Juan Bosch: víctima del grupismo peledeísta (2 de 2)

POR TONY ESPINAL

El profesor Juan Bosch fue víctima del grupismo que primero invadió al PRD y luego también saltó y se desarrolló dentro del Partido de la Liberación Dominicana.

Pues bien, como sabemos, el prestigioso intelectual dominicano renunció al PRD bajo el impulso e instigación de la presión ejercida por lo que llamó el grupismo de las garrapatas reinantes y dominantes en esta estructura blanca; Por supuesto, esta situación lo estimuló a buscar una nueva fórmula, alejada del grupismo oportunista y de la política partidista, que le garantizara un partido diferente al que había dejado por las razones señaladas.

En efecto, fundó el PLD, que prevé en su declaración de principios “el fin de completar la obra patriótica iniciada por los trinitarios y los restauradores, en el sentido de realizar una patria independiente, en la que reine la justicia social y el respeto a la dignidad humana”. «.

El profesor Bosch aseguró, luego de conformar esta nueva entidad política, que “este partido es único en América”. Es verdad, estoy de acuerdo con el profesor. Es el primer juego en América que he visto que tiene una base teórica, es decir, utiliza métodos inductivos y deductivos en su trabajo. Por supuesto, para llevar a cabo las tareas políticas, la selección de los líderes de los partidos y también de los candidatos a cargos electivos de manera metódica. En otras palabras, va de lo particular a lo general y vuelve de lo general a lo particular.

Por ello, utilizó “el pensamiento deductivo, que se utiliza para aplicar leyes universales a situaciones específicas, y el pensamiento inductivo, que genera premisas a partir de fenómenos individuales”. En conclusión, dados los hechos, originalmente el PLD fue un partido innovador y creativo. Bueno, la razón es que aplicó métodos en tareas políticas con aparente y evidente éxito.

Por el contrario, la dirección del PLD, en lugar de fortalecer y dinamizar este trascendente y notable partido y preservarlo como paradigma, dio rienda suelta al deseo y la codicia desmedida de controlarlo, sobre todo en detrimento y desprecio de los carismáticos. líder y artífice de este instrumento político, útil y positivo para el país. Incluso, en este nefasto acontecimiento jugará el papel fundamental de liquidación de su principal figura política y fraguará así la división. Por lo que se atribuye esta acción al Comité Político.

En vista de lo dicho, con este comité de especuladores resurgieron y prosperaron los insectos que habían permanecido okupados y cobijados en el predio perredeísta y que evadían y sorteaban la fumigación y desinfección que hizo Bosch para sanearlo.

A partir de entonces, estos piojos saltaron a la velocidad de la luz hasta la Casa Nacional del PLD. Una vez allí establecidos, volvieron a utilizar sus uñas envenenadas y nocivas para abortar y socavar los nobles y honorables principios que sustentaban al PLD. Y con su insaciable y ambiciosa capacidad parasitaria de controlar el partido, presionaron por la renuncia del líder, el profesor Juan Bosch. Ocurrió el 15 de marzo de 1991.

Aunque luego hicieron malabarismos para convencerlo y volverlo a meter en el juego, y así lograron recuperar al líder. Pero el regreso de Juan Bosch es similar a la descripción que hace en su libro Hamlet, uno de los dramaturgos, poetas y actores ingleses y, sobre todo, reconocido como el más grande escritor de todos los tiempos, William Shakespeare, «con una fatal desgracia». , con un ojo sonriendo y el otro derramando lágrimas».

Después de todo, el ex Presidente de la República, el profesor Juan Bosch, fue víctima de un grupo desleal, pérfido e infame arraigado en el partido que formó. En ese orden, el artista vegano resumió en pocas palabras lo que vio como el daño causado por el grupismo.