Mandato de un año y siete meses (OPINIÓN)

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EL AUTOR es periodista. Reside en Santiago de los Caballeros.

Luis Abinader cumple un año y siete meses como presidente de nuestro país, es mayor de edad.

Luis Abinader logra mantener su popularidad principalmente gracias a la estabilidad macroeconómica, los avances en la vacunación contra Covid-19 y la lucha contra la corrupción.

Es un período inédito, porque es el primer gobierno, o el segundo en toda la historia del país, recordemos, en apenas siete meses, del presidente Juan Bosch, quien decide adoptar una actitud moralizadora, ataque frontal a la La corrupción del gobierno anterior, de sus propios funcionarios y contra el crimen organizado, es una actitud, una decisión controvertida de la administración pública y las duras críticas que recibe de diversos sectores por no haber sido selectivos que contra el expresidente Danilo Medina, sus colaboradores y su miembros de la familia.

Además, en este año y siete meses, el presidente se ha enfrentado a varias crisis, especialmente relacionadas con covid19, seguridad y migración.

Algunas de sus propuestas han sido reconocidas, especialmente por opositores de Luis Abinader.

Logró mantener la estabilidad macroeconómica heredada del país.

Pero al mismo tiempo, tuvo resistencia. Existe desconfianza por parte de determinados sectores sociales, políticos y del mundo empresarial.

Señalan que no existe un plan para abordar las causas de la delincuencia, que, además de la represión, debe contar con programas de becas y empleo para jóvenes, así como un programa contra el microtráfico y las adicciones.

No hay estrategia contra la inseguridad, si la hay, no ha logrado contener los robos, los robos callejeros, la violencia. Hasta ahora en el gobierno ha habido un aumento de la delincuencia y la violencia.

La política de austeridad del gobierno no ha sido real.

La crisis la siente la gente corriente, a pie, pero también se siente en la industria de la construcción, en el sector productivo nacional, en el campo.

Si bien se ha producido una reducción del gasto público, en el contexto de una avalancha de préstamos, sin una política de inversión por parte del gobierno, el ritmo de la inversión privada también se ha desacelerado.

La tasa de inflación ha aumentado, los precios de los artículos básicos y todos los niveles se han incrementado mes a mes, así como los servicios.

El desafío más reciente para el gobierno ha sido el de la crisis haitiana y su impacto en nuestro país, y la negativa de los poderes a buscar soluciones comunes a la inestabilidad del país vecino.

A todo esto se suma el problema del descontento de los dirigentes de base y media del PRM por no haber obtenido puestos de trabajo en su gobierno, situación que aprovechan los dirigentes de la cúpula para pescar en un río revuelto y hacer intentos de oposición a buscando hacer crecer su liderazgo e imponer sus aspiraciones políticas.

Sin embargo, luego de todo esto, Luis Abinader logra mantener su popularidad principalmente gracias a la estabilidad macroeconómica, los avances en la vacunación Covid-19 y la lucha contra la corrupción.

Existe una debilidad en la seguridad y un largo camino por recorrer para reducir la pobreza.

Y es que el dinero que se ha robado antes, la gente no tiene la impresión de que haya tocado fondo.

El tiempo que le quede en el gobierno dirá si su excepcional campaña contra la corrupción gubernamental lo mantendrá a favor del apoyo popular o tendrá que satisfacer las demandas sociales y la mejora de las condiciones de vida social y económica de la población.

De ello dependerá su ya evidente reelección presidencial.

JPM



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