OPINION: ¿Acaso políticos desechables? –


El autor es educador. Reside en Santo Domingo

Por: FRANCIS ANTONIO LORA RAMÍREZ 

Los partidos políticos son llamados a ser escuelas, centros, espacios socioculturales, «para las buenas convivencias», donde los principios, valores éticos y morales, tiendan a bien orientar a cuántos ciudadanos abracen: «sus ideologías, propósitos y misiones sociales», con los cuales puedan trascender e impactar de forma positiva (como en el caso particular) a la sociedad dominicana.

En nuestro país, es notoria la presencia de múltiples partidos políticos, que a juzgar por sus nombres ¡parecen haber bajado del mismísimo cielo!

Veamos algunos ejemplos:1- Partido Revolucionario Dominicano.
2- Partido de la Liberación Dominicana.
3- Partido Reformista Social Cristiano.
4-Partido Revolucionario Moderno.
5- La Fuerza del Pueblo, etc.

Todos, sin duda, son frutos del ingenio de mentes brillantes; pintan acogedores, paradisíacos… ¡Y qué bueno: señalándole al pueblo dominicano una ruta y destino casi divinos!

Por lo que podemos inferir, los políticos dominicanos son muchos y diversificados; pero sólo tres, y en vida, fueron modelos, y pragmáticos, a saber: Joaquín Balaguer, José Francisco Peña Gómez, y Juan Bosch, cuya honradez nunca ha sido cuestionada, porque fueron verdaderos filántropos de la política dominicana.

Sus improntas están ahí…Ellos mismos, en persona, “constituyeron escuelas vivas”. Se volvieron maestros en su afán y desprendimiento, por querer servir al pueblo».

Viven en la memoria del pueblo dominicano, porque les fueron valiosos y útiles, muy útiles, grandemente útiles, extremadamente útiles; políticos para toda la vida (dura lex, sed lex).

En cambio, la mayoría de los políticos dominicanos de hoy (salvo honrosas excepciones), son todo lo contrario: ¡Piensan y viven siempre de espaldas al pueblo!… Son intermitentes: ¡aparecen y desaparecen en campaña!; luego se esfuman. Son por ello, de corta duración, efímeros… Tránsfugas por devoción. Desmemoriados de corazón. Ingratos, con letras grandes.

¿Acaso políticos desechables?

¡Saque cada quien su conclusión, partiendo de su propia demarcación!

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JPM



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