¿a qué temperatura hay que poner el aire acondicionado?


Este fin de semana la ‘bestia africana’ ha irrumpido en España, dando lugar a la primera ola de calor del verano. Este domingo se esperan temperaturas de hasta 45 grados centígrados en el valle del Guadalquivir, así que es interesante conocer cuál es la temperatura ideal para poner el aire acondicionado. Se trata de buscar el punto de equilibrio entre estar a gusto en casa y que no se dispare la factura de la luz por un consumo excesivo.

Lo primero a tener en cuenta es que no debe haber una diferencia de más de 12 grados centígrados entre la temperatura exterior e interior. Seguro que si llegas de la calle con muchísimo calor te ves tentado a bajarla más. Pues bien, esto es justo lo que debes evitar. Recuerda que el cuerpo trae calor de la calle y necesita unos minutos para aclimatarse. Por lo tanto, ponte cómodo, siéntate a descansar y verás cómo rápidamente te sientes mucho mejor.

En los meses de verano los expertos recomiendan que la temperatura del aire acondicionado sea de entre 24 y 26 grados centígrados. Se considera la temperatura que proporciona el confort térmico necesario sin repercutir en un consumo excesivo. Cada grado menos que pongas el aparato aumentará un 8% la factura de la luz.

Dormir con el aire acondicionado: ¿sí o no? 

Aunque parezca una buena idea dormir con el aire acondicionado encendido ya que se esperan temperaturas mínimas de 23 y 24 grados en algunos puntos del país, es algo totalmente desaconsejado por varias razones.

Mantener esta práctica durante mucho tiempo puede provocar deshidratación, lo que puede ocasionar dolores de cabeza. Además, se reduce la humedad del ambiente, así que los ojos y la piel se resecan. Y, por último, si hace demasiado frío puedes sufrir contracturas musculares.

¿Qué puedes hacer para dormir fresco sin aire acondicionado? Estos son algunos de los consejos que te damos.

  • Como resulta lógico, tienes que mantener las persianas bajadas y las cortinas cerradas durante el día.
  • Cuando se haga de noche, abre la puerta y las ventanas del dormitorio para que se ventile.
  • Escoge tejidos de algodón transpirables, tanto para la ropa de cama como para el pijama. Además, es preferible que utilices tejidos de colores claros.
  • Trata de tomar cenas ligeras. Cuando haces la digestión tu temperatura corporal aumenta, así que intenta que tu estómago tenga que trabajar lo menos posible.
  • Intenta mantener los puntos del pulso del cuerpo frescos para tener menos calor: tobillos, codos, muñecas y cuello.



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