Con Abinader: democracia y libertad absoluta (OPINION)

A pesar de que algunos dirigentes políticos opositores y ciudadanos alejados de ese quehacer lo niegan o cuestionan, unos por mera envidia, y otros quizás por ignorancia, el presidente Luis Abinader dejará un positivo legado para las futuras generaciones, establecido ahora,  y que no dudo ampliará en el discurrir de este cuatrienio 2024-2028. Ocurre que el egoísmo y la mediocridad son factores conducentes de ceguera y la negación.

Y a ese legado, hay que agregar varias acciones altamente positivas para la ordenada y progresiva marcha administrativa del Estado, como son la presa de Monte Grande, en el lejano sur, el parque energético y el muelle de Montecristi, los teleféricos y la ampliación hasta Los Alcarrizos del metro de Santo Domingo. También el desarrollo del Polo turístico de Pedernales, obra trascendente,  pero postergado y despreciada por otras administraciones durante más de 3 décadas.

Y a esto le añado, además, la excelente gestión gubernamental de la crisis sanitaria generada por la pandemia del COVID- 19, superada en este país, primero y mejor que muchas otras naciones de la región y del mundo. El gobierno de Abinader, trabajó con ahínco y esmero  para vacunarnos a tiempo,  para preservar miles de vidas útiles al quehacer cotidiano de esta nación, y lo hizo muy bien, demasiado bien, en beneficio de todos los dominicanos.

Retomando el legado del presidente Abinader en la estructura física de una mesa de cuatro patas, él ha construido 2, que a mi juicio son la enorme estabilidad y crecimiento económico del país en estos 4 años, de su primera gestión de ocho, y el hito de haber logrado que a esta nación caribeña nos hayan visitado más de 10 millones de turistas durante el año 2023, que para este 2024, se proyecta alcancen 11 millones de visitantes, que nos dejarán una enorme alianza en cuanto al ingreso de divisas y bienestar económico.

A  mi sano entender, la otra pata de la mesa estructural, lo constituye su persecución y sanción al robo y la corrupción administrativa, por conducto de un Ministerio Público independiente y efectivo, conducido por la honorable e insobornable magistrada Miriam Germán Brito y sus adjuntos. Esta pata de la mesa deberá afianzarse en el futuro, por intermedio de su propuesta de reforma constitucional.

Y a partir de ahora, para este período de 4 años, que concluye en agosto 2028, el presidente Luis Abinader pondrá las otras 2 patas de la mesa estatal, con las reformas estructurales que ya promueve, y dejándole al país un parque energético suficiente, en cantidad y calidad, para que por fin nos olvidemos, salgamos de la ignominiosa era de los apagones energéticos, de la pesarosa escasez de la luz, arrebatadora de paz y dignidad colectiva.

En lo institucional, con Abinader también avanzamos, reflejado esto en la tranquilidad social y el respeto político y de los derechos  humanos que se airean por toda la geografía  nacional, contrario a lo que ocurre en Cuba, en Nicaragua y sobre todo en Venezuela, la del libertador Simón Bolívar, hoy  en día secuestrada por una banda de matones, narcotraficantes, corruptos y ladrones de elecciones. Aquí tenemos democracia y libertad absoluta, y seguiremos avanzando.