Considere abril el mes más glorioso y trágico para la R. Dom.
SANTO DOMINGO.- El historiador Euclides Gutiérrez Félix, miembro del Comité Político del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), calificó el mes de abril como el más glorioso y trágico para República Dominicana; y epicentro de la más bella y valerosa insurrección, que sacudió al continente y al mundo el 24 de abril de 1965.
Gutiérrez Félix señaló que este hecho se inició con el levantamiento militar que tuvo como objetivo restituir en el gobierno de la nación al que es considerado el amo político del país, quien había sido electo Presidente Constitucional el 20 de diciembre de 1962, tras la ejecución de Rafa Trujillo Molina.
“Ese día de abril de 1965 se había puesto en acción un nutrido grupo de oficiales del ejército dominicano, que con la anuencia y dirección política de Juan Bosch, exiliado en la isla de Puerto Rico, se habían organizado”, dice Félix en su artículo “Abril siempre», publicado en El Nacional y Vanguardia del Pueblo Digital.
Señaló que esta insurrección se denominó Movimiento Militar Constitucionalista, comandada por el coronel Rafael Fernández Domínguez, a la que se sumó un nutrido grupo de oficiales del Ejército, luego se sumaron oficiales de la Armada, Fuerza Aérea y Policía Nacional.
El fundador del PLD explicó que este movimiento se consolidó luego de un enfrentamiento militar, en el puente Duarte sobre el río Ozama, que se libró con los militares constitucionalistas dirigidos por el coronel Francisco Caamaño Deñó y que asestó una dura derrota a las tropas del Centro. .de la Educación de las Fuerzas Armadas (CEFA) y la Fuerza Aérea Dominicana.
«Estimulada y apoyada por la presencia de agentes y soldados de los Estados Unidos de América que indebidamente se han opuesto, con base en el poder, al retorno de Juan Bosch a la presidencia de la República, porque las autoridades políticas y militares estadounidenses ignoraron la legendaria valor y experiencia militar del pueblo dominicano”, agregó.
El historiador relató que en abril de 1805 se llevó a cabo el Genocidio ordenado por el general haitiano Henry Christophe, quien reunió a sus tropas en la ciudad de Santiago y ordenó la masacre de todos los presos varones en el cementerio de esta comunidad, entre ellos más de 20 sacerdotes. , prendió fuego a la ciudad y se retiró hacia el norte, tomando como rehenes a 249 mujeres, 430 niñas y 318 niños.