El fenómeno Abel monta un púlpito a nivel nacional (OPINIÓN)

Lo podemos ver de lejos, sin embargo, en un abrir y cerrar de ojos llegaremos a octubre, fecha fijada por el PLD para elegir oficialmente a su candidato para las próximas elecciones.

Los tres contendientes principales, cada uno se considera el ganador, pero como dice el refrán, «del decir al hacer, hay un largo camino».

Tenemos en nuestras manos un termómetro que mide la popularidad y el progreso, y eso sin especial interés, porque sólo nos mueve la verdad, el alcalde de Santiago parece tener mucho camino por recorrer.

Si solo miramos a Santiago y sus barrios, el avance de Abel es evidente, las urbanizaciones, a nivel urbano, los municipios y pueblos aledaños, todos se manifiestan a favor de Abel Martínez.

Sin embargo, Abel ha sido un fenómeno de popularidad en el sentido de que todo el país expresa total aprobación a su precampaña, desde todos los puntos están surgiendo grandes grupos de apoyo al alcalde de Santiago que no descansa en sus callejones y recintos no sólo captar el interés de la gente, pero aprender de primera mano cómo vive la gente.

A partir de esta experiencia, asumimos que el candidato forma un criterio de cómo va a dar forma a un programa de gobierno que abarque a todos estos grupos marginados que tanto abundan en nuestra geografía.

Estos tres dominicanos harán todo lo posible para lograr la candidatura del partido y Abel Martínez con la brillante historia de salvar Santiago, su arduo trabajo lo coloca en el primer lugar.

Es difícil mantener a toda una población bajo un solo liderazgo si no tienes la capacidad de trabajar para las masas, no es suficiente decir lo que estás haciendo o lo que has hecho, tienes que mostrar evidencia.

Santiago es prueba de que Abel Martínez exhibe una obra que se ve y se siente a pesar de los lamentos, porque sabemos que más de una fuerza ha tratado de sembrar dudas y minimizar su obra.

Sin embargo, ante la realidad, cualquier campaña negativa cae por su propio peso.

El fenómeno Abel pone el escenario a nivel nacional, el hombre se mueve por la geografía y por donde pasa arrasa, el pueblo confía en que hará un gobierno incluyente, sin privilegios, en el que cualquier hijo de Machepa tenga participación sin necesidad de mostrar un pedigrí de alto calibre.

Como un dominicano «asilo» sin pretensiones de cargos públicos porque cuando los tuve mi voz se perdió en el desierto, mantengo la esperanza de que cuando Abel sea presidente, los dominicanos saldrán del país por libre elección, no porque las necesidades en su propia tierra, obligarlos a huir, es hora de que los dominicanos tengan más suerte sin tantas artimañas de los políticos que luego olvidan las promesas y sólo sirven a sus intereses.

Aunque otros también se han levantado con historias de pobreza y se han hecho millonarios sin conciencia, la idea es que un señor que viene del pueblo, que como la mayoría de las familias dominicanas habrá vivido en situaciones precarias, habrá escuchado en su familia quejas por la muerte de su padre. el cansancio, los gritos de impotencia de su madre, los gritos de rebeldía de sus hermanos,

Estas circunstancias le garantizan que hará un gobierno para todos, dando prioridad a quienes siempre les han negado la posibilidad.

Por todo ello, se entiende que entre los tres candidatos, sea Abel Martínez quien presente un programa popular completo, gobierne bien en el ayuntamiento, tenga un objetivo claro y siga el camino para lograrlo.

Esperemos que en octubre no le jueguen a un pueblo que ha sido claro con la elección de Abel Martínez Durán como candidato a la presidencia del país para el período 2024-2028.

JPM