Las travesuras electorales de Balaguer (OPINIÓN)

Primero fue reelegido en 1970, con la abstención del principal partido de oposición, el PRD, luego en 1974, con la abstención nuevamente del mismo partido debido a la intimidación y represión desatada por los militares.

En 1978, el disparo se volvió contra Balaguer, porque no logró intimidar al PRD que, a pesar del intento de fraude electoral en su contra, ganó las elecciones de ese año.

Tanto en 1970 como en 1974, la llamada guerra sucia entre el régimen de Balaguer y la izquierda radical creó condiciones favorables para que el presidente saliente se saliera con la suya y lograra, mediante farsa electoral, mantenerse en el poder.

Sin embargo, en 1978 la situación no era tan favorable, a pesar de que el régimen en cuestión había bajado su intensidad represiva y el PRD resistió con firmeza todo tipo de intimidaciones.

Asimismo, la presencia del presidente Carter en Estados Unidos fue un factor decisivo que viabilizó la victoria del PRD, frenando el intento de golpe de Estado por el que estuvo tentado de impedir que dicho partido tomara el poder.

En este sentido, la estrategia implementada por el máximo líder del PRD, José Francisco Peña Gómez para ganarse el apoyo de los liberales en Washington, como calificó a los legisladores del Partido Demócrata, finalmente garantizó el cambio de líder.

Así, la elección de un personaje conservador como el hacendado Antonio Guzmán Fernández como candidato presidencial para las indicadas elecciones rompió el chantaje balaguerista de que el PRD era un impulsor del comunismo en el país.

Finalmente, el gobierno demócrata estadounidense entendió que no había amenaza comunista en República Dominicana y que, por lo tanto, era hora de que la democracia reemplazara el autoritarismo político que había imperado en el gobierno de Balaguer durante 12 largos años.