Siguen el mismo derrotero derrotado (OPINION)

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EL AUTOR es periodista y político. Reside en Santo Domingo.

Dándole seguimiento a las matrices comunicacionales aireadas ayer por importantes bocinas del pasado PLD-FUPU, abriendo el año laboral político, vemos que siguen el mismo derrotero que los ha llevado a sucesivas derrotas.

Ayer vocearon desde sus tribunas dejando en claro que pretenden chantajear al país atacando la credibilidad de la Junta Central Electoral y el Tribunal Superior Electoral, y de hecho a través de voceros tan importantes como el senador Bauta Rojas y Roberto Rosario, jefe del Gabinete Sombra de Leonel Fernández,  empezaron esa nociva labor con el renovado Tribunal Constitucional.

Nada nuevo, son las mismas líneas que han seguido desde que con Luis Abinader a la cabeza, el pueblo los apeó de mala manera del poder, jarta de sus desviaciones éticas.

Habían ejercido un poder por el poder que si bien los enriquecía hasta ahitarlos, los colocó en las antípodas de un pueblo anhelante de desarrollo y bienestar social.

Ellos, que habían emergido a la dirección del país para servir al pueblo y como expresión de un nuevo camino de redención colectiva.

La vorágine de corrupción en que se embarcaron los llevó a un nivel de borrachera de poder que los hizo perder el sentido de la realidad, para no decir el buen juicio político.

No se dan cuenta que perdieron en la opinión pública sana, la que no está controlada por sus cómplices, el pleito de la lucha contra la corrupción y la impunidad, lucha a la que se opusieron con uñas y dientes.

No advirtieron que perdieron el pleito de la creación del ministerio Público independiente, como parte del inicio del saneamiento del Poder Judicial, que dejaron infestado de funcionarios que aún sirven a sus perversos despropósitos.

Que fueron derrotados en la lucha porque el país se diera una Cámara de Cuentas que no se prestara a maquillar auditorías a funcionarios corruptos.

Que perdieron a nivel de la opinión pública sensata el pleito por la concertación de las reformas propuestas por el presidente Abinader ante el CES, que boicotearon con el negacionismo que ya los define.

El mismo negacionismo con que rechazaron suscribir el Pacto de Nación frente a la crisis haitiana, llegando a asumir posiciones de coincidencia con las posturas de los que controlan a sangre y fuego al vecino país.

No acaban de advertir que con sus líneas de ataques, amedrentamiento y chantaje en contra de las autoridades electorales sólo están atizando el desprecio que les tiene la sociedad, y que los ha reducido a una tercera parte, y bajando, como expresión política del pueblo.

Siguen descarrilándose y distanciándose de la sociedad en camino a aislarse de un país convencido de que la corrupción y la impunidad enriquecen a unos pocos mientras yugulan las posibilidades de desarrollo integral, de todos.

No entienden que mientras no expíen sus responsabilidades históricas estarán en el derrotero derrotado.

Seguiremos.

nelsonmartea@gmail.com

jpm-am







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