Más ilegalidad en Venezuela – Periódico elCaribe
Todavía sin que el Consejo Nacional Electoral (CNE) haya presentado la totalidad de los votos emitidos en Venezuela el pasado 28 de julio, sobre la base del escrutinio de las actas, indispensable para emitir el boletín final que precede a la proclamación, la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) valida mediante sentencia un proceso que no ha cumplido con la Ley Orgánica de Procesos Electorales y su Reglamento.
Mal puede el TSJ, lo mismo que el CNE, adjudicar la victoria sin ninguna constancia de que se haya escrutado la totalidad de las actas emitidas por las mesas electorales.
La posición de los chavistas que controlan todo el poder, que de por sí era insostenible por la precipitación del CNE, resulta más increíble con la chapuza emitida del TSJ, mostrenca en sí misma porque se sustentaba en una ilegalidad debido a que el CNE incumplió con varios de los trámites de su propia ley, por lo que no tenía lugar el recurso contencioso sometido por Nicolás Maduro.
Con cada día transcurrido se agiganta la falta de credibilidad de unos resultados electorales de los que aún no se conoce siquiera un detalle elemental, lo consignado en las actas de votación.
Desde elCaribe, cuya posición ha estado desmarcada de cualquier interés particular que no sea el de los venezolanos, a cuya gente es a la que compete una salida satisfactoria, reiteramos que se deben publicar todas las actas de votación, y permitir a quien lo desee acceder a esos documentos y confrontarlos, y que los recursos institucionales que contempla la legislación electoral estén disponibles para todo el que lo demande.
Concordamos con una contribución jurídica hecha por Allan R. Brewer-Carías, profesor emérito de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de Universidad Central de Venezuela, que concluye, tras analizar exhaustivamente el proceso: “El CNE no podía adjudicar la victoria a ningún candidato sin haber escrutado la totalidad de las actas emitidas por las mesas electorales”, afirma.
Y también coincidimos, porque sintetiza lo que este periódico ha venido planteando sobre la crisis venezolana, con el punto de vista del papa Francisco: “Que tengan en el corazón el verdadero bien de la población y no los intereses partidistas”. Y menos los que se pretende imponer desde fuera de su territorio, le agregamos.