Hoy no es ayer, que lo sepa la clase política (OPINIÓN)
Entrando en marzo de 2023, tres grandes partidos de República Dominicana se preparan para solicitar la afiliación, una vez más acuden a las ovejas para usarlas como pavos en Nochebuena.
Sin embargo, hay un renacimiento en diferentes sectores de la sociedad dominicana que le dice a la dirigencia de todos que hoy no es ayer, llegó el momento de poner a cada uno en su lugar…
Hay un despertar de la juventud, de las clases bajas, medias y altas, conscientes de que están demandando nuevos productos en la política y que no son nuevos porque tengan las habilidades, sino porque ya prefieren a Tokicha, Onguito Whaa, antes que eso. , los que nos utilizan cada cuatro años y nos venden sueños ofreciéndonos villas y castillos.
Es comprensible que los mejores paradigmas no sean los que tiene y demanda el país de Duarte, Sánchez, Mella y Luperón en este momento.
Por un lado, tres líderes de la política dominicana se están sirviendo con una cuchara grande: Leonel Fernández, que no tiene nada que ofrecer porque ha agotado su ciclo y no tiene moral política para decir lo que se debe hacer o lo que se va a hacer. , ya está, fue un fracaso con una experiencia muy amarga.
Por otro lado, Danilo Medina Sánchez, quien a decir verdad registra un muy buen negocio, una gran plaza-supermercado, y su buena pulpería que se llama Partido de la Liberación Dominicana, siglas que se usan para no servir al pueblo, como es su lema, pero habiéndose complacido en enriquecerse y malversar el erario público con el tráfico y la corrupción que reinan en sus dos gobiernos.
En otro orden, tenemos a un Luis Abinader, que propuso un cambio y ese cambio ni siquiera se observa en la gran mayoría de su partido, pero, mientras según sus funcionarios todo está bien, para el país de los dominicanos ci -debajo de todo va de mal en peor
En el despertar que hoy observamos, hay un mutis, un silencio de muerte en cada uno de los sectores de la sociedad dominicana, debido a varios factores, a saber:
El Partido de la Liberación Dominicana y su dirigencia se han quitado la careta, donde ya no pueden hablar de progreso ni de desarrollo, ni de ética y valores, pues ahí estaban y sólo iban a ayudarse a sí mismos.
La gente los rastrea, los vigila, «se duermen» y no los vigilan, los escuchan a ellos ya la clase política.
Es hora del renacimiento de una nueva fuerza política que diga un NO rotundo a todos y un NO rotundo a todos para que a partir del 2024, otra clase sea la que dirija los destinos de República Dominicana.
jpm-am