Leonel olvida ciertos hechos en los que fue actor, guionista y director
Los dominicanos hemos perdido la memoria, especialmente la función que se ocupa de llevar la cuenta de los acontecimientos políticos de nuestra historia reciente. Todos hemos borrado los acontecimientos vividos en nuestro país en los últimos veintidós años. El expresidente Leonel Fernández no pudo escapar de este lío.
El brillante político, quien hasta hace poco era líder del PLD morado y que lo es, igual de recientemente, del PLD verde, borró de su registro mental las maniobras que el Partido de la Liberación Dominicana realizó bajo su presidencia para controlar su idoneidad de público. instituciones, incluidos los órganos judiciales.
Que el Dr. Fernández haya olvidado ciertos hechos en los que estuvo, además de actor, guionista y director, es doloroso, pero el sufrimiento se agudiza cuando nos damos cuenta de que este dirigente, antes lúcido y conceptualizador, cree que los dominicanos no salvan nada. en memoria de. Borremos todo.
La primera señal del olvido del doctor Fernández está en su revelación de que para la reforma constitucional aprobada por su iniciativa en 2010, él o su gobierno habrían promovido una “consulta popular que duró dos años”. El problema es que nadie recuerda haber sido consultado.
Una cosa es cierta: el presidente Fernández instaló una comisión de notables a la que encargó preparar el proyecto de reforma a la Constitución. Estos juristas tomaron las medidas correspondientes y redactaron un texto constitucional que satisfizo al soberano. Fue proclamado el 26 de enero de 2010, a la mitad del tercer mandato presidencial de Fernández.
Fernández presentó un proyecto de reforma constitucional al Congreso Nacional en septiembre de 2008, un mes antes de asumir un tercer mandato. Había gozado del privilegio de la reelección consecutiva, establecido en la Constitución de 2002, que no pudo obtener Hipólito Mejía, para quien se promovía la reforma.
Luego de asegurar la reelección con la Constitución de Mejía, Fernández proclamó que el artículo 49 (“…nunca podré aplicar…”) correspondía a la «visión hipolítica» de la Constitución. A pesar de los diversos cambios, buenos y malos, realizados al texto constitucional, el interés de Fernández fue deshacerse del desagradable artículo 49 porque le impedía volver a ser candidato.
La Constitución de Fernández, la de 2010, impedía las sucesivas renovaciones, pero no la alternativa. En 2015, un Congreso dominado por el PLD, acomodó la Constitución para que el presidente Danilo Medina lograra representarse a sí mismo. Y ha vuelto el modelo hipolítico, pero a diferencia de 2008, Fernández ahora se defiende. ¿Has visto algo como esto?
JPM