AVISO: Narcopolítica en República Dominicana

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EL AUTOR es periodista. Reside en Santiago de los Caballeros

El narcotráfico y la narcopolítica se han destacado, han quedado al descubierto, se han puesto de moda desde la última contienda electoral donde se impuso como objeto de una campaña electoral.

Es una fraternidad criminal que amenaza la estructura del Estado, destruye o socava los cimientos de nuestra democracia.

Durante décadas han tenido espacios físicos y políticos es que, gracias al dinero, han logrado crear redes de apoyo y apoyo a sus actividades.

Ya son una fuente de creciente apoyo clientelista, han generado empleo local y han cooptado cada vez más a la población.

Lamentablemente, en nuestro país, República Dominicana, se han convertido paulatinamente en “espacios de contienda” contra los partidos, la política, el poder estatal y la convivencia democrática de nuestra sociedad.

Ante los escándalos de las últimas elecciones, Estados Unidos tuvo que ponerle fin, para actuar contra esta evidente complicidad entre la política y el narcotráfico en República Dominicana.

Porque el narcotráfico es una amenaza para la democracia y sus instituciones.

Estados Unidos sabe que no actuar con rapidez es una amenaza para la región, su estabilidad y su crecimiento.

La experiencia fue amarga, Colombia fue el caso más crítico de América Latina en los años 90 para el cartel de Medellín, con Pablo Escobar, y el cartel de Cali.

En ese momento, se estimó que el narcotráfico representaba entre el 3% y el 5% del producto nacional bruto de Colombia.

Era la época del presidente Ernesto Samper, acusado de recibir dinero del narcotráfico.

Colombia ha sido un ejemplo en la lucha contra el narcotráfico bajo los gobiernos de Andrés Pastrana y Álvaro Uribe.

Pero el legado del gobierno de Santos ha dejado un precio negativo desde que asumió el cargo en 2010 con 60.000 hectáreas sembradas de cocaína.

En Bolivia, también hay un aumento de las plantaciones de coca.

México ha sido víctima del narcotráfico y la narcopolítica durante décadas.

Guatemala sufre los mismos males.

Haití sin olvidar …

Hoy, el narcotráfico, el lavado de dinero y la narcopolítica afectan a nuestro país. Estados Unidos está alarmado porque las elecciones pasadas nos mostraron que lejos de ser un problema que se va a resolver, se ha agravado.

Los partidos y la política dominicanos se desmoronan, los ciudadanos sienten, ven que la política es una actividad sucia y mediocre; y que no es un lugar para ciudadanos honestos y capaces.

El desprestigio de la política ha alcanzado niveles alarmantes.

Qué lástima que políticos y partidos, todos sin excepción, se hayan distanciado del ciudadano, la ley y la justicia.

Hoy, la percepción es que la política es abordada, principalmente por matones y oportunistas de bajo nivel moral, profesional e intelectual.

Doble moral …

El estado, los gobiernos, incluidos estos últimos, se encuentran socavados en sus bases, y atraviesan un proceso de “evaporación institucional”, cediendo espacios físicos y políticos a las redes criminales de las “narco / mafias”.

No basta con crear escándalos, pararse y someterse, siempre se ha hecho, necesitamos medidas urgentes de profilaxis total, de revolución cívica y moral con acciones fuera del interés político del momento.

Usemos la ayuda de los Estados Unidos, organizaciones y gobiernos para liberar a la política, el estado y el gobierno dominicanos del narcotráfico.

No basta que un legislador, un narcotraficante convertido en político, sea detenido por Estados Unidos, llevado a su país y presionado, para empezar a exponer a sus pares en el país, tiene que ser una decisión, un testamento. del Estado dominicano, del presidente Luis Abinader para limpiar, depurar sus filas y las de su partido de esta asociación delictiva que atenta contra nuestro estado de derecho y nuestra democracia.

Sin un estudio minucioso, con una simple radiografía visual, nos damos cuenta de la erosión del Estado, los grupos fácticos del poder económico y el auge del crimen organizado en nuestro país.

No nos quedemos ciegos, avisemos de sus riesgos y peligros.

No minimicemos la amenaza …

Estados Unidos ha advertido, ve la peligrosa situación en nuestro país y está tomando medidas.

Las últimas elecciones han sido una alarma latente.

Estados Unidos sabe que, si continúan así, muy pronto nos encontraremos ante un estado, una contaminación generalizada y profunda no solo de sus fuerzas de seguridad, sino de la posibilidad real de que nuestro país se convierta en un reino incontrolable. crimen.

JPM



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