Pacto Social


El presidente Luis Abinader encabezó ayer el acto de apertura del diálogo tripartito para consensuar propuestas de reformas al Código Laboral y a la Ley de Seguridad Social, con lo cual Gobierno, sector privado y centrales sindicales procuran alcanzar un gran Pacto Social transparente e inclusivo.

Se trata de una convocatoria trascendente que reencauza el abordaje de la agenda de urgencias nacionales con el impulso de una voluntad dialogante entre autoridades, gremios empresariales, sindicatos y asociaciones profesionales, así como representantes de otras instituciones sociales o comunitarias.

Al expresar respaldo del Gobierno al diálogo tripartito, el presidente Abinader dijo que “ la única vía posible para lograr nuestros objetivos como país es iniciar un gran pacto social transparente e inclusivo que escuche las voces de todos los sectores e involucre a todos los actores”.

Esa convocatoria involucra escudriñar consenso sobre al menos dos temas esenciales para la convivencia democrática, la gobernanza y el crecimiento de la economía, como son el régimen de seguridad social y la adecuación del Código de Trabajo, para lo cual se requiere que las partes aporten sacrificios en beneficio del bien común.

En lo relativo a la Seguridad Social los participantes en ese diálogo tendrán que profundizar discusión en torno a la ampliación de la cobertura que prestan las Administradoras de Riesgos de Salud, así como una modificación sustancial al Régimen pensional y al rol de las Administradoras de los Fondos de Pensiones.

Para lograr un consenso en torno a la modificación del Código Laboral, se requiere que los sectores patronal y sindical acarreen sus respectivos intereses hasta un punto medio o equidistante que permita que ese instrumento jurídico, además de tutelar los derechos del trabajador, obre como efectivo componedor entre las partes.

El Pacto Social que se procura se relaciona con la garantía de justicia social, de promoción del empleo, de dignificación de los servicios de salud y del sistema de pensiones y, por consiguiente, de consolidación de la democracia, por lo que sería conveniente que todos los sectores involucrados en ese esfuerzo dialogante asuman conciencia sobre su trascendencia.

Ninguno de los pactos o acuerdos consensuados en los últimos años, como los referidos a la Educación y al sector eléctrico, han tenido el impacto y alcance que sobre el tejido económico y social de la nación tendría el Pacto Social, pero también hay que advertir que un no previsible fracaso sería una gran fatalidad.



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