AVISO: Un año de gestión entre promesas y deseos

Almomento.net - Mejor periodico digital dominicano


El autor es presidente del Partido Revolucionario Independiente (PRI). vive en santo domingo

El 16 de agosto, hace un mes, el gobierno del presidente Luis Abinader celebró su primer año, entre sombras y luces; promesas y buenos deseos, pero muy pocos logros.

El 16 de agosto es una fecha memorable, ya que los dominicanos conmemoramos la restauración de nuestra independencia nacional el 27 de febrero de 1844.

En ambas fechas, es costumbre que los presidentes de la nación se dirijan al país, informen sobre la gestión de su gobierno y anuncien decisiones para los próximos años.

La rendición de cuentas solo es obligatoria el 27 de febrero ante el Congreso Nacional, conforme a lo dispuesto en la Constitución de la República.

El 16 de agosto, en las escalinatas del Palacio Nacional, el presidente Abinader realizó un acto para celebrar su ascenso a la

poder, con un derroche de recursos que generó múltiples comentarios negativos de la población.

Es un acto que bien pudo haber tenido lugar en una sala del Palacio Nacional, con más solemnidad y menos exhibicionismo y opulencia.

Durante la celebración, Abinader anunció varios proyectos de infraestructura sin establecer fuentes de financiamiento, lo que significa que serán financiados mediante el recurso a la deuda externa y la tan anunciada reforma tributaria.

Sin embargo, no anunció ninguna medida para controlar el gasto público o reducir el costo del combustible, como lo había anunciado durante la campaña electoral.

Hemos vivido un año de gobierno de promesas incumplidas, improvisaciones, errores y deudas.

El presidente Abinader atribuye el aumento del costo de vida en el país al hecho de que los precios de las materias primas se han disparado en los mercados internacionales.

Justifica la exagerada deuda diciendo que la pandemia de coronavirus se traduce en el desembolso de grandes sumas del estado.

Asimismo, está invirtiendo sumas extraordinarias para evitar que los aumentos de combustible se reflejen exorbitantemente en los bolsillos de los dominicanos.

Sin embargo, ha llegado el momento de acciones concretas, para que la población pueda verlas, sentirlas y beneficiarse de ellas, como bajar los precios de la canasta familiar, fundamentalmente, y la estabilización de todas las demás.

Es hora de controlar la delincuencia y el crimen organizado, que reina bajo su jurisdicción, justificado con palabras vacías.

Abinder y sus funcionarios creen que el país aún vive la era de la campaña electoral, donde el futuro lucía brillante, debido a la erosión de un partido y un gobierno en el poder durante 20 años.

En esta ocasión, se vieron favorecidos por el absoluto deseo de cambio que vive el pueblo dominicano.

Con la carrera por los préstamos del gobierno, aunque queremos lo mejor, estamos llegando a lo peor.

trajanosantana@gmail.com

JPM



Fuente