La resolución de la JCE –


En la semana pasada, la JCE hubo de alborotar el avispero político nacional, con su resolución, en la cual coloca a la FP y a veintiún partidos más, en la condición de minoritarios, bajo el supuesto de no haber alcanzado el 5% requerido por la ley de partidos políticos y la ley electoral.

Buscando justificar su decisión, la JCE ha sumado los resultados electorales de la última elección en los 3 niveles, diputados, senadores y presidenciales, cuyo total ha de evidenciar, como es lógico y matemático, una reducción del porcentaje obtenidos por los partidos afectados.

Ahora bien, en cuál norma se basa la JCE, ¿para sumar, restar y hacer una discriminación negativa? En ninguna, no existe; por tanto, no es fácil encontrar una explicación racional, que no sean presiones políticas, contra actores políticos en ascenso y frenar su financiación.

Esta aseveración, casi axiomática, de presiones oficiales, deducible de lo insostenible de la decisión, la cual no resiste el escrutinio, enjundioso y sosegado de los mismos jueces que la emitieron, puesto que contiene la comentada decisión, vicios evidentes, a saber:

En lo legal.

1er vicio: no se apoya en la constitución ni en las leyes, 2do.vicio: Falta de motivación, 3er vicio: hace una aplicación negativa al sujeto titular del derecho fundamental, contrario al principio de favorabilidad, 4to.vicio: desconoce que la FP obtuvo 5.69% en la presidencial, 6to. Medio, crea un privilegio irritante, violando el principio de igualdad de la ley y el de igualdad en la aplicación de la ley.

En lo político:

En todas estas violaciones, verificada en la decisión, subyace, latente y solapada, una maldad política, tesis que explicaría, la desviada resolución de la Junta, que configura una variación de palacio, en su postura frente a Leonel Fernández y a la Fuerza del pueblo.

El palacio maneja encuestas, no sólo de la problemática nacional, sino también del posicionamiento de los lideres con posibilidades reales de competir y ganar, ahí entra el cuco Leonel y la FP., con una alta valoración respecto a su experiencia, para dirigir en momentos de crisis.

Es una verdad que, en las calles, barrios, campos, urbanizaciones y en sectores políticos y empresariales, se viene comentando el crecimiento sostenido de Leonel y la FP, datos constantes, que desde hace unos meses, los analistas de palacio han visto con preocupación.

El pánico les crea la errada idea, de frenar la figura Leonel, ¿ y cómo hacerlo? con imposiciones de mayorías en la junta, limitando recursos, cuando, en todo caso, al fenómeno Leonel, debería enfrentarsele, no con emboscadas financieras, sino con propuestas que lo superen.

Sin embargo, algunos en palacio, no ven lo pantanoso de su extemporánea maldad política, ni se percatan, que su martillo, no sólo ha golpeado a la FP, sino también a 21 partidos más del sistema, a quienes obligan a reagruparse alrededor de Leonel.

Este Gobierno, no previó, en su afán en detener a la FP y a los demás partidos que, estamos en tiempos de pandemia, y que cónsono con esto, todos los partidos, menos el PLD, les han dispensado un trato de oposición adecuado, ofreciéndole, incluso, sus técnicos para ayudar con estos males.

Nada les ha importado, lo nubla el fantasma de la reelección, haciendole ver a algunos retorcidos «el toro que no es», queriendo ahogar a la única oposición consciente del tramo por el que atraviesa la Rep., como los cambios que, a corto y largo plazo, se avecinan.

En fina política, la oposición debe ser responsable, en momentos de crisis, coadyuva con el gobierno a tomar las medidas correctas, convirtiéndose en muro de contención de pasiones desbordadas que, pueden generar intranquilidad social y política.

El presidente y su equipo, en estos aciagos momentos, han debido ser como EE.UU y Europa, símbolos de unidad, en pro de un mismo objetivo, llamado Rep. Dom., en cambio, ha preferido golpear y ser ente de división, algo políticamente incomprensible, tanto como peligroso.



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