Cerveza de barril o en botella: ¿cuál es mejor?


La cerveza es una de las bebidas más conocidas y consumidas de todo el mundo. Según datos oficiales, el país con mayor consumo anual per cápita de cerveza es República Checa. Le siguen Namibia, Austria, Alemania, Polonia, Irlanda y Rumanía. Existen muchas formas de tomar la cerveza, y una de las grandes preguntas que se plantean los amantes de esta bebida es la de si es mejor la cerveza de barril o en botella.

Cerveza de barril

La principal ventaja de tomar cerveza de barril es que es posible controlar el nivel de presión. Además, siempre y cuando esté bien tirada, la espuma es más densa y tiene mayor duración y cuerpo.

A esto hay que sumar que la oxidación es mucho menor en la cerveza de barril por una razón muy sencilla: ningún factor externo incide en su calidad ni en su composición.

Una vez la cerveza entra en contacto con el aire, pierde el gas a toda velocidad. La cerveza en botella únicamente tiene el gas que se ha creado con la fermentación, o que se ha añadido posteriormente. Mientras, la carbonatación de la cerveza de barril está controlada en todo momento y puede mantener mejor el gas.

La mayor parte de las cervezas de barril no han sido sometidas a la pasteurización, un proceso que le resta cualidades y sabor.

Cerveza en botella

Uno de los aspectos más relevantes tiene que ver con el material con el que se ha fabricado la botella. Por lo general, si el vidrio es oscuro, significa que al menos el 70% de material es reciclado. Mientras, si el vidrio es más claro, el porcentaje de material reciclado se reduce al 15%.

La cerveza en botella es la mejor opción para consumirla fría porque si el vidrio es de buena calidad puede mantener la bebida fría durante mucho tiempo. Ahora bien, es cierto que tarda más en enfriarse que un barril.

Y, por último, merece la pena hablar de la cerveza en lata. La mayor ventaja que ofrece la lata es que es 100% opaca y hermética, de forma que protege muy bien la cerveza. Los sabores y aromas de la bebida duran mucho tiempo, siempre y cuando la lata se conserve en condiciones óptimas. Actualmente, la tecnología permite que la lata no transmita a la cerveza sabores metálicos, un pensamiento muy extendido durante el siglo XX.



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