar y recalentar las sobras aumentan cada vez más el número de bacterias en el alimento.

Hemos puesto antes el ejemplo de que nos haya sobrado pasta o arroz, que suelen ser las sobras más comunes en casa de todo el mundo, pero cuidado con ambos ya que tanto la pasta como el arroz, se pueden contaminar fácilmente con la bacteria Bacillus cereus, que corresponde a un microorganismo que es sensible al calor y que de vez en cuando, puede llegar a producir esporas que además de tóxicas son resistentes. De este modo si nos comemos esas sobra contaminadas, podemos acabar con náuseas, vómitos y diarreas o gastroenteritis, pero cuidado porque en caso muy graves puede provocar también la muerte.

Ideas para reducir el desperdicio de comida

La Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura es la artífice del hastag #NoDesperdicio con el que desea poder concienciar a la gente en redes sociales de lo necesario que es reducir las cifras de desperdicio alimentario, que tristemente aumenta cada año. Además ha reunido estos seis consejos para ayudarnos a combatir este problema:

  1.  Se realista: De modo que planifiquemos bien lo que vamos a comer y con ello que no nos sobre comida.
  2. Congela la comida o compártela con la gente: Si has hecho una comida familiar, puedes repartir la comida sobrante entre los invitados. Lo que todavía te quede lo puedes guardar en la nevera o en el congelador.
  3. Consume las sobras en la cena o al día siguiente: No pasará nada porque un día, comas y cenes lo mismo o porque dos días comas lo misma. O también, puedes añadir algún otro ingredientes o varías un poco las sobras para que se conviertan en otro plato.
  4. Termina las sobras antes de preparar algo nuevo: Antes de ponerte a cocinar, mira si tienes sobras en la nevera para comerlas y de este modo no seguir acumulando comida.
  5. Deja que los invitados se sirvan lo que quieren: Cuándo somos anfitriones, nos gusta servir a los invitados, pero tal vez por corte o educación, no suelen repetir cuando tal vez les apetece. ¿Por qué no colocas la comida en el centro de la mesa y que todo el mundo se coma lo que le apetezca? Seguro que entonces no sobra comida.
  6. Regala la comida que no vayas a comer o cocinar: En caso de haber acumulado alimentos que duran mucho tiempo, como es el caso de las latas, puede ser buena idea regalarlo a alguien que lo necesite o a alguna organización caritativa.



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